jueves, 11 de noviembre de 2010

En Bacaramanga no hay parentescos. Siempre vives donde y con quien quieres, por el tiempo que desees. Algo oyeron hablar de los abuelos. Y es un honor que alguien te llame así. Un día haces unas croquetas sublimes y ese día eres el abuelo de todos. Otro enseñas como hacer que las piedras te hagan caso y eres el más que ...rido de los yayos. Imagina si además nos pintan una poesía que puedes cantar.
En Bacaramanga la reunión se hizo estancia



Un charlar se convirtió soflama y empezaron a encontrarse las palabras. Las raras miraban de reojo a las explicitas y las acentuadas de soslayo a las homónimas. Los signos caían por todas partes…Uno que no sabía hablar, habló


Tantas eran las palabras que se respiraban que el enm ...udecido se torno hablador. Todos callaron ante la sorpresa, solo las orejas se pusieron a aplaudir
En Bacaramanga los nombres comunes están tristes. Se hacen fiestas a los propios y ellos humildes por naturaleza pasan casi desapercibidos. Los adjetivos se ríen, siempre andan por delante y salen de copas con los verbos tan amantes de las formas. Los acentos, comas, puntos y diéresis se han puesto de su lado y entre e ...xclamaciones piden respeto. Con empeño conseguirán, solo en algunos casos, empezar con mayúsculas.
Hoy los de Bacaramanga me miran.



Pocas veces se dan cuenta de que ando con lupa tomando apuntes de cómo viven.


Y hoy me miran.


Me ven llorando y saben que es de emoción. No se extrañan huelo a feliz que apesto. Y es que por fin he podido verlos bien.


Veía escritos en una piedra. Una niña me mando un mensaje desde el pasado ... para que el futuro sea como es…magnifico.
En Bacaramanga es costumbre esperar. En la mayoría de las esperas saben cierto que tendrá buen fin. Les gusta esperar. Es un desear que te alerta. Hablas diferente cuando esperas. Te fijas en cosas curiosas y los momentos son duraderos. A veces llegan tarde para que se disfrute el impase. Si es un regalo lo miran mucho ... rato adivinando cual será el contenido. Sujetando las manos que, impacientes no dejan de bailar.
En Bacaramanga la suerte no está bien considerada. Tiene un color de esos que si los miras desde un punto parece uno y si desde otro tienes la sensación… se lo está pensando. Nadie la escoge para hacer cosas, es muy indecisa y no tiene palabra. La suerte un día esta a tu lado y otro a lo lejos. No da un consejo jamás y ... es muy pretenciosa. Si algo sale bien quiere salir en la foto y si no, le echará la culpa a otro.
En Bacaramanga se están haciendo un collar de “Me Gusta”. Son abalorios con un color indefinible. Buscan un nombre pero nadie sabe como apodarlo. Lo que tienen claro es que cuantos más abalorios “megusta” hay mas brillan los collares y los tonos oscilan entre el color de la luna cuando bosteza y el de las estrellas cua ...ndo vuelven de merendar. Piensan en una línea otoño invierno, servirá para que el frio se entretenga
En Bacaramanga la ansiedad se dosifica en píldoras. Nadie las toma salvo que un amigo haga algo espectacular. Así le demuestras que estas asombrado y como el asombro abre los ojos a las dos horas tienes ya más vista que nadie y las cuencas se hicieron mares. Es muy divertido ver pasar a los ansiosos parecen gente de ot ...ro planeta. Y solo pueden decir Oh! Porque su boca se torna redonda. Por un amigo tomas lo que sea.
Un día en Bacaramanga todo se retrasaba. Los desayunos parecían almuerzos. Las ropas se arrugaban al mirarlas y la mañana parecía un medio día caluroso. Preguntaron al sol y a la luna pero ellos siempre juegan con ventaja y miran para otro lado cuando del tiempo se trata. Una planta pocha respiraba mal. Las raíces se h ...abían enredado en la maquinaria de un juguete y un niño había dejado de respirar.
En Bacaramanga no gustan de los concursos. Son aburridos. A veces organizan alguno y solo es por animar disimuladamente al que se descentró. El que lo necesita, gana



Un sorteo es una alegría. Reparten el mismo número para todos y solo hay uno que sale y toca siempre. Los premios van desde un beso a un patrimonio que si ...empre es cultural. El sol reparte las boletas y un soplo de aire pone la mano que nunca es inocente
En Bacaramanga hay unas plantas que siempre tienen flores. Los colores cambian con el día, sencillas en apariencia, aunque salen tantos capullos que no puedes encontrar las hojas. Imprevistas. Así las llaman porque se abren cuando menos te lo esperas. Dura un instante que se puede alargar si las miras con buenos ojos. ...Lo mejor, el aroma que desprenden. Nunca es el mismo y te sorprendes. Son Plantas Imprevistas.
En Bacaramanga es tan importante la compañía como el amor o la ilusión. Es importante porque si das con un buen acompañante lo uno lleva a lo otro y la mezcla llena tu vida hasta el punto que desborda. Lo desbordado cae en la tierra y nacen las más bellas plantas que cantan al rozarse sus hojas. El aroma es el que toma ... el limón cuando flota en arroz con leche. Que siempre se ofrece para crear un “nomeolvides”.
En Bacaramanga llega el día del cuento



Se juntaran en la plaza, en riguroso orden de inspiración cada uno ira contando su historia


Lo preparan


Uno se ha subido a un árbol para hablar de la lejanía. Otro ha cazado unos suspiros para contar del amor. Alguno está durmiendo con mantas hechas de rayos y cuenta la biografía de ... la centella


Y las palabras se empiezan a ver correteando por las cocinas vestidas de mayúsculas
Hoy en Bacaramanga han repartido lupas. Se elogia a las reinas de los escalones. Las pequeñas plantas que nacen de la nada en los huecos de las piedras. Son tan esforzadas y tan tímidas que piden a las arañas las cubra con su tela. Y es una gran fiesta donde lo pequeño se hace visible. Firmaran autógrafos en las pecas de los amigos…por el recuerdo.
En Bacaramanga el tiempo no se mide por años, se mide por metros. Si encuentras un amigo puede que te diga: “Hola. Me alegro de verte…hace por lo menos dos metros que no nos encontrábamos!” Los calendarios son espirales y en vez de tener rayitas lo que tienen son agujeritos y esto es porque si miras ves las cosas mucho ... más cercanas y además…es una manera de pasar el tiempo.
En Bacaramanga tener un portal es algo normal. A veces en una calle solo ves portales con sus largas listas de timbres dorados que suenan y se llaman a si mismos solo por animar el paseo. Los hay con grandes plantas que terminan al final del pasillo que conduce a un ascensor para subir al zoo. Otros se colman de espejo ...s y todos se acercan a jugar con ellos. Son de plástico y ondulan a voluntad, siempre hay gente aquí
En Bacaramanga las deudas no se pagan. Es un privilegio tener una deuda. Se piden las cosas prestadas o favores para poder deberlos luego. El lazo que se forma entre el solvente y el endeudado es de color malva que queda bonito con todo. Los lazos se deshacen en un par de días y corren a endeudarse de nuevo. El interes ... se cobra con el roce y siempre es alto porque sobre todo, se gustan.
En Bacaramanga no solo existen las dimensiones que vemos. Los planos serpentean, los largos menguan, lo profundo desconocido se visita…no se quedan con lo evidente. Usan los sueños para sumergirse en ese espacio que un ojo guiñado no puede ver. Todas las dimensiones están conectadas por eso si pones un pensamiento en l ...a punta del dedo y tocas algo viajas por el espacio. A veces es como hacer música con las estrellas.
UN día en Bacaramanga todos se pusieron manos a la obra. Lo de arriba, al lado. Los dentros fuera para la limpieza están. Un color distinto para ser la tónica dominante y han lavado el envés a todas las hojas. La comida se hizo con pistilos cocidos y las salsas han salido bien. Emparejan los zapatos por alturas y las t ...azas renuevan los votos con las cucharillas. Un día provechoso que…no guardamos en la memoria.
 En Bacaramanga espirales luminosas andan jugando con los agujeros. Es la realidad que es sometida a observación y si ven que sus colores no son sólidos le darán una pequeña descarga para apuntalarla bien. Las circunstancias se ponen contentas, les gusta lavarse la cara con agua de lluvia y como son elásticas se acoplar ...an. El resultado siempre es una espiral que se muerde la cola.
En Bacaramanga…En Bacaramanga…En Bacaramanga…o en cualquier otro lugar. Tú puedes ser feliz. Y esto…debería ser imperativo.
En Bacaramanga lo normal es que cuando ves una puerta entres. La placidez está en todas partes pero suele sentarse en las casas por guardarse del viento que no es más que la brisa enfadada. Se enfada porque es una amante loca. Se empeña en dar furtivos besos al rocío y este resbala al toque. Es un amor imposible que so ...lo podría darse detrás de una puerta. La placidez cose botones a los melones, no les gusta el aire.
En Bacaramanga hoy han comido deprisa. Es el día en que todo puede pasar. La luna almorzó con unos cangrejos y el sol aún no se ha levantado. Una directriz se ha curvado tanto que el camino más corto es eterno. Los pies crecen por momentos y miran tiernos a las manos. Se respira profundo que el día huele a locura. Han tomado medidas…para desayunar.
En Bacaramanga no existen las parejas. Cada uno es independiente, único. A veces viven dos o más personas juntas…por más o menos tiempo y se aman



De vez en cuando hay algunas personas que traspasan la norma. Y es que detrás del amor más pasional se enciende una luz


Es más que amor


Sienten lo que el otro siente de tal man ...era que se hacen uno y un día donde había dos…una luz solida enseña lo que es el verdadero amor
En Bacamanga las risas son un lenguaje que todos entienden. Pueden tener la conversación más interesante salpicada de carcajadas, risas suaves o sonrisas. Los coros son gente riente que entona melodías tan bellas que hasta las flores acompañan y los arboles brindan como si celebrasen algo. Han conseguido tal perfección ... que han hecho de la risa un idioma que todos entienden. Un idioma que solo trasmite felicidad.
En Bacaramanga las posibilidades son tantas que a veces se despistan. Lo mismo que los sentimientos, aunque a estos los puedes encontrar en la tienda de pasteles merendando. Hay una mujer que es una psicomaga. Todos la quieren por ...que sus facultades son tan enormes que con solo charlar te sientes bien. Tiene tantos poderes que solo ha besado cuatro veces porque cuando esto pasa una estrella baja del cielo y se convierte en su hija. Ella está encantada pero no quiere quitar la oportunidad a otras personas. Y les enseña a besar.
En Bacaramanga despertaron con alegría. El sueño salió por la ventana a mirar quien hacía sonar cascabeles. Todos acudieron aún sin vestirse porque la algarabía es lo que tiene. Allí en la plaza estaba plantada la carreta más colorida que jamás se vio. Era un chamarilero que traía cosas imposibles, versos en tarro o miradas lascivas en pastillas. Si entrabas epodías ver estrellas tomando el té. Jerséis tejiéndose a si mismos…No querías dejar de mirar.

viernes, 1 de octubre de 2010

En Bacaramanga un rayo cósmico les hizo una visita. El sol se esconde y las estrellas miran de soslayo. Los rayos son divertidos pero los cósmicos…les gusta hacer bromas y no pueden parar. Se meten por la nariz y quedas iluminado un día. O entran en la cocina y asan las patatas dentro del saco. Si entran en un instrumento se pondrá a sonar y no parara nunca jamás. Por eso cuando le ven venir los meten bajo tierra.

jueves, 30 de septiembre de 2010

En Bacaramanga es difícil caer en la cuenta. Tiene alrededor una valla de madera con flores naranjas y esto evita despistes. Las sombras son diferentes. Pueden jugar a las adivinanzas o hacer excursiones sin contar con nadie más. Al sol no le gustan las impertinencias y se queda en lo alto para persuadirlas. Y ellas que a estas se dan cuenta y se sienten pequeñas no quieren perderse nada porque la vida de una sombra solo dura lo que el sol quiere.
En Bacaramanga los días buenos se repiten. Solo otra vez. Hay niños que han nacido dos veces de bonito que es el asunto. Hay días de amor que quieres doblar y una buena charla no se debe terminar si grandes resoluciones. O las fiestas donde hay tantos amigos que no te da tiempo a saludar y las canciones doblemente degustadas…Se repite la jornada y tus ansias quedan tranquilas. Un día puedes ser tú y otro…quien desees.
En Bacaramanga han encontrado una botella llena de Civilización. Repletita estaba de legajos cuidadosamente escritos. Leyeron y releyeron. El tapón tenia aroma a desinterés y por más que lo intentaban no podían dejar de oler aquel tapón. Tan fuerte era el aroma que volvieron a meter todo a la botella y la tiraron en un pozo abismal. El tapón también. La Civilización tenía demasiadas normas y aquí no se entienden.
En Bacaramanga hubo mercado y todos se pusieron colores por montera. El nuecero llevo las más hermosas nueces. El abichuelero hizo gala y collares de tan brillantes que eran. Las manzanas tenían un color espectacular y los tomates que llegaron verdes sonrojaronse por el aplauso. Y el rocío ante la idea de ser pendientes en orejas finas se vistió magenta y en copas camino por entre las mesas. Nadie se comió nada por respeto. 
En Bacaramanga no para de llover. Se desbordo una nube obesa que no quiere privarse de nada. Caen gotas rotundas de pros y contras. Se bañaron los secos. Los nadadores agitan sus brazos y solo se desplazan lo justo para que por debajo floten las hojas. Los pros llenando vasos andan y los contras echan rodajas de limón para que el trago sepa mejor.  La nube hace guiños y cuando ríe parece que truene. Sera mañana cuando el sol le regañe.

jueves, 23 de septiembre de 2010

En Bacaramanga es de ley la propiedad comutativa. Esto y aquello es igual a aquello y esto. Uno y Una son iguales a Una y Uno. Por eso nada es envidiable. Y a veces en las igualdades Uno trae manzanas, Una hace pasteles…y estos o aquellos se los comen. Si conmutamos…ni te cuento el orden que hay.
En Bacaramanga Inoportuna vive en un sótano. Revolotean las dudas en el pomo de su puerta que siempre esta pegajosa porque lo que más le gusta es la miel. A veces pisas la puerta despistado y ella cree que le llamas y abre. Y tú tontamente te caes. No te haces daño porque tiene hierbas alrededor. Un día quisieron vestirla de rojo, por verla venir y ella no quiso quitarse el color de la noche. Es feliz dando sorpresas.
En Bacaramanga hubo mercado y todos se pusieron colores por montera. El nuecero llevo las más hermosas nueces. El abichuelero hizo gala y collares de tan brillantes que eran. Las manzanas tenían un color espectacular y los tomates que llegaron verdes sonrojaronse por el aplauso. Y el rocío ante la idea de ser pendientes en orejas finas se vistió magenta y en copas camino por entre las mesas. Nadie se comió nada por respeto. 

lunes, 20 de septiembre de 2010

En Bacaramanga la autocomplacencia es un rito, un sentir. Aquí no hay dioses a quienes agradecer la naturaleza en la que viven. Por esto sienten que Todo es todos, que no es una cinta sin fin. El principio es el dormir y el despertar. Vivir conscientes de ser los creadores, los mantenedores, los usuarios de esto es la liturgia. 
En Bacaramanga a veces puedes ver cómo andan chupando, dando lengüetazos a las cosas, saboreándolo todo. No es que el aire sepa a dulce. Es que allí tienen la idea de que las cosas, la vida en general es como un helado de cucurucho. Todo tiene un aspecto apetitoso, lo miras y da la sensación de que sabe bien. Incluso las personas son sabrosas. Si ves algo y no le darías un lengüetazo…no es de Bacaramanga.
En Bacaramanga hay uno que no puede terminar nada. Empieza entusiasmado la tarea y nunca ve el final. Se sentía un poco atribulado por esto y no quería merendar. Un chico que por el lugar pasaba lo vio tan mirando al futuro que creyó tenía que ayudar. Lo llevo al árbol más grande que tienen. Sintió que era como un árbol, nunca terminan, rama tras rama miran al cielo y suspiran.  
En Bacaramanga con un solo ojeo pueden reconocer como se viste el día. Si el sol anda despistado los verdes se tercian oscuros y son las mariposas las que con paciencia tienen que decorar los campos. Si la luna se resfría y suda algodón serán las veletas las que giren para escampar las torundas. Y la gente suele cerrar los ojos mientras desayuna porque el olor a fresco lo invade todo y el café se hace rocío.
En Bacaramanga había uno que no oía. Se le gastaron los oídos. Desde siempre supo que esto pasaría porque tenía la facultad de oír sin querer. No lo podía remediar todo lo que sonaba, él lo sentía dentro, entraba por sus orejas como el agua por la boca de un vaso.


Uno que paso por allí le dijo…¿Por qué no oyes por los ojos? Y desde ese día espera que alguien pinte la vida para poder oírla.
En Bacaramanga tenían un Triz. Todos nacen con gran inventiva pero ellos en un afán de no desperdigarla la tienen depositada en este bello lugar. Allá que todos llegan con las nuevas ideas que rápidamente se ponen en marcha los miércoles al despuntar el día. Por la tarde ya han comprobado si quedara adjunto y en compañía. Un Beat le pone ritmo a los proyectos y causan sensación. Siempre se dijo, la inventiva da muchos problemas.
En Bacaramanga hay un método de siembra que gusta mucho. Todos escriben su nombre en las semillas y se insaculan, luego una inocente medusa las ira repartiendo por los campos. Cuando salen los frutos tienen escrito los nombres dentro y el que la ha cuidado llama al interesado que vivirá en su casa hasta la próxima cosecha. Esto es muy divertido porque los insaculados disfrutan con la sorpresa, es un sorteo en el que todos ganan.
En Bacaramanga hay una suerte que nace en la suela de los zapatos. Se desparrama como el olor y lo impregna todo. Unos dicen que es la pisada contundente del que baila, otros que es la tierra que en las huellas se regodea. Y dicen que los primeros pasos son los que cuentan porque en la avanzada llora el retroceso y es como un viaje al futuro. La patada es el exceso y trae complicaciones, demasiada suerte es nociva. Los pies se sienten cómodos siendo los portadores y se enteran de todo antes que nadie, qué pena hablen tan bajito.
En Bacaramanga puedes darle a la gula que no engordas. Puedes beber muchísimo. Y fumar lo que desees…ES BROMA! Esto es Bacaramanga no Jauja. Que sin ser tan bonito, las acciones no tienen consecuencias. Aunque no lo creas, es mucho más aburrido, tanto que algunos se han cambiado de lugar. Volverán en unos días, tanta juerga despista a la sabiduría y uno olvida hasta su nombre.
En Bacaramanga hay un tren que no necesita raíles. Tiene vagón restaurante y en la carta solo hay aceitunas y vermut. Como aquí no hay estación el tren llega a la puerta de todas las casas y para a su hora sin demora. Los retrasos son pactados…a los amantes hay que hacerlos esperar. Entran los ardientes y los pasajeros se bajan en la siguiente casa donde harán una fiesta mientras esperan vuelva a pasar. Que un encuentro ferroviario siempre es respetado sobre todo porque hay juerga asegurada.
En Bacaramanga hay una orquesta donde todos son instrumentistas. Son todos voluntariosos y gracias al buen oído que poseen todo suena muy acompasado. No es secreto el que las moscas se colocan cerca, se sientan en las orejas y son las que van ayudando a todos para que cada nota este en su sitio. Las moscas son unas melómanas increíbles. Hay un chico especial que no necesita moscas. Cuando él toca lo hace tan bien y le trasmite tanta pasión que todos se convierten en público. Tiene que parar de vez en cuando porque su música hace olvidar la respiración.
En Bacaramanga la primera intención es lo que cuenta. Suma posibilidades, resta inconvenientes y multiplica la oportunidad. Tienes ganas de beberte la vida y no necesitas ponerle azúcar porque la Intención puso de su parte. Los eructos suenan a blues.
En Bacaramanga se torno azul lo verde. Y malva lo amarillo. El naranja subió un tono y en rojo se convirtió…no salen de su asombro, ahora toca ver si esta tormenta de rayos y truenos termina bien. Los rayos juegan entre ellos y hacen lazadas, a veces parece macramé. Los truenos siempre quieren sobresalir y suenan como una gran orquesta de tambores.




Hay que parar para disfrutar del espectáculo. Las nubes ponen la bebida y los hornos asustados…escupen pan.
Uno de Bacaramanga se fue de excursión. Vio que celebraban una fiesta llena de color, carrozas con príncipes y principesas, colores en los globos y las palabras…y se unió a la fiesta. Alguien le pregunto qué era lo que se celebraba y no lo tenía claro. Sintió pena de los que solo se juntan, bailan, celebran fiestas en días señalados.
Un día en Bacaramanga una explosión de luz lo inundo todo. Entro por los grifos y los agujeros de la nariz. Se instalo en los pétalos, las semillas y en la arena. Todos se quedaron quietos aguantando la respiración por unos minutos y cerraron los ojos. Hoy toco luz purpura. Ya están a la tarea sacudiendo los pigmentos que han quedado repartidos por todas partes. Es gracioso, hacen pipi oriental…que parece tinta china.
En Bacaramanga tienen la costumbre de sentarse por las noches en los tejados. El aire se recrea con las ropas, aturulla los botones, que se desabrochan raudos. Se sientan y miran el cielo. La luna les hace ojitos que es zalamera y las pocas nubes pasan con cierta velocidad. Cuando ves este paisaje donde luna y estrellas aparecen y desaparecen por las de algodón tienes la sensación de que estas en el autobús y es la tierra la que no para hasta la próxima estación.
En Bacaramanga pasan cosas inesperadas. Brilla el sol, salen a merendar a la playa y llueve inesperadamente. No es el cielo que se molestó porque no fue invitado. Son los peces voladores que se sacuden y como están emparentados con los cangrejos…todos se comerán la merienda. Y no es de penar. Los cangrejos sueltan por detrás unas perlitas azules con las que se hacen los colgantes más bellos. Sirven para el verano porque siempre están muy fríos y se pueden chupar largamente.

martes, 27 de julio de 2010

En Bacaramanga un día descubrieron que los gusanos oscurecían. Andaban tristes y deslucidos. Una pena porque no solo acaban siendo los insectos más hermosos, además dan un hilo especialmente duradero, irisado y resistente. Jugaron con ellos. Poco a poco se fueron animando, acabaron siendo los masajistas de la comunidad. Se sienten importantes. Aquí los aman. Dan hilo, masajes y tiñen la vida cuando se hacen mariposas

sábado, 24 de julio de 2010

20/07/10 .- En Bacaramanga puedes ver a la gente una tarde mirando una puesta de sol, Viendo nacer una criatura o riéndose en exceso y tienen debajo de los ojos dedales colgando. Los usan de macetas para que las lágrimas no se pierdan. Las plantas que salen en ellas son tan excepcionales que duran toda la vida. La forma, el color y el sonido que emiten son únicos y se regalan como algo singular. Lo único, el olor que hace algo raro en la garganta y no se sabe que es.


22/07/10.- En Bacaramanga hay una fruta que se llama Olvido. Crece de un árbol naranja con hojas cuadradas. Penden de finísimos ramales estos frutos que cuando los tomas olvidas absolutamente todo lo vivido. Siempre hay alguien que pide la vez para tomar la fruta. Es una experiencia que no se puede repetir mucho. Lo olvidas todo.

Los demás se preparan con los recuerdos y las enseñanzas para volver a llenarte, que vacio quedas. Puedes dejar por escrito lo que no quieres recordar y hacer una lista con lo que deseas aprender. Es todo un divertimento, a veces hacen bromas y te cuentan otras historias, diferentes a las que viviste…siempre mucho más divertidas.

23/07/010.- En Bacaramanga el dolor esta en un agujero. Un profundo pozo, diría yo. Nadie nunca bajó y mirarlo desde arriba resulta cuanto menos peligroso. Y miran. Cuando el dolor vivía mezclado con la gente usaba una túnica gris y siempre andaba arrastrando los pies. No contribuía en nada para el buen hacer social así que se le fue obviando. Tanto que un día cayó en el hoyo y nadie le dio la mano para que saliese.
14/07/10.- En Bacaramanga hay un trozo de calle en el que si entras te besan y abrazan. Aquí eso es normal en cualquier parte pero se les ocurrió la idea porque a veces te tomas un chocolate, hueles a pan recién hecho, tocas un cachorrito…y deseas que te quieran ya. Así que pasas por esta calle y…asunto resuelto. Aviso. El sistema no tiene patente.
07/07/10.- En Bacaramanga no se pinta con el color negro. Este color es un poco abusón porque sale por horas y disimula bien. A veces no sabes si es un infinito agujero o una sombra. Si cubre o ahueca. Es en resumen un color irremediable. Por eso nadie lo usa para pintar. Y los iris de los ojos aquí son trasparentes y luminosos. Las miradas hablan…dicen tanto…


09/07/10.- En Bacaramanga todos se quieren tanto que viven a veces con unos y otras veces con otros. Y cuando dos de ellos se aman más de la cuenta, hacen un encantamiento. Con el tiempo han unido sus vidas de tal manera que en el abrazo quedaron pegados y nadie se atreve a separarlos. Ellos responden a ambos nombres como si solo de una persona se tratase. Y nadie puede diferenciarlos porque son uno.

13/02/10.- En Bacaramanga por su idiosincrasia nunca se vuelve a la normalidad. Las celebraciones que son preludio de fiestas hacen que todo el mundo se sienta bien. Son casi uno en sintonía y es tan grande el gusto que nadie quiere dejar de festejar. Y esto pasa muchas veces. No hay calendarios pero si los hubiese todos los días tendrían color rojo.
29/06/10.- A Bacaramanga llego un Nosepuede y todos se quedaron estupefactos. No dejaban de mirarlo porque el color que tiene es feo de verdad, tan feo que no tiene nombre. Por más vueltas que le daban no veían el modo de cogerlo, que tiene un tocar muy poco agradable. El peluquero se dio cuenta enseguida. Le puso un mandil y saco su tijera…el No se fue a la basura. Que agrado, ahora todos le animan y huele mucho mejor.


02/07/10 . - En Bacaramanga los mosquitos y las pulgas son procrastinadores. Ellos son los que más esperanzados viven del mundo, siempre piensan en el mañana…y mientras tanto viven la vida oliendo las flores, tomando helados o contando las cosas que habrían hecho si su tiempo no fuese próximamente.
17/06/10.- A Bacaramanga volvió. Ya olía y el color enternecía los lagrimales. El regreso alegra y el encuentro emociona, esperas que las piedras te pellizquen los carrillos como una tía soltera. Los bancos te guiñan un ojo para que te sientes y los bollos te saltan encima de las mesas. Los vecinos te abrazan y solo uno te recuerda que nunca te fuiste.


22/06/10 .- En Bacaramanga los dedos de los pies se despiertan los primeros. Están atolondrados porque es un día grande y hoy los corazones palpitaban tan fuerte que nadie durmió. Cuando nace un niño en Bacaramanga las estrellas esperan al lado del sol y la luna pone refrescos en la nevera. El amanecer, los primeros rayos de luz solo saldrán cuando el niño ya huela las flores. Y a este pequeño le llamaron Cata porque será una princesa como todas sus hermanas.

27/06/10.- A veces los de Bacaramanga se acercan a un estanque que hay en lo alto de un prado. Tiran cestos de tela para pescar.

La gente dice: “…He perdido el tiempo!; Qué pérdida de tiempo!; Venga que perdemos el tiempo!...” Bien pues ese tiempo perdido acaba en este estanque y con los cestos se puede recoger y usar para lo que uno quiera. Además lo puedes congelar y tenerlo para esos días que no sabes que hacer.
29/05/10.- A Bacaramanga llego un matrimonio y se quedaron a vivir allí. Buena gente y muy cariñosos, sobre todo con su mascota que era un churro y no una porra. Contaban que una mañana fueron a desayunar y solo quedaba un fino churrito. Les miro con tanta gracia que desde entonces es su mascota. Todos sabemos que los churros se pasan…la mujer que ama a su compañero madruga todos los días y hace churros. Uno para ser mascota y el resto, el desayuno de todos los de Bacaramanga.


02/06/10.- En Bacaramanga hay un gran agujero que es el pico de una altísima montaña. El fondo del mar tiene una orilla magnifica para el baño porque casi no cubre y se puede dar un paseo por el horizonte donde el sol siempre anda puesto. Y a la luna se sube en ascensor pero se hace como si no se la conociese porque a ella le gusta ser inaugurada todas las semanas.

03/06/10.- Un día en Bacaramanga los pensamientos buscaban donde colocarse. Las personas son buenas portadoras. A veces creen que son suyos, otras no los entienden. Y ellos que siempre necesitan estar en algún sitio andaban despistados. Probaron a colocarse en la playa y los enamorados discutían. Dentro de un melón al sol…y las pepitas empezaron a germinar antes de tiempo. Al fin vieron el sitio perfecto…los caramelos!

En Bacaramanga querían hacer una película. Chico encuentra chica y se aman. Sexo. Chicos encuentran un anciano y aprenden. Instituto. El lugar se llena de extraterrestres con forma de gominolas. Ángeles bajan al inframundo y juegan a las cartas. Gobiernos que roban, gominolas acidas, ancianos asesinos y sexo…con final feliz. Y todo esto en una película en dos D.
23/ 05/10.- En Bacaramanga esencialmente hay dos sabores. Uno te embriaga, es dócil y actúa completando las viandas más exquisitas y hasta el agua la hace elixir. Y está bien, gusta. El otro es intempestivo, no siempre concuerda con lo que uno espera, puede ser una sorpresa constante. Hace picantes los dulces, mentoladas las patatas o salado el chocolate y…este gusta mucho mas. Si fuesen bolitas, uno sería blanco y el otro multicolor.


26/05/10 .- En Bacaramanga el sol salió por una urgencia. La luna tenía entradas para un concierto y se fue con las nubes…Dejaron las luces del jardín encendidas y la tierra se transformo. La piel cambio los tonos. Donde rosa, celeste y el tostado pasó a ser amarillo. Las pecas y los lunares se desbordaron y un sinfín de colores decoro las caras y los pechos. Gusto mucho la juerga y ahora el sol y la luna a veces hacen vacaciones juntos.

28/05/10.- En Bacaramanga hay un gusano de colores que es tan largo que no acaba nunca. Están acostumbrados a verlo porque nunca acaba de pasar. Tiene plumas de colores a los lados y te roza, haciéndote cosquillas. No se sabe si es infinito o circular porque nadie vio su cabeza ya que ojos, nariz, orejas y boca se repiten cada cierto espacio. Y es uno, porque solo tiene un nombre.

viernes, 21 de mayo de 2010

A Bacaramanga llegaron los dos andarines. Eran vecinos y amigos y quedaban todos los días para caminar juntos. Un día salieron y la charla comenzó. El paseo se hizo tan interesante que no pararon. Solo tienen una conclusión: la tierra es redonda y bonita para los paseos. De la charla ninguna conclusión salió pero que gusto da caminar con un amigo y charlar de lo cotidiano, lo filosófico y el sexo.
En Bacaramanga cuando se organiza una fiesta o un viaje se ilumina la vida. Todos se ponen a prepararlo y esto es casi tan emocionante como el mismo evento. Las contrariedades se convierten en una gran oportunidad donde el entusiasmo es tan fuerte que parara los vientos, despejara las nubes y el sol comprara los billetes o los farolillos de colores. Se masca la impaciencia y como un chicle se pegara debajo de una mesa.
En Bacaramanga si sueltas un beso al aire sabes que no se perderá. Los besos se esconden detrás de una rama, entre los pétalos de las flores, debajo de una taza o en la arena de la playa. Si alguien se lo encuentra se lo queda y lo guardara siempre porque se hizo oscuro objeto. Cuando lo sensual aflora usan de estos besos sólidos que producen un cosquilleo en la barbilla y desprenden feromonas por tooodas partes.

jueves, 13 de mayo de 2010

En Bacaramanga la empatía es un don…donde tú sientes, yo siento. Donde tú ries, yo estoy y sin ir mas lejos, juntos podemos seguir viviendo porque en Bacaramanga todos los verbos se conjugan en presente. Y el amor se siente en las miradas, en el roce y el bostezo. El yo y el tú son la misma palabra.
En Bacaramanga todo tiene importancia. La Importancia se vende en bolsitas de a cuarto y mitad, casi regalada. Cuando las cosas pasan a ser cotidianas y por costumbre el color se hace más pálido, sea una situación o una cosa le echan una pizca de Importancia y los colores reviven. Las sensaciones vuelven a ser espectaculares y a poco que hagas sientes ese cosquilleo en el estomago que da la emoción al vivir plenamente.
Un día en Bacaramanga tenían que hacer un viaje. Prepararon las maletas, dejaron al perro con el vecino y partieron para el camino. Es difícil dejar Bacaramanga, aunque sea por poco tiempo. El pie izquierdo que es juguetón sale disparado y el otro se queda pegado al suelo. Hay que convencerle que solo son unos días, que hay mucho por ver…y al final es él, te convence que levantarse por las mañanas ya es comenzar un viaje y mirar alrededor desde lo alto de la mesa puede ser un descubrimiento.
En Bacaramanga cuando se encuentran dos amantes, de los que se aman con pasión desenfrenada, se besan. Y levitan. Cuando un niño te besa porque sí, levitan. También si encontraste un amigo, en el abrazo, ascienden del suelo. A veces en las reuniones hay muchos flotando. A más amor más altura. Unos que tanto se amaban, tanto se elevaron que hicieron el amor en la luna y esta, la luna recordó como besa el sol.
En Bacaramanga tienen suerte con el pelo. Siempre crece lo que uno desea. Ondea al viento como las hojas de los juncos y no cae al suelo, siempre se queda en el cepillo, así se puede reciclar. Y es que el pelo de los de Bacaramanga tiene una propiedad inaudita. Ya te digo que es muy ajustable, cada uno lo tiene casi como desea, pero…Su cualidad es que no disimula nunca jamás y según tus devaneos se pone de un color u otro. Aquí si dices no y es sí, tu pelo se pondrá del color del cielo un día de sol. Si dices que algo es seguro y no lo es, tu pelo tomara un tono amarillo casi verde.
En Bacaramanga saben que las semillas tienen sentimientos. Las simientes se trasportan en vagonetas con alas y se dicen refranes para animarlas. Para ir al campo las ropas son del color de la madera. Se plantan acompañadas de canciones y los sembradores parecen bailarines. Siempre es una promesa de gozo y la espera se rellena con días de sol y nubes. Y pasaran de vez en cuando con los instrumentos porque las semillas en la metamorfosis necesitan ritmo.
En Bacaramanga todos están contentos. Uno que pensaba mucho descanso. Tanto pensaba que los lunes sudaba ideas y los jueves tenia globitos con palabras en la punta de los pelos. No sabían cómo decirle que no se puede controlar todo. Que la vida es como el agua de un rio que corre libremente y las piedras, los meandros solo son parte del juego, sirven para divertirse y si en el camino encuentras una cascada…no te lo pienses dos veces, tírate. Ha caído tanta agua antes de tu llegada que hay un buen espacio para que puedas nadar.
Un día en Bacaramanga un viejo se dio cuenta de que llevaba toda la vida coleccionando datos. Podía decir el nombre de todas las estrellas. Hablar en todos los idiomas, incluso las lenguas de los animales. Tenía memorizados mil libros de aventuras y recordaba todo lo que le habían dicho desde que nació. Y en esto pensaba que por un día no iba a recordar nada. Pasó el día y se sintió bien. Nadie aprecio el cambio y él se dio cuenta de que a veces el olvido es refrescante y no hay que tener miedo cuando todo parece nuevo.
En Bacaramanga pusieron unas puertas automáticas en un lado. No dan paso a nada en concreto y además solo caben dos o tres pasando a la vez. Pero…Quien no dice: “Ábrete Sésamo!” Esta frase y otras similares divierten mucho a los niños. En este lado eres flor y en el otro un saltamontes azul. En este lado eres príncipe y en el otro has conquistado un planeta. Da mucho juego una puerta automática y Sésamo está muy contento.
En Bacaramanga la plaza preferida por todos es redonda. Uno se siente acurrucado cuando está en ella. Es redonda porque las sombrillas son redondas, las tazas de café, el sol y la sombra. Es redonda sobre todo porque es el camino infinito. Entras en el círculo y caminas. Juntos, en fila, rápido o despacio, siempre caminas. Siempre con la templanza del que se siente libre para dejarla cuando quiera.
A Bacaramanga a veces llegan individuos con la palabra en la boca. Tienen tantas ideas a convertir en palabras que salen a borbotones y escuchando se entenderían. Pero quien quiere beber palabras por muy largas que sean? Se les mira con atención porque no dejan de ser curiosos personajes. Algunos parece que solo respiran dichos. Y poco a poco entre un silencio y otro les cuentan que las ideas interesantes, las que son útiles o conmueven se dicen en pocas frases. Ellas solas, las ideas saben muy bien donde colocarse y en que nariz hacer cosquillas.
.- En Bacaramanga se cultivan unas plantas que dan un fruto enorme. No se come porque sabe a suela. Veréis…cuando están maduros se acercan, meten un pie y el jugo se les pega. Le puedes poner adornos de flores o chispas de luz y tienes los zapatos más cómodos y bonitos que jamás se hayan visto. Se pueden usar muchas veces y cuando te cansas…solo tienes que enterrarlos y saldrá otra planta. También se puede meter las manos y salen calentitos guantes.
En Bacaramanga no se puede…como que no? Uno se levanta por la mañana y no está solo aunque no haya nadie a su lado. Uno decide qué camino tomar. Aunque no tengas sed, bebes solo por recordar el sabor que tiene la ambrosia. Chistas al sol para que te haga un guiño y puedes dirigir al viento para que vuele tus ideas y las lleve a la factoría. Los pájaros están atentos cuando pasas porque a veces les indicas que canción te gustaría oír…¿Cómo que no?
En Bacaramanga la precisión se lleva hasta el límite…más o menos, dos o tres veces…y si no se consigue se va a casa del mecánico y te regalara un bote lleno. Lo mejor de todo es el olor a Narudí, o era Andurí, Unirda, Danruí, Durian…no sé. La precisión huele que apesta en Bacaramanga. Y es muy puntillosa.

domingo, 11 de abril de 2010

En Bacaramanga la precisión se lleva hasta el límite…más o menos, dos o tres veces…y si no se consigue se va a casa del mecánico y te regalara un bote lleno. Lo mejor de todo es el olor a Narudí, o era Andurí, Unirda, Danruí, Durian…no sé. La precisión huele que apesta en Bacaramanga. Y es muy puntillosa.
.- Un día en Bacaramanga llego un vendedor ambulante. Venía desde muy lejos y se acerco porque oía risas y música. Todos lo miraron con expectación y le preguntaron qué era lo que quería…vender, claro. Así que nadie perdió el tiempo, todos querían algo de lo que allí se vendía y fueron vaciando la furgoneta. El hombre nunca antes se había sentido tan a gusto, se relamía por las ganancias. Al terminar, se miro la cartea y solo tenía dentro risas y música. Lo curioso es que se fue muy feliz.
En Bacaramanga ser diferente no es cosa curiosa, todos lo son. Lo raro es ser igual, no parecido…igual. Hay uno que tiene la facultad de poder escoger y cada día se levanta con la imagen de otro, con sus sentimientos, sus alegrías, sus gustos…Y es complicado porque cuando se encuentran parece un espejo y el reflejado se sorprende de sí mismo.
.- En Bacaramanga la luz vive. Respira colores y piensa rayos. Hay un momento espectacular en que puedes tocarla. No duerme pero descansa un poco por las noches, para dejar que la luna juegue a brillar. Al amanecer por unos momentos se solidifica y puedes tomar una porción. Cuando se quiere pintar, teñir o colorear algo se toma un recipiente y va al hotel del horizonte. Te despertaran a la hora justa para tomar tu parte de luz. Lo que hagas con ella…es cosa tuya.
En Bacaramanga han pasado por el medio. Ese punto que está centrado. Lo que hay a un lado y a otro hace nudos. Y se vive arremolinados dando volteretas como las cintas que a pesar del nudo se convierten en un bonito lazo y sin duda es el adorno de un sorpresivo regalo. Aquí todos se enlazan y soplan para desatar los nudos, sobre todo cuando hay alguno en la garganta, producido por una emoción.
.- En Bacaramanga han oído que se hacen procesiones. Alguien dijo que la procesión se lleva por dentro y se han lanzado a la tarea. No es solo un caminar en grupo exaltado. Han decidido caminar juntos por las cavernas más profundas, las cuencas de los ríos y ver que se siente en el interior. Seguiremos informando.
En Bacaramanga los caracoles son infinitos. Aquí están clavados al suelo, solo se puede ver una entrada por donde el caracol sale a dar una vuelta. Las caracolas no paran de crecer y por eso perforan la tierra hasta las inmensidades. Nunca nadie pudo ver el final de los caracoles viejos. Se cree que atraviesan la tierra de un lado a otro. Y si pones la oreja en la entrada no se oye el mar. Oyes canciones extrañas, los suspiros de la tierra en un idioma desconocido por todos.
Un día en Bacaramanga se encontraron dos amigos. Hacia tanto que no se veían…que cerraron los ojos para no perder la costumbre. Abrieron las narices para olerse. Y sus manos se entrelazaron tímidamente al principio, con emoción después. Se hablaron tan dulcemente y bajito que sus orejas se quedaron pegadas una a la boca de la otra. Sus pestañas se enredaron y el cabello se trenzo en una sola coleta. Nunca más se separaron porque no hace falta. Ya son uno como todos los amigos.
Un día en Bacaramanga decidieron dedicarlo a contar. Cuantas galletas desayunan? Cuantos pasos se da para ir al baño? Cuantas sonrisas hacen falta para desear un buen día? Cuantos juguetes entran en una bañera? O los cuadraditos que tiene esa camisa tan bonita…Al anochecer se juntan y cuentan lo que han contado. Lo mejor es sumar todos los datos y ponerle nombre. A las cosas les ubican números, a los números le ponen nombres.
.- En Bacaramanga las buenas ideas se tienen generalmente a la hora de comer. Se emprenden al anochecer y en la madrugada se miran de reojo por si algo ha salido raro. Es en la mañana cuando el sol dará su beneplácito, el viento sacudirá los restos y en el aperitivo brindaremos con vermut por los buenos ratos pasados. A la hora de comer…otra buena idea será la que anime la sobremesa.
.- En Bacaramanga no hay maestros. Todos explican lo que saben porque la sabiduría tiene que salir, es…como tener pies y no bailar. Andar con ellos es lo suyo, pero bailar…es inevitable. Todo el mundo siente que es como una libreta de apuntes, los conocimientos la van llenando, solo hay que releer los apuntes. Claro que hay letras que lo enmarañan todo y aprendemos como bailar con la nariz.

domingo, 21 de marzo de 2010

En Bacaramanga el amor sale por los poros. Son los amantes los que inician el camino porque andan iluminados. Un estado amoroso llega por sorpresa y tiene la entonación de un bolero, suave, alto y profundo…decadente. Porque el amor es un estado transitorio, que ilumina y da paso a la felicidad, que es mucho más sentida, como una balada. Y aquí todos bailan con todos y nadie conoce la tristeza ni dice nunca…nomeolvides.
En Bacaramanga hay un columpio en el árbol más alto de todos los arboles, en el prado mas índigo. Cuesta un poco llegar pero merece la pena el esfuerzo. Es un paseo que comienza con una decisión y solo se puede ir de vez en cuando. Sudando emoción te sientas en el columpio y te agarras fuerte. Un balanceo suave, unas flores que bailan y el mundo entero se mueve. En este árbol es el mundo quien se columpia.
En Bacaramanga no creen en la competencia. Siempre hace uno lo que puede y aunque no llegue no queda nunca el último. Porque el primero siempre espera y se cumple en grupo. No hay metas. Vivir es ya una ganancia que no tiene precio. Solo hay que estar atento y no dejar escapar ningún detalle.
En Bacaramanga pocas cosas se quedan sin resolver. Es fácil el entendimiento y la concordia. Para que nadie se aburra el viento en ocasiones sopla a ras de suelo y esconde algunas palabras, un papel importante o un sentimiento. Solo a la vuelta de la esquina. No se sabe cuál. Por eso aquí todas las esquinas son lugares de reunión y se celebra que todo salió bien. La espera se vuelve dulce y se toma con anís.
En Bacaramanga ya está todo preparado para el desfile. La alfombra es multicolor así que los trajes este año tienen que ser excepcionales. El público se coloca a los lados para aplaudir tal evento. Ya llegan! Están aquí! Brillan con luz propia! Con la suya y la de sus zapatos que son como lámparas portátiles.


Todos participan y la exposición solo tiene una pauta. Todo tiene que coserse con fino hilo de ironía.
En Bacaramanga hay días de cine. Hay momentos de película que deben ser plasmados en la negra cinta de celuloide. Unos días vemos filmes con historias imposibles y otros…podemos estar largamente disfrutando ante la visión lenta, grandiosa y real de momentos repetibles. Que solo de este modo se nos antojan vivos y son siempre vividos. El tiempo que toma un grano en despuntar…El baile delicioso del que escribe algo serio, esa mano que danza con la música de las palabras.
En Bacaramanga había una persona a la que le sucedían cosas inusitadas. Pensaba poco porque siempre pasaba algo cuando esto hacía y los vecinos le miraban de reojo, se notaba porque un par de moscas hacían de comparsa. Nació con un don que pocos consideran. Sabe predecir lo que pasó. Y no exactamente el momento. Cuenta como se sienten las lenguas ante un sucedido. Que si se marean antes las muchas palabras usadas…que si hubo excesos en la saliva antes de un beso, o como se tuvo que esconder cuando mandaron callar.
En Bacaramanga andan con desasosiego. Hace días que oyen toser al sol y la luna no para de moquear. Las estrellas miran curiosas estos fenómenos y en Bacaramanga se preocupan. No se puede ir a al fondo del mar sin abrigarse. Una sirena se ha casado con un pulpo gigante, uno de esos que viven en las profundidades. Invitaron a todos pero quien no sabe que a más profundidad mas fresquito? Y las estrellas no paran de pasarles pañuelitos y chocolate caliente.

domingo, 28 de febrero de 2010

En Bacaramanga cuidan los juguetes. Todos hacen alguno de vez en cuando y son recibidos con expectación. Y cuidan los juguetes. Hay algunos que están hechos con tanto ingenio y gusto que no parece cobren vida, la toman y acaban danzando por todas partes. Los mecanismos, las maquinarias se recrean y ganan la partida. Luego los autómatas acuden a las fiestas y se vuelven independientes. Y cuidan los juguetes que desde los rincones te miran.
En Bacaramanga el gusto se anima por el color. El tomate queda bien con todo e incluso se le puede sacar a pasear porque ese rojo…Los plátanos sin embargo son mas de por la noche y no hay nada como llevar unos racimos de uvas negras a la playa, los granos resaltan tanto que los peces salen a mirarlos y si pueden, tomar uno o dos. Y el amor tiene color blanco para que todo lo que pongas encima…sea una emoción.

viernes, 26 de febrero de 2010

EL SON DE LAS PALABRAS EN BACARAMANGA...

En Bacaramanga la palabra “Zunzunear” se usa para los atardeceres. “Vamos a zunzunear al rio”. Y allí se acercan a escuchar el murmullo de las aguas, las plantas y los peces. Es muy interesante traducir estas conversaciones porque siempre son filosóficas, de las que se quedan contigo unos días para que las degustes. Lo mejor son los peces que aman el lenguaje del sarcasmo y provocan risas entre los oyentes.
En Bacaramanga hoy suben al monte. En una cueva al lado de la cascada se siembran champiñones y palabras. Se le da al cultivador las palabras más hermosas. Las siembra junto a las setas y al tiempo maduran los más exquisitos hongos y magnificas fabulas. Primero despuntan las hojas con algunas letras sin sentido y a medida que crecen se recomponen en páginas completas. Unas se encuadernan y otras se cocinan.
En Bacaramanga el olfato de las personas es poderoso. Incluso cuando duermen los sueños tienen olor. A veces cuando algo no está bien definido es el aroma que desprende el que ayuda. Pueden ir por buen camino siguiendo esta senda, incluso si cierran los ojos. Cada partícula de este lugar tiene su propia intensidad y es tal la importancia que los amantes se zambullen en su cascada y nunca lo olvidaran.
En Bacaramanga cuando algo contraria no se enfadan, no lamentan el incidente. Solo meditan unos minutos a ver qué cosa buena puede salir de el. Si algo no sale como uno esperaba seguramente es porque tenía que salir de otra manera. Las grandes sorpresas están detrás de un sentimiento, bien sea de emoción, bien de sorpresa. Y tienen un color necesariamente claro.
En Bacaramanga tienen un sistema infalible para sentirse bien. Hay un altillo en mitad de la plaza. Cuando quieren animarse en un nivel alto se suben a él. No tienen que decir nada, todos los que pasan y lo ven se quedan un rato vitoreándole. Le dicen cosas como:”Tu luz nos ilumina!” “las flores te copian el peinado!” “Hueles como un amanecer!” y claro con estos ánimos todo lo que se emprende sale colosal.
En Bacaramanga todos los jueves en la madrugada pasa un fenómeno que hace estar en pie a todo aquel que siente mariposas en el estomago. Nadie se pierde el momento de los lazos. Dura poco más de un minuto y las imágenes que quedan grabadas en los que lo ven duran hasta la próxima vez. Cuando se ama de verdad, con pasión a otra persona o a si mismo se crea un lazo y estos aparecen visibles, casi se pueden tocar todos los jueves en la madrugada. Todo Bacaramanga se enlaza. Algunos hacen rocambolescos dibujos según sea el amor dado.
.- En Bacaramanga hay un día al año en el que todo parece tener una magia especial. El sol coloca su luz sobre algunas nubes singulares y estas gotean agua lentamente…Todos se preparan para la ocasión porque en un momento Bacaramanga se convierte en una fractal de infinita belleza, únicamente comparable con el complejo funcionamiento del césped donde los bichillos se pasan el día amándose locamente. Solo si estás preparado puedes ver ambas cosas, una con los ojos, la otra…con los pies.
En Bacaramanga hay uno que cayó del cielo. Y decía: “Movime tanto, tanto, tanto…que nunca sé donde ando” Por eso le han regalado un collar. Es una pizarra que tiene escrito: “Que Sitio más Bonito…¿Dónde estoy?” Y cuelga un pizarrín para que se lo escriban. Claro que todos le ponen cosas como…En el cielo!; En la Estepa; A la izquierda; Arriba!; En la luna!...y se la pasa contando historias de lo bonito que es A la Izquierda o el calor que hace en la luna.

martes, 9 de febrero de 2010

En Bacaramanga a veces gusta viajar. Son apreciados los conductores que saben perderse. Solo en el despiste ante un cruce de puede descubrir la tierra siempre prometida. Maravilloso lugar que será recordado con emoción. La sorpresa más grande puede estar a la vuelta de una curva que nunca pensaste girar. Y los carteles no dicen nada de estos magníficos lugares. Al destino se llega sin camino.


Hola amigos.
En Bacaramanga todo tiene una metamorfosis. A veces es lenta, previsible y otras rápida, sorpresiva. Y nunca nadie puede predecir qué ocurrirá. Tanto es así que vivir es una constante emoción, un estar atento porque no siempre hay novedades pero sí estrenos. Hoy el sol tenia pecas y las nubes no querían quitarse el pijama…un día más para la expectación y la sorpresa.
En Bacaramanga le dan mucha importancia a las huellas. Hay una montaña que tiene una tierra especial. Si pisas se queda para siempre marcada. Y tiene la peculiaridad de que cuando te pones encima de la huella de otro sientes a esa persona. Por un instante ves sus sentimientos. Por eso comprenden lo que los demás hacen. Es fácil ponerse en los pies de otro.
En Bacaramanga hay un señor que tiene un amigo en otro planeta. Siempre están mandándose astromails y esto es muy divertido porque los demás aprovechan para pedir deseos…Que no conoces los astromails? Son las cartas que se escriben en las estrellas y salen a toda velocidad…estrellas fugaces las llaman algunos. Siempre tiene un astrolabio en la punta de los dedos.


La velocidad no es proporcional al desplazamiento…por más que corro nunca llego a tiempo. Y es que a veces el camino es tan agradable…si me paro deja de ser camino para ser lugar. Y a lo lejos está el destino esperando mi llegada.
En Bacaramanga los puntos más débiles de las personas no se esconden. Al contrario, se ponen carmesíes, como los granitos. Nada hay que desprenda un color más emotivo que estos toques luminosos. Y jamás, digo jamás nadie los tomara como ventaja, al contrario la luz que emanan produce una gran tranquilidad. Y todos tienen alguna linternita consigo a la que aman.
En Bacaramanga hay una gelatina especial que sirve para todo lo que te puedas imaginar. Se puede comer. Puedes pintar la fachada de una casa. Usarla para hacer globos. Hacer que el suelo parezca un espejo. Calentarte los pies después de chapotear en un charco. Y desde luego lo mejor…puedes bañarte en ella y todo tu cuerpo se recarga de energía, la piel se tersa, los ojos recuperan la mirada del que tiene una sorpresa y tienes la sensación de que creces un poquito.

viernes, 29 de enero de 2010

En Bacaramanga cuando viene un niño nuevo lo llevan enseguida a un estanque que hay debajo de un gran árbol. El estanque tiene unas aguas tan cristalinas que cuando los recién nacidos se asoman refleja la imagen que tendrán dentro de cuarenta años. No se puede guardar esta imagen más que en la memoria de la abuela paterna. Y todos andan detrás de ellas preguntando cosas y la abuela ya sabe que a este niño le gustaran las manzanas y tendrá un bello color.
En Bacaramanga no existen los noticiarios. Aquí cuando pasa algo corre como el agua de boca en boca. Todos participan en armonía para el buen funcionamiento de las cosas. Y no necesitan consultar al hombre del tiempo porque ya desde que nacen saben la temperatura. Si está muy fresquito son bajas y si el sol calienta las ideas es verano. Si hoy llueve…mañana puede que también o puede que no.
En Bacaramanga está lloviendo. Se recomienda salir descalzos, sin sombrero y con jarros. Hay que aprovechar esta lluvia regalada que por gracia de las nubes hoy tiene sabor a dulce. Llueve tanto que los peces de mar y del rio han quedado en el parque para jugar a las canicas con las caracolas y charlar, enseñarse las fotos de las fiestas y comentar los nuevos casamientos.
En Bacaramanga hay grietas en las paredes y a veces faltan tejas. Son ellas que tienen vida propia. Podrían cambiarse de sitio si les diese la gana. Si les gusta la fiesta se ponen a bailar o juegan al escondite de tejas. Cambian la dirección de las escaleras o abren una ventana si piensan que el sol entrara mejor. Esperemos que no quieran salir a navegar.
En Bacaramanga la risa se tiene en gran estima. Puedes sentir en los pies las gracias de las piedras que son, muy a su pesar los seres más chistosos del universo. Todos le echan la culpa al sol. Que parece soso pero les cuenta unos sucedidos tan graciosos que las piedras no pueden aguantarse. Los pies que son amigos de ellas se contagian y es normal ver a los de aquí riéndose solos o en multitud. Las sandalias de madera aíslan un poco porque siempre se ha sabido que la madera es mucho más comedida y solo sonríe entre las vetas.
En Bacaramanga tienen un sistema infalible para sentirse bien. Hay un altillo en mitad de la plaza. Y cuando quieren animarse en un nivel alto se suben a él. No tienen que decir nada, todos los que pasan y lo ven se quedan un rato vitoreándole. Y le dicen cosas como…”Tu luz nos ilumina!”; “las flores te copian el peinado!”; “Hueles como un amanecer!”;”Todo lo que haces nos entusiasma!”…cosas así y claro con estos ánimos todo lo que se emprende sale colosal.
.- En Bacaramanga había un pintor al que solo le gustaban las flores. Salía al jardín, se acercaba al campo y las olía con pasión. Luego en su casa se ponía un pincel en la nariz y conseguía los efectos más hermosos. No cabe duda alguna…el arte que sale por la nariz es el que huele mejor y para verlo solo te tienes que tener un pañuelo graduado cerca.
En Bacaramanga los puntos más débiles de las personas no se esconden. Al contrario, se ponen carmesíes, como los granitos. Nada hay que desprenda un color más emotivo que estos toques luminosos. Y jamás, digo jamás nadie los tomara como ventaja, al contrario la luz que emanan produce una gran tranquilidad. Y todos tienen alguna linternita consigo a la que aman.

miércoles, 20 de enero de 2010

En Bacaramanga. Susurrete al oído una frase y entraron te ganas de probar. Grité y te bebiste el mar entero. Ahora cuando alguien necesita sal te llama y aplaudes encima del caldero. Aquí no se escriben las recetas…una pizca, dos pizcas, tres pizcas…un aplauso, dos aplausos, tres aplausos…y todo sale a pedir de boca.
En Bacaramanga hay un artista que no para de trabajar. Y siempre busca tesoros y dice frases que a todos gustan…” Volvime loco de contento. Conténteme con cualquier cosa. Y la cosa enloqueció conmigo. Tanto duró nuestra locura que le hice un retrato y como estaba loco las líneas no representaban más que risas entrecortadas.”
En Bacaramanga los usos y costumbres no se hacen tradiciones. Cada día es una magnífica oportunidad para renovarse, inventar y disfrutar. Poseen lo que tienen pero solo por un instante, el tiempo suficiente para su disfrute, luego alguien lo retomara y se sentirá feliz con su momento, más feliz aún cuando pase de mano en mano y de boca en boca.
En Bacaramanga si tienes una idea diferente a los demás no te tienes que esforzarte. Es una increíble alegría lo que esto produce, montaran un lugar para oírte mejor, te aplaudirán cuando acabes y uno tomara nota en el envés de una hoja grande que tiene un tallo pequeño. Esta hoja se planta en la tierra y la planta que de aquí salga llevara tu nombre y cuando comen el fruto recuerdan cada una de las palabras que dijiste.
Un día en Bacaramanga el agua se ponía dura. Casi como las piedras grandes que tapizan el barranco. Miraban con expectación porque nada predecía este suceso. Se hicieron pedacitos con ella y descubrieron que venía muy bien para escribir palabras en el fuego. Son como las palabras de amor que hay que saber leerlas rápid ...o porque si no…se desvanecen en el ambiente y luego solo queda adivinarlas.
En Bacaramanga no para de nevar…todos están muy contentos porque aquí la nieve cae por horas. Cada hora tiene un color diferente y crea unos mantos espectaculares. La nieve no es fría, quizás un poco fresquita lo que da ánimos a tomar vino caliente y chocolate. Los churros, los han descubierto hace poco. Son perfectos para hacer letras y jugar a las palabras bonitas.
En Bacaramanga todo es excepcional. Tienen todo lo que pueden desear, buena salud, comodidades, buen tiempo…tanto es así que han decidido darse una tregua mensual. Un día todo sale mal. Te duele algo, se quema la comida, hace frio, no encuentras nada y los amantes no pueden…eso. Después de este maltrecho día todo vuelv ...e a ser excepcional, incluso los habitantes que ya apreciaban lo que es bueno ahora…lo valoran.
Cuéntame una historia que me mate de risa. Enséñame algo que me muera de gusto…y no olvides ese truco especial para resucitarme después…

lunes, 11 de enero de 2010

En Bacaramanga buscaban a uno. Miraron por todas partes y al fin lo encontraron. Es tan gustoso que te encuentren que a veces se esconden solo por eso. Ha terminado por ser una costumbre y todos los días juegan a ver quien está más contento al ser encontrado. Y han pensado hacer un laberinto para ensayar.
En Bacaramanga todo es excepcional. Tienen todo lo que pueden desear, buena salud, comodidades, buen tiempo…tanto es así que han decidido darse una tregua mensual. Un día todo sale mal. Te duele algo, se quema la comida, hace frio, no encuentras nada y los amantes no pueden…eso. Después de este maltrecho día todo vuelve a ser excepcional, incluso los habitantes que ya apreciaban lo que es bueno ahora…lo valoran.
En Bacaramanga no para de nevar…todos están muy contentos porque aquí la nieve cae por horas. Cada hora tiene un color diferente y crea unos mantos espectaculares. La nieve no es fría, quizás un poco fresquita lo que da ánimos a tomar vino caliente y chocolate. Los churros, los han descubierto hace poco. Son perfectos para hacer letras y jugar a las palabras bonitas.

lunes, 4 de enero de 2010

En Bacaramanga desconocen el suspense. Ellos han aprendido a recibir con la expectación debida las novedades. Estas llegan siempre por las mañanas, a primera hora para poder disfrutarlas todo el día. Las sientan en su mesa y comen juntos. A veces incluso se las comen a ellas. Magnificas las novedades rebozadas con salsa de primicias.
Un día en Bacaramanga pensaron que la buena suerte tenía que tener forma y que además era muy probable que anduviese por los caminos, en el aire, el agua. Se pusieron a buscarla y tropezaban unos con otros. En el rayo de luz que entra por las ventanas y que enseña miles de partículas que brillan y flotan…eso será la buena suerte? En el reflejo de una gota de lluvia que cae por una nariz? La suerte, está en todos los rincones, solo hay que barrerla con una escoba hecha con los dedos.
En Bacaramanga los del Carrefour venden galletas tipo que se llaman Recreo…que bonito es Bacaramanga!


Las galletas aquí desprenden un olor tan exquisito que sirven para que se acerquen los amigos. Se comparten, se usa el mismo vaso para remojarlas y siempre saben a beso de tornillo, solo si están mojadas en leche.

Esta fue la primera entrada al mundo de Bacaramanga. Que sea la primera del año.
En Bacaramanga, un día no conto, no salió en los calendarios y de dieron cuenta de que no pasaba nada. Seguirá saliendo el sol y la luna. Mantienen un orden para no liarse, que a la luna no le gusta ponerse morenita y al sol, le gusta tomar un vermut antes de comer. Y el tiempo solo lo miden los corazones de los habitantes de Bacaramanga, llevan un recuento y hacen estadísticas constantemente. Que no sirven más que para hacer cortinas.