viernes, 21 de mayo de 2010

En Bacaramanga cuando se organiza una fiesta o un viaje se ilumina la vida. Todos se ponen a prepararlo y esto es casi tan emocionante como el mismo evento. Las contrariedades se convierten en una gran oportunidad donde el entusiasmo es tan fuerte que parara los vientos, despejara las nubes y el sol comprara los billetes o los farolillos de colores. Se masca la impaciencia y como un chicle se pegara debajo de una mesa.

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