jueves, 13 de mayo de 2010
En Bacaramanga todos están contentos. Uno que pensaba mucho descanso. Tanto pensaba que los lunes sudaba ideas y los jueves tenia globitos con palabras en la punta de los pelos. No sabían cómo decirle que no se puede controlar todo. Que la vida es como el agua de un rio que corre libremente y las piedras, los meandros solo son parte del juego, sirven para divertirse y si en el camino encuentras una cascada…no te lo pienses dos veces, tírate. Ha caído tanta agua antes de tu llegada que hay un buen espacio para que puedas nadar.
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