domingo, 11 de abril de 2010
En Bacaramanga la precisión se lleva hasta el límite…más o menos, dos o tres veces…y si no se consigue se va a casa del mecánico y te regalara un bote lleno. Lo mejor de todo es el olor a Narudí, o era Andurí, Unirda, Danruí, Durian…no sé. La precisión huele que apesta en Bacaramanga. Y es muy puntillosa.
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