viernes, 29 de enero de 2010

.- En Bacaramanga había un pintor al que solo le gustaban las flores. Salía al jardín, se acercaba al campo y las olía con pasión. Luego en su casa se ponía un pincel en la nariz y conseguía los efectos más hermosos. No cabe duda alguna…el arte que sale por la nariz es el que huele mejor y para verlo solo te tienes que tener un pañuelo graduado cerca.

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