En Bacaramanga las opciones se pueden adquirir en la botica. No es una farmacia al uso, es un lugar donde los que tienen remedios y soluciones las guardan en frascos y cajas para cuando se necesitan.


Hay muchas y están a disposición de todos.

Que necesitas una opción…allí seguro tienen una dentro de una cajita de cartón. Que buscas una emoción…encontraras grajeas con sabor a lima. Que andas con dudas…los jarabes son superiores, si sabe mal no lo hagas, si bien…lánzate!

Un día en Bacaramanga alguien estaba solo. Los demás andaban en fiestas y como cantaban alto no oyeron la soledad del vecino. Uno se dio cuenta de que las estrellas se desplazaban e iluminaban más un rinconcito. El Solo le pidió que no se apenase porque estaba celebrando a solas una gran fiesta con sus recuerdos. Rodeado de las cosas que pertenecen a todos pero que solo él sabe mirar. Y siempre las estrellas iluminan con más ganas en el punto donde alguien está en soledad.

En Bacaramanga no hay muertos vivos. Aquí todos tienen su papel y nunca ocuparían el espacio de otro. Los vivos hacen eso que mejor saben, vivir. Alguien contó que hay personas que juegan a dos bandas. Nunca están vivas del todo. Es tan sencillo vivir bien que no se puede ni organizar un cursillo. Cuando naces, al primer vistazo, sabes que no hay duda…te tocó ser feliz!

En Bacaramanga miran atónitos como algunas personas decoran con luces de vivos colores sus casas y sus calles, no entienden muy bien porque se hace esto solo por unos días. Aquí no hace falta siempre son días especiales. Ellos creen que será porque cuando las luces no están en la calle están en sus personas y las ponemos para ver mejor cuando besamos.

.- En Bacaramanga si no sale a la primera, se intenta una, dos, tres…las veces que se necesite. Y pasan dos cosas…Una, que al final sale. Dos, todos han aprendido a contar de esta manera y hay alguno que ha llegado dos veces al final del infinito, que es de color azul oscuro con pintitas blancas, casi parece una noche estrellada.

En Bacaramanga si no sale a la primera, se intenta una, dos, tres…las veces que se necesite. Y pasan dos cosas…Una, que al final sale. Dos, todos han aprendido a contar de esta manera y hay alguno que ha llegado dos veces al final del infinito, que es de color azul oscuro con pintitas blancas, casi parece una noche estrellada.

.- En Bacaramanga los cuervos siempre son pájaros enigmáticos. Siempre miran de reojo y cuando cruzas las miradas oyes músicas raras, asonantes. No son graznidos, ni piares, son solo notas de un pentagrama con líneas verticales.

.- En Bacaramanga nunca se plantean las cuestiones del tiempo. Como las nubes son autónomas pueden ofrecer lo que se les pida. Si se quiere sombra un día caluroso, la dan. Si queremos nieve para jugar a deslizarnos por ella solo hay que pedirlo. O la lluvia tan húmeda ella que moja. El sol se divierte mirando y el tiempo que no pasa…no pasa desapercibido.

En Bacaramanga apareció uno que todo lo miraba con lupa. Como le veían tan interesado hicieron lupas grandes para que todos pudiesen disfrutar. Quedaron encantados viendo enormes a los insectos…tienen muchas patitas…ahora andan trabajando de zapateros y las lupas vienen muy bien porque todos sabemos lo pequeños que tienen los pies. Otros hicieron dibujos en las pecas, hay caras que parecen un museo.

14/12/09.- En Bacaramanga intentan, intentan, intentan....y no sirve de nada. Aquì todo se consigue, incluso hacerse entender. Paris, Louvre

8/12/09.- En Bacaramanga la gente da unos consejos excepcionales…se piden por correo y se reciben en lo alto de una cornisa. Generalmente lo trae un pájaro con el pico amarillo…es que se para a comer polen en cada flor que ve. Allí esperas el consejo con un amigo porque después de leerlo y dar las gracias al pájaro lo olvidas completamente y es el amigo quien te lo recordara cuando lo necesites.

5/12/09.- En Bacaramanga las plantas que se tienen en casa recuerdan a los amigos. Es un regalo muy querido. Póngase en el fondo de una maceta la fotografía deseada, cúbrase de tierra e injerte la planta a cultivar. En todas las hojas en el reverso saldrá la fotografía puesta. Mía, tuya, de todos…es un regalo recurrente y hace que algunas casas parezcan álbumes de fotos con aires verdes.

En Bacaramanga el sol tiene secretos con la sombra. A ella no le gusta trabajar y han llegado a un acuerdo para decirle a las nubes que son muy bonitas. Las nubes como solo piensan con agua siempre caen en la misma broma y cuando se enfadan sueltan aguas duras por los poros. Y todos aprovechan para hacerse unos cocteles de vermut o figuras de chocolate. Y el caso…es que en Bacaramanga las nubes son espectaculares.

En Bacaramanga los usos en el amor son…vista de pájaro (solo con un ojo ya lo ves) olfato de oruga sedosa, tacto a distancia y cosas así. Las burbujas que pasean por las venas, la mirada y las palabras dispersas son el repertorio. Hay una casualidad que une a los amantes. Durara…lo que dure, se recordara…siempre a las seis y media.

En Bacaramanga la gente anda con nubes encima. Y es que todos tienen una. Cuando cumples un año tu vecino sube al monte y escoge una nube pequeñita, mullida y bien alimentada. Se la lleva a su casa para que aprenda de su propia nube como tiene que comportarse. Te acompañara siempre que quieras. Sirve para dar sombra en verano, lluvia personalizada cuando desees y si tienes ganas de hacer navidad un día cualquiera…puede nevar copiosamente. También riega las plantas del jardín pero solo si estas debajo.

En Bacaramanga la felicidad existe, se respira en el aire. Tanto es asi que cuando tosen los mocos tienen brillantitos que relucen en los pañuelos. A veces suelen servir de linternas y se lavan por las noches así el agua siempre brilla.

En Bacaramanga hay tanta confianza que no cabe en las cajas. Nada tiene cerrojo y no se guardan ocultos ni los pensamientos oscuros, a esos se les pone linternas al lado. Era tal la confianza que no se cerraban las cajas…ahora sí. Solo porque a veces vienen tantos amigos que hay que sentarlos en ellas.

En Bacaramanga las personas cuando hablan hacen poesía. Son tan precisos en sus palabras que a pocas que digan suenan cantares de claridad sorprendente. Las primeras palabras de los niños no son “ajo” o “maa” ellos callan hasta que por su garganta sale una frase bien concebida. Dan muestras de que esto va a ocurrir y se reúnen todos cerca del bebe porque siempre dicen frases que son todo un verso.

En Bacaramanga no existe la desconfianza, tampoco la confianza porque todos recuerdan muy bien el pasado, viven intensamente el presente y el futuro lo escriben cada día. No tienen miedo al engaño porque aunque solo lo conocen de oídas, su música esta desentonada. La malicia anda metida entre papeles, lía las palabras y hace las letras de las canciones del engaño.

En Bacaramanga las personas se suelen llamar “asenderados”. Esto es no solo porque gustan de caminar por senderos, es también porque son amantes de ver las cosas al natural sin usar artilugios. Les acompaña la expectación porque nunca saben donde terminara el andar y siempre llegan a sitios insospechados. A veces todos los senderos se juntan y es una sorpresa ver amigos olvidados. Todos los caminos en Bacaramanga llegan a todas partes.