En Bacaramanga hoy el sol brilla con más intensidad que nunca. Los rayos cantan y danzan por todas partes. Con esta alegría llevan dos días enteros y la luna que es paciente espera sentada debajo de una cascada. Le gusta el lugar y allí se acerca cuando siente que necesita llorar. Las emociones le hacen soltar unas lágrimas perladas que los peces aprovechan para hacerse collares.
Y es que todos están de fiesta. Una niña nació.
martes, 22 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.