sábado, 5 de diciembre de 2009

En Bacaramanga no existe la desconfianza, tampoco la confianza porque todos recuerdan muy bien el pasado, viven intensamente el presente y el futuro lo escriben cada día. No tienen miedo al engaño porque aunque solo lo conocen de oídas, su música esta desentonada. La malicia anda metida entre papeles, lía las palabras y hace las letras de las canciones del engaño.

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