viernes, 25 de diciembre de 2009
En Bacaramanga si no sale a la primera, se intenta una, dos, tres…las veces que se necesite. Y pasan dos cosas…Una, que al final sale. Dos, todos han aprendido a contar de esta manera y hay alguno que ha llegado dos veces al final del infinito, que es de color azul oscuro con pintitas blancas, casi parece una noche estrellada.
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