viernes, 20 de noviembre de 2009
En Bacaramanga los juegos no tienen edad. Los niños no saben jugar a cosas simples. Los juegos son siempre diferentes y participan sin excepción y con gusto todos los habitantes. Se reúnen, piensan a que jugar y comienzan a construir la historia. Se crean circuitos, personajes, situaciones y cada participante es a la vez meta y triunfo porque aquí ganan todos. Jugando siempre se crece.
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