En Bacaramanga el sol tiene secretos con la sombra. A ella no le gusta trabajar y han llegado a un acuerdo para decirle a las nubes que son muy bonitas. Las nubes como solo piensan con agua siempre caen en la misma broma y cuando se enfadan sueltan aguas duras por los poros. Y todos aprovechan para hacerse unos cocteles de vermut o figuras de chocolate. Y el caso…es que en Bacaramanga las nubes son espectaculares.