domingo, 21 de marzo de 2010
En Bacaramanga andan con desasosiego. Hace días que oyen toser al sol y la luna no para de moquear. Las estrellas miran curiosas estos fenómenos y en Bacaramanga se preocupan. No se puede ir a al fondo del mar sin abrigarse. Una sirena se ha casado con un pulpo gigante, uno de esos que viven en las profundidades. Invitaron a todos pero quien no sabe que a más profundidad mas fresquito? Y las estrellas no paran de pasarles pañuelitos y chocolate caliente.
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