Bacaramanga es un lugar que rompe. Rompió mis esquemas, la visión que de los demás tenía. Los imaginé haciendo corros ante la sorpresa, recaudando entusiasmos en la adversidad o enloqueciendo en fiestas interminables. Lanzaban conjuros renovadores y bebían zumos que las nubes dejaban caer. Todo aquí me sorprendía. Incluso yo, qué mirando desde las afueras les veía vivir un sinsentido cargado de razón. He dormido, he paseado o he jugado con Bacaramanga; muchas veces me hablaban y yo traducía las palabras a su lengua y las escribía. Con este pellizco a la existencia he crecido y disfrutado hasta lo indecible. ¡Qué no! Qué no se puede medir el placer del compartir. El enviar pequeños o largos telegramas diarios de una excursión que con los años ha sido una incursión. Ya es tiempo de buscar otros lugares, otras almas a las que retratar. Hoy es el día que marca el calendario y que sin duda llevaré tatuado en el corazón.
Cuando me pregunten, diré que sí, que es mi biografía y la de los muchos amigos a los que les gustó. Que seguiremos juntos porque por mi parte el callar no tiene aquí uso.
Todos vivimos en Bacaramanga, solo que a veces no leemos bien la señal que hay a la entrada y que es la misma que la de la salida. Porque una vez conocido, regresaremos. Cada locura suelta por el mundo es un lazo a Bacaramanga. Se cierran las tapas de cartón.
Muchas, muchísimas gracias por visitar este lugar. Por mirarme y hacerme sentir que hay un sitio como este en cada corazón y cada cerebro. Porque estos dos juntos, el corazón y el cerebro hacen que la humanidad funcione…Os quiero, un beso.
viernes, 30 de diciembre de 2011
ÚLTIMO BACARAMANGA
30/12/11.- Hoy en Bacaramanga todos querían hacer algo singular. Unos decidieron volar y pidieron al viento que hasta las nubes les acercase. Ellas tan regustonas y orondas, saben de vuelos calmos. Volaron alto y claro. Hicieron rasantes y olieron las flores, saludaron a los animales y vieron que sus tejados se deshacían en halagos.
Los que en pie miraban sintieron que también querían hacer algo diferente. Unos se fueron al mar y pidieron a las olas que les llevase hacia el lugar donde los peces viven. En el fondo también hay un horizonte donde el sol apenas llega y para ver se encienden las escamas. Nadaron como nunca y la piel comenzó a brillar. Se aproximaban a la horilla y hacían volteretas en la espuma para saludar a los que quedaban. Los grifos de las casas empezaron con alegría a sonreír. Tanto se reían que el agua se esparció por las habitaciones. Corría escaleras arriba para poder caer en cascadas de colores.
Los que restaban se fueron a pasear por los caminos. Las flores olían con un aroma intenso, que dulcificaba los pensamientos. Las piedras se dejaron leer. Contaban historias de montañas, que cubiertas de árboles poblaban la tierra. Vieron aquellos grandes señores de los cerros y las lindas damas de los valles. Los que estaban en el cielo saludaban y hacían señales, indicaban cumbres nevadas que miran al mar. Los nadadores también animaban desde los ríos y lagos, porque el agua es un continuo. Ellos ante aquellos árboles que parecían un padre y una madre juntos, se abrazaron con fuerza. Tanta que ya corteza son. Quedaron al abrigo de estos y podían oír las historias de los insectos o los pájaros.
En Bacaramanga el agua había hecho ríos nuevos. Las piedras se juntaban con los ladrillos para hacer esculturas y el recuerdo de aquellas fiestas se hizo presente. Llovió café y vermú. El aire se puso a cantar como de costumbre y el lugar volvió a pasar a ser un puntito en el universo.
Los que en pie miraban sintieron que también querían hacer algo diferente. Unos se fueron al mar y pidieron a las olas que les llevase hacia el lugar donde los peces viven. En el fondo también hay un horizonte donde el sol apenas llega y para ver se encienden las escamas. Nadaron como nunca y la piel comenzó a brillar. Se aproximaban a la horilla y hacían volteretas en la espuma para saludar a los que quedaban. Los grifos de las casas empezaron con alegría a sonreír. Tanto se reían que el agua se esparció por las habitaciones. Corría escaleras arriba para poder caer en cascadas de colores.
Los que restaban se fueron a pasear por los caminos. Las flores olían con un aroma intenso, que dulcificaba los pensamientos. Las piedras se dejaron leer. Contaban historias de montañas, que cubiertas de árboles poblaban la tierra. Vieron aquellos grandes señores de los cerros y las lindas damas de los valles. Los que estaban en el cielo saludaban y hacían señales, indicaban cumbres nevadas que miran al mar. Los nadadores también animaban desde los ríos y lagos, porque el agua es un continuo. Ellos ante aquellos árboles que parecían un padre y una madre juntos, se abrazaron con fuerza. Tanta que ya corteza son. Quedaron al abrigo de estos y podían oír las historias de los insectos o los pájaros.
En Bacaramanga el agua había hecho ríos nuevos. Las piedras se juntaban con los ladrillos para hacer esculturas y el recuerdo de aquellas fiestas se hizo presente. Llovió café y vermú. El aire se puso a cantar como de costumbre y el lugar volvió a pasar a ser un puntito en el universo.
29/12/11.- En Bacaramanga se emprende un camino todos los días. Es por esto, que aquí los cauces tienen diferentes colores; bancos a los lados y mostradores donde se da el ritual del vermú. Uno se levanta con el espíritu contento pero dudoso y sale a la calle a ver los caminos. Tiene ante sí un sinfín de colores que llaman al gusto personal. Dan el primer paso y el Futuro se acerca para acompañarles. Piensan que sabe mucho pero no es así. Disimula, como todos. También por él pasan los años y se tiñe el pelo o mete barriga. Tiene algo que no enseña, por mucho que le preguntes si hay por casualidad, una respuesta. Contesta…lo mismo que le dices pero con otras voces. Para eso duerme sobre un diccionario. Es su libro de cabecera porque sabe, a ciencia cierta que todas las palabras contiene. El truco es ordenarlas debidamente para saber el devenir.
Caminan ambos con paso cauto, dando tiempo a la tierra a tornasolarse. A veces cuando piensas que encontraste la solución a un problema, saltan destellos que te ciegan y de ti dependerá que la des por buena. Tropiezan y no caen. Son los escalones chistosos que siendo invisibles no suben a ninguna parte pero te pueden dejar ver el suelo y sus bonitos colores. Si caen, ven al ras. Sienten las huellas que otros dejaron también en su caída. Pueden descansar y ver pasar a otros, por diferentes caminos; corren más que tu, pero no es importante porque esta senda solo es para ti. Bébete un vermut a la salud de los que no salen nunca de paseo porque ellos no sabrán lo bonito que es el horizonte. Y luego, al regreso, no lo digas, escríbelo para deleite de todos.
Caminan ambos con paso cauto, dando tiempo a la tierra a tornasolarse. A veces cuando piensas que encontraste la solución a un problema, saltan destellos que te ciegan y de ti dependerá que la des por buena. Tropiezan y no caen. Son los escalones chistosos que siendo invisibles no suben a ninguna parte pero te pueden dejar ver el suelo y sus bonitos colores. Si caen, ven al ras. Sienten las huellas que otros dejaron también en su caída. Pueden descansar y ver pasar a otros, por diferentes caminos; corren más que tu, pero no es importante porque esta senda solo es para ti. Bébete un vermut a la salud de los que no salen nunca de paseo porque ellos no sabrán lo bonito que es el horizonte. Y luego, al regreso, no lo digas, escríbelo para deleite de todos.
23/12/11.- En Bacaramanga aman las palabras. El sol ilumina las que inventan las nubes y las estrellas no paran de repetir. Las nubes, causan la enfermedad del lexema porque sus palabras son, a pesar de su sencillez, increíbles. Ellas denominaron “mesa” a un espacio con patas y en Bacaramanga se pusieron a la labor de crearlo. O el día en que se orientaron tontas y escribieron “nada”; mil anécdotas recorren las tertulias comentando la búsqueda y el encuentro. Significativamente la “nada” está relacionada con todo y sobre todo con las mesas vacías. Las estrellas que siempre quieren aprender se diversificaron. Están las que gustan de la concreción y por esto juegan con la materia y sueñan con mesas de colores. Otras siempre tienen collares con las palabras que unen…amor, querer, sentir…también están relacionadas entre sí y cuando ven una mesa la imaginan enamorada. Es importante decir que no hay un ritmo, ni una regla para estos inventos. El viento las revuelve; juega al “donde digo…pongo un higo” Siempre tan figurado él.
Los poetas se saben todas y cada una de las palabras; solo las manoseadas por las estrellas y que la luna les lleva a casa por las noches. Como tienen por vecinos a los músicos estos las escuchan bajito y nunca las entienden muy bien. Por esto las cantan, por disimular. Se pone una palabra en un guiso y se degusta; se pinta la casa o te haces una camiseta. Algunas personas llegan a maquillarse con las silabas. Los animales, siempre tan cautos, discrepan en la pronunciación.
26/12/11.- En Bacaramanga tuvieron una fiesta. El Sol los llamó, estaba contento. Los arboles cepillaron sus hojas; arremangaron las ramas bajas para no tropezar. Los verdes bajitos que son tímidos se colocaron por los centros para enseñar sus mejores colores. Animales de todas partes llegaron con sus suaves vestidos. Pidió al agua magia y esta se hizo fuente de mil sabores. A sus pies los peces silbaban las más bellas canciones. La Luna que es cantora se sentó junto a las estrellas que iluminaban hasta las más oscuras nubes.
Las gentes llevaron los platos más exquisitos y las salsas más elaboradas. Sus ropas estaban hechas con hilos de música, tejidas con puntadas de armonía porque a un evento así hay que ir refinado.
Tanto se divirtieron que dormidos de gusto quedaron. El, que pocas veces baja comenzó a recoger. Tantos rayos trabajando lo tenían sin descanso. Mientras recogía a los dormidos recordaba el buen rato pasado y sonreía. Cepilló las ramas de los altos y los recoloco donde quiso. Esparció arbustos y plantitas por los balcones y los paseos. Se sirvió de las nubes para devolver los peces al mar; posaba algunos en ríos y estanques solo por iluminar las aguas dulces. Rememoró las risas y las grabó en las estrellas, dando una de regalo a cada uno de los que allí acompañaron. Ahora todos los animales brillan en la oscuridad. Los sobrantes de la gula hacen asideros y bancas dignas de un buen descanso. La Luna que ve estos prodigios le pide un favor. Ella enamoradiza como es, necesita un compañero. Ya colocó todo en su sitio y los que quedan dormidos soñando están. Le regala los sueños más bellos y el querer de ellos. Tan bien lo habían pasado que su amor al Sol soñaban. Desde este día unidos están. Ella le ama, él la empapa de luz.
27/12/11.- En Bacaramanga hay cosas que no gustan. No son muchas las desafortunadas y bien saben que solo es cuestión de que alguien te las presente, las invites a cenar y veas lo bueno. Todo tiene “otro” lado y lo primordial es vivir en el. Desde que son bebes se les muestra todos los lados de las cosas, de las situaciones y en el entrenamiento solo aprenden que hay muchas puertas invisibles por donde entrar y salir. Una línea es algo que siempre desmarca a la alegría, crea tensión y recelo. Tan plana y ostentosa ella. Nadie en su juicio trazará ninguna pero hay veces que el poco previsor o la inocencia se deja llevar y…Esa línea recta que como una marca, divide; como una señal, dirige, o hace quebrados donde nada hay roto…marcará la diferencia. Y aquí si algo no hay son diferencias.
Dejó caer un canto y rodó por la tierra blanda. Marco una línea clara y potente que asustó a los niños. Corrieron las excusas por el pueblo y fueron a ver que podían hacer. La miraban y pensaban; y los pensamientos se escondían detrás de las orejas del repelús que tenían. La Línea que se sentía observada se aposentaba en el lugar; solo quería ser vista y admirada. Escuchaba los murmullos que nunca dicen nada y sentía el desprecio. En otras ocasiones solo es cuestión de tiempo. El viento suele borrar las líneas o las plantas que son valientes salen a los lados y la segmentan. Se disimulan plantando calabazas que con el peso acaban por romperlas.
Esta Línea les miraba confusa. No era ranura, ni perfil, ni quería serlo; solo era una tímida raya de natural espontaneo. Un chiquillo que sentía pena por ella la acarició y al instante pequeñas curvas hizo. Se acercaron a mirarla y vieron que la ternura es más fuerte que el miedo. Ahora la Línea es amiga. Llamó a otras compañeras y por fin pueden tender la ropa al sol o saltar a la comba.
28/12/11.- En Bacaramanga se quedaron todos ciegos. Curiosa la sensación del no ver. Primero se pararon absortos en la nada, luego se tocaron la frente como si de ella saliese la causa. Los pensamientos también andaban despistados; son limpios ellos y echaron mano de los sentimientos. El sentir, que no se ofusca nunca, tenía por gusto tocar. Se llegó a la piel como un último recurso y sintió. Todos sentían. Ni bien, ni mal.
El sol, que también estaba ciego calentaba como siempre porque al ser gordo, casi esférico, no tiene preferencias. Quizás un espectador que mirase, lo vería tirando hacia el lado por el que nunca se tumba. La luna, se asustó y a la primera estrella con la que se topó la hizo bastón. Los árboles y las plantas, que en un principio habían decidido no crecer, se tumbaron en el suelo para poder sentirse fijos; los frutos no dejaban correr a las semillas. Los animales pasaron de la sorpresa a la indignación, para terminar cantando blues sin sentido. Las aves, piaban y graznaban pidiendo paso y cuando chocaban se hacían uno. Encantadas estaban de conocerse.
En Bacaramanga abrieron todos los ojos y vieron. Un minuto duró el despiste, mil años lo aprendido. No se puede leer a Saramago y quedarse igual. Jugar y hacer bromas les hace grandes. Ahora, el sentir se siente importante y si bien seguirá tocándolo todo, ha decidido leer la piel y dejarse de cuentos.
Los poetas se saben todas y cada una de las palabras; solo las manoseadas por las estrellas y que la luna les lleva a casa por las noches. Como tienen por vecinos a los músicos estos las escuchan bajito y nunca las entienden muy bien. Por esto las cantan, por disimular. Se pone una palabra en un guiso y se degusta; se pinta la casa o te haces una camiseta. Algunas personas llegan a maquillarse con las silabas. Los animales, siempre tan cautos, discrepan en la pronunciación.
26/12/11.- En Bacaramanga tuvieron una fiesta. El Sol los llamó, estaba contento. Los arboles cepillaron sus hojas; arremangaron las ramas bajas para no tropezar. Los verdes bajitos que son tímidos se colocaron por los centros para enseñar sus mejores colores. Animales de todas partes llegaron con sus suaves vestidos. Pidió al agua magia y esta se hizo fuente de mil sabores. A sus pies los peces silbaban las más bellas canciones. La Luna que es cantora se sentó junto a las estrellas que iluminaban hasta las más oscuras nubes.
Las gentes llevaron los platos más exquisitos y las salsas más elaboradas. Sus ropas estaban hechas con hilos de música, tejidas con puntadas de armonía porque a un evento así hay que ir refinado.
Tanto se divirtieron que dormidos de gusto quedaron. El, que pocas veces baja comenzó a recoger. Tantos rayos trabajando lo tenían sin descanso. Mientras recogía a los dormidos recordaba el buen rato pasado y sonreía. Cepilló las ramas de los altos y los recoloco donde quiso. Esparció arbustos y plantitas por los balcones y los paseos. Se sirvió de las nubes para devolver los peces al mar; posaba algunos en ríos y estanques solo por iluminar las aguas dulces. Rememoró las risas y las grabó en las estrellas, dando una de regalo a cada uno de los que allí acompañaron. Ahora todos los animales brillan en la oscuridad. Los sobrantes de la gula hacen asideros y bancas dignas de un buen descanso. La Luna que ve estos prodigios le pide un favor. Ella enamoradiza como es, necesita un compañero. Ya colocó todo en su sitio y los que quedan dormidos soñando están. Le regala los sueños más bellos y el querer de ellos. Tan bien lo habían pasado que su amor al Sol soñaban. Desde este día unidos están. Ella le ama, él la empapa de luz.
27/12/11.- En Bacaramanga hay cosas que no gustan. No son muchas las desafortunadas y bien saben que solo es cuestión de que alguien te las presente, las invites a cenar y veas lo bueno. Todo tiene “otro” lado y lo primordial es vivir en el. Desde que son bebes se les muestra todos los lados de las cosas, de las situaciones y en el entrenamiento solo aprenden que hay muchas puertas invisibles por donde entrar y salir. Una línea es algo que siempre desmarca a la alegría, crea tensión y recelo. Tan plana y ostentosa ella. Nadie en su juicio trazará ninguna pero hay veces que el poco previsor o la inocencia se deja llevar y…Esa línea recta que como una marca, divide; como una señal, dirige, o hace quebrados donde nada hay roto…marcará la diferencia. Y aquí si algo no hay son diferencias.
Dejó caer un canto y rodó por la tierra blanda. Marco una línea clara y potente que asustó a los niños. Corrieron las excusas por el pueblo y fueron a ver que podían hacer. La miraban y pensaban; y los pensamientos se escondían detrás de las orejas del repelús que tenían. La Línea que se sentía observada se aposentaba en el lugar; solo quería ser vista y admirada. Escuchaba los murmullos que nunca dicen nada y sentía el desprecio. En otras ocasiones solo es cuestión de tiempo. El viento suele borrar las líneas o las plantas que son valientes salen a los lados y la segmentan. Se disimulan plantando calabazas que con el peso acaban por romperlas.
Esta Línea les miraba confusa. No era ranura, ni perfil, ni quería serlo; solo era una tímida raya de natural espontaneo. Un chiquillo que sentía pena por ella la acarició y al instante pequeñas curvas hizo. Se acercaron a mirarla y vieron que la ternura es más fuerte que el miedo. Ahora la Línea es amiga. Llamó a otras compañeras y por fin pueden tender la ropa al sol o saltar a la comba.
28/12/11.- En Bacaramanga se quedaron todos ciegos. Curiosa la sensación del no ver. Primero se pararon absortos en la nada, luego se tocaron la frente como si de ella saliese la causa. Los pensamientos también andaban despistados; son limpios ellos y echaron mano de los sentimientos. El sentir, que no se ofusca nunca, tenía por gusto tocar. Se llegó a la piel como un último recurso y sintió. Todos sentían. Ni bien, ni mal.
El sol, que también estaba ciego calentaba como siempre porque al ser gordo, casi esférico, no tiene preferencias. Quizás un espectador que mirase, lo vería tirando hacia el lado por el que nunca se tumba. La luna, se asustó y a la primera estrella con la que se topó la hizo bastón. Los árboles y las plantas, que en un principio habían decidido no crecer, se tumbaron en el suelo para poder sentirse fijos; los frutos no dejaban correr a las semillas. Los animales pasaron de la sorpresa a la indignación, para terminar cantando blues sin sentido. Las aves, piaban y graznaban pidiendo paso y cuando chocaban se hacían uno. Encantadas estaban de conocerse.
En Bacaramanga abrieron todos los ojos y vieron. Un minuto duró el despiste, mil años lo aprendido. No se puede leer a Saramago y quedarse igual. Jugar y hacer bromas les hace grandes. Ahora, el sentir se siente importante y si bien seguirá tocándolo todo, ha decidido leer la piel y dejarse de cuentos.
19/12/11.- Un día a Bacaramanga llegó una Novedad. Se la quedaron mirando porque siempre que aparece se acompaña de grandes paquetes y bolsas. Le encanta sacar fotografías de todo lo que ve porque no tiene mucha memoria. Hace tiempo convencía con sus cosas pero luego de conocerla bien, solo los niños están encantados. Ellos también tienen su marca y son un poco sobrinos. Trae regalos estrambóticos para llamar la atención pero no lo consigue. Un día lloraba desconsolada en la playa. Solo la sombra la ve triste. El sol que la miraba desde lo alto se compadecía de su amargura y le regaló unos rayos de luz para ver si en esas conseguía algún admirador. Con el bolso lleno seguía llorando. La mar recogía las lágrimas y las ensartaba haciendo bonitos collares para que todos supiesen que eran amigas. Miraba el collar, la bolsa y se sentía perdida. Por una vez la Novedad sabía lo que era verse sin alegría. Las nubes que son unas madrazas gordas le enseñaron que no siempre lo nuevo es lo mejor. Que a veces un retoque, un uso, podía ser aquello que más gustase. Bien lo saben ellas que ejercitan el cambio a diario. Allá llegó con su brillo y su bolsa de rayos. Esperó a la noche y con su sombra hizo teatro. A fuerza de resplandor cambió la perspectiva y todos quedaron maravillados. Tanto es así que ahora esperan novedades los lunes y se quedan toda la semana.
20/12/11.- En Bacaramanga abrieron una puerta y dejaron pasar un grupo de sueños. Estaban alborotados y no paraban de hablar. Se quejaban, ellos no pueden dormir. Se pasan el día inventando lugares y situaciones para cuando lleguen las visitas. Limpian la noche de realidades; frotan los miedos y las ansiedades dejándolas brillantes cuando llegas. Pero ellos, no pueden dormir. Es complicado el tema porque son importantes como el respirar. Pensaron que a lo mejor se podría repetir los sueños. Usar de algunos viejos para animar la noche; mala idea que no gustó. Decidieron pasar un par de días sin dormir y así ellos podrían descansar. Pensaban tanto en esto que les entraba un sueño irrefrenable; tonta idea porque todos se quedaron dormidos. Alguien tuvo la ocurrencia de revolverlos. Los de unos pasaron a dormir con los de otros. Como no se conocían se quedaron quietos y fue muy aburrido.
Ante tal complicación escribieron un manual para que aprendiesen a fabricar los suyos propios y quedan por las mañanas para comentar las experiencias. Los Sueños, después de unas merecidas vacaciones, volvieron y ante la poca necesidad de sus propuestas montaron una agencia con sucursales en todo el mundo. Los venden, dan cursillos y escriben libros de autoayuda que los tristes compran con pasión. Han ideado una maquina que los graba; ya se puede ver la recopilación en los mejores cines.
20/12/11.- CUMPLEAÑOS DE MI AMIGA .-
En Bacaramanga un amigo no solo es la persona que te conoce. Ni la que conoces desde que el mundo es mundo…Aquí a los amigos se les otorga un color y cuando estas cerca, aunque haya mucha gente rodeándote, sientes su presencia. Los tonos se tornan gracias al sentir, que es un roce que ocurre incluso si estas lejos o no te viste nunca. A veces puede darse el caso de que la buena Casualidad ayude al encuentro. El color se intensifica porque pensaron en ti. Algunas personas dedican su vida a buscar sus matices y encuentran que los tonos se pueden compartir. Unos enlazan a otros y a otros tantos; siguen un hilo que nunca termina, porque hay gente que sabe hacer nudos. Son los cordiales, los animosos, los que no se manchan las manos en los distingos y prefieren leer el corazón, que la etiqueta anda escondida entre las venas.
Por esto tienen colores favoritos que siempre usan para el sentir al amigo y en la lejanía se conforman con un Chusco, soñando que quieren abrazar.
21/12/11.- En Bacaramanga hay un jardín al que todos van con cierto reparo. Huele siempre bien. Como no hacerlo, si estas plantas son tan animosas que permiten uses tu memoria. La tierra, los arbustos o los arboles son invisibles; lo mismo el camino y los bancos. Todo allí esta y no se puede ver. Pasean sobre plano para no tropezar porque si lo hacen es fácil escuchar una pequeña queja. Suenan los pasos con tanto ritmo que los pájaros no dejan de acompañar. Coordinado está y nada se deja al azahar. Cuando el sol brilla aparecen las nubes bajas para regarlo con olvido.
El lugar se hizo a sí mismo una tarde cualquiera. Es el resultado de un descuido. Uno de esos que se siente triste porque se dice que vive sin querer. Cuando se hacen cosas sin pensar quedan huecas por dentro, tienen el corazón invisible. Los que hacen esto pueden no darse cuenta de que a su alrededor irá creciendo el espacio vacío y nada hay que lo llene. Tenían prisa. Acariciaban sin amor. Miraban sin ver…No duró mucho; quizás el tiempo que tarda un recio en sentirse flojo o la tarde en la que se dudo de la temperatura. Lo justo y lo inútil se dieron la mano aquí y montaron este lugar con los restos de un “no volverá a pasar”…que es fácil se olvide.
22/12/11.- En Bacaramanga cuando se va la luz aprovechan. Es de gusto tocar con el cuerpo aquello que no se ve. Rozar un árbol y creerte corteza; sobetear un pez y pensar que es de seda…Salen a la calle e intentan ver; la luz puede llegar en cualquier momento. Suele ser causa de estos apagones el amor. Tan listo es, que cuando tiene oportunidad regala una excursión a la destellosa. La oscuridad que se mantiene callada en los rincones que hay debajo de las escaleras, sale contenta y se presenta.
Él la miraba con luz y ahora la huele. Ella desprendía chispas y ahora se deja olisquear. Ambos, como por un impulso irrefrenable salen a buscarse. La oscuridad les empuja sin miramientos y el amor mantiene el dedo en el interruptor. Los demás recuerdan que se amaron de esta manera. El árbol te acaricia con una rama fina o los peces te cantan al oído serenatas que aprenden de la blanca. Ella, la luna, no brilla porque se sonroja con la música y se tapó la cara. El sol aprovecha para meterse entre sus ropas y poder amarla también.
La oscuridad tiene un amante en cada rincón a los que solo puede besar en la penumbra. Regresó la luminaria con excusas y la oscura ya se aposenta en el zurcacho para amarse a sí misma.
20/12/11.- En Bacaramanga abrieron una puerta y dejaron pasar un grupo de sueños. Estaban alborotados y no paraban de hablar. Se quejaban, ellos no pueden dormir. Se pasan el día inventando lugares y situaciones para cuando lleguen las visitas. Limpian la noche de realidades; frotan los miedos y las ansiedades dejándolas brillantes cuando llegas. Pero ellos, no pueden dormir. Es complicado el tema porque son importantes como el respirar. Pensaron que a lo mejor se podría repetir los sueños. Usar de algunos viejos para animar la noche; mala idea que no gustó. Decidieron pasar un par de días sin dormir y así ellos podrían descansar. Pensaban tanto en esto que les entraba un sueño irrefrenable; tonta idea porque todos se quedaron dormidos. Alguien tuvo la ocurrencia de revolverlos. Los de unos pasaron a dormir con los de otros. Como no se conocían se quedaron quietos y fue muy aburrido.
Ante tal complicación escribieron un manual para que aprendiesen a fabricar los suyos propios y quedan por las mañanas para comentar las experiencias. Los Sueños, después de unas merecidas vacaciones, volvieron y ante la poca necesidad de sus propuestas montaron una agencia con sucursales en todo el mundo. Los venden, dan cursillos y escriben libros de autoayuda que los tristes compran con pasión. Han ideado una maquina que los graba; ya se puede ver la recopilación en los mejores cines.
20/12/11.- CUMPLEAÑOS DE MI AMIGA .-
En Bacaramanga un amigo no solo es la persona que te conoce. Ni la que conoces desde que el mundo es mundo…Aquí a los amigos se les otorga un color y cuando estas cerca, aunque haya mucha gente rodeándote, sientes su presencia. Los tonos se tornan gracias al sentir, que es un roce que ocurre incluso si estas lejos o no te viste nunca. A veces puede darse el caso de que la buena Casualidad ayude al encuentro. El color se intensifica porque pensaron en ti. Algunas personas dedican su vida a buscar sus matices y encuentran que los tonos se pueden compartir. Unos enlazan a otros y a otros tantos; siguen un hilo que nunca termina, porque hay gente que sabe hacer nudos. Son los cordiales, los animosos, los que no se manchan las manos en los distingos y prefieren leer el corazón, que la etiqueta anda escondida entre las venas.
Por esto tienen colores favoritos que siempre usan para el sentir al amigo y en la lejanía se conforman con un Chusco, soñando que quieren abrazar.
21/12/11.- En Bacaramanga hay un jardín al que todos van con cierto reparo. Huele siempre bien. Como no hacerlo, si estas plantas son tan animosas que permiten uses tu memoria. La tierra, los arbustos o los arboles son invisibles; lo mismo el camino y los bancos. Todo allí esta y no se puede ver. Pasean sobre plano para no tropezar porque si lo hacen es fácil escuchar una pequeña queja. Suenan los pasos con tanto ritmo que los pájaros no dejan de acompañar. Coordinado está y nada se deja al azahar. Cuando el sol brilla aparecen las nubes bajas para regarlo con olvido.
El lugar se hizo a sí mismo una tarde cualquiera. Es el resultado de un descuido. Uno de esos que se siente triste porque se dice que vive sin querer. Cuando se hacen cosas sin pensar quedan huecas por dentro, tienen el corazón invisible. Los que hacen esto pueden no darse cuenta de que a su alrededor irá creciendo el espacio vacío y nada hay que lo llene. Tenían prisa. Acariciaban sin amor. Miraban sin ver…No duró mucho; quizás el tiempo que tarda un recio en sentirse flojo o la tarde en la que se dudo de la temperatura. Lo justo y lo inútil se dieron la mano aquí y montaron este lugar con los restos de un “no volverá a pasar”…que es fácil se olvide.
22/12/11.- En Bacaramanga cuando se va la luz aprovechan. Es de gusto tocar con el cuerpo aquello que no se ve. Rozar un árbol y creerte corteza; sobetear un pez y pensar que es de seda…Salen a la calle e intentan ver; la luz puede llegar en cualquier momento. Suele ser causa de estos apagones el amor. Tan listo es, que cuando tiene oportunidad regala una excursión a la destellosa. La oscuridad que se mantiene callada en los rincones que hay debajo de las escaleras, sale contenta y se presenta.
Él la miraba con luz y ahora la huele. Ella desprendía chispas y ahora se deja olisquear. Ambos, como por un impulso irrefrenable salen a buscarse. La oscuridad les empuja sin miramientos y el amor mantiene el dedo en el interruptor. Los demás recuerdan que se amaron de esta manera. El árbol te acaricia con una rama fina o los peces te cantan al oído serenatas que aprenden de la blanca. Ella, la luna, no brilla porque se sonroja con la música y se tapó la cara. El sol aprovecha para meterse entre sus ropas y poder amarla también.
La oscuridad tiene un amante en cada rincón a los que solo puede besar en la penumbra. Regresó la luminaria con excusas y la oscura ya se aposenta en el zurcacho para amarse a sí misma.
15/12/11.- En Bacaramanga el Fuego se siente a gusto. Tanto es así que adquirió artículos determinados. Amigo de todos, gusta salir de paseo. Es bien recibido en todas partes y solo lamenta no tener zapatos. Se conformaría con unas chancletas hechas con amor pero no es suficiente. Los madereros le hicieron unas botas…las lleva en un broche los domingos. Los herreros machacaron acero para unas suelas…usa las chinchetas para dejar mensajes. Las piedras se moldearon a sí mismas porque le tienen cariño y admiración. Les cuenta los chistes más graciosos sobre cacahuetes que se tienen por duros. Al ser muy pesadas idearon hacer una por huella y así solo era cuestión de posarse. Buena idea para todos porque ahora se usan para el paseo y siempre están ocupadas. Es tan querido que se turnan para llevarlo de un sitio a otro. Llega a todas partes y ha podido formar una familia; viven en un castillo alto, que bien viene para iluminar la noche. Él se enamoró de la Fuego nada más verla chispear entre unas piñas. Coincidían en los semáforos y se rozaban. Los trasportafuegos les pedían calma del calor que desprendían. Tienen veintitrés hijos que a la escuela van; calientan las discusiones con su fogosidad.
Chiste de cacahuetes: ¿Qué piensa un cacahuete oriental?________Soy una chinita.
16/12/11.- En Bacaramanga las fotografías retratan el instante. No se sabe si es el momento adecuado pero sí que es el preciso. Ser fotógrafo aquí es costoso y están muy valorados porque no solo es darle la orden a la máquina…Las personas, las cosas o los paisajes se sienten interesantes y paran. Llaman al fotógrafo de turno y solo se mueven cuando ya está hecha la toma. Cuando llega, sabe en qué lugar exacto ha de colocarse y no tiene que alentar a la sonrisa porque esto va unido con la instantánea. Curioso ver al viejo árbol con sus retoños, allí, tan felices ellos. Siempre hay algún espontaneo que no deja de arrejuntarse y es bien recibido. El sol sale poniendo caras, haciendo gestos. Ellos, los fotógrafos, llevan una gran maleta donde guardarán los botes y tarros para que no se pierda nada. Se ocupan de recoger el olor, el sabor o el tacto del lapso. Todo se guarda debidamente etiquetado. Las estampas se distribuyen con complementos. Ha habido casos en los que se tuvo que hacer otro anexo a la casa para poder ponerlas. Cuando te acercas al lugar se abren las puertas y sabes que eres bien recibido. La exposición es itinerante y lo mismo la encuentras en un bosque que en un amanecer. Las fotografías no se mueven, son ellos los que no las dejan quietas porque los recuerdos son inalterables.
UN ANIVERSARIO 16/12/11.- En Bacaramanga una pareja se amaba tanto que compartían el corazón. Lo tenían acomodado en un arcón de recuerdos. Ellos no usaban electricidad porque la fuerza de su entusiasmo era suficiente. A veces lo sacaban a pasear; en el parque las flores y los arboles se confundían y pensaban que la primavera había llegado. Cuando se separaban las pecas de ella se encendían y mandaban mensajes calientes que le decían a él que le esperaba. Curiosamente con el tiempo compartían hijos, amigos, gustos…sin dejar de crecer a la par. Ellos, eran dos, pero bien podían ser uno; amor no tiene plural.
17/12/11.- Un día a Bacaramanga llego un pájaro enamorado. Son dignos de ver y dan una pena singular. Menos mal porque su belleza es tal que puede hacer que le entre el hambre más voraz y de no ser por la pena que da te lo comerías. Es un ave con pocas plumas, pero muy grandes que le cubren desde las orejas hasta las uñas de sus palmípedas patas. Le llaman ave porque vuela, sin adivinar como lo consigue. Se enamora sin remedio de las flores azules que salen debajo de las tejas rojas. Llegó metiendo un ruido extraño y asustó un poco a todos. Hasta las nubes se habían apartado. Carraspeaba como si algo fino se habría instalado en su garganta. Tenía los ojos de un tono verde preocupante. Un amor apasionado lo apretó contra su pecho y le hizo escupir una semilla. Todos allí miraron la chispa y le dieron la enhorabuena. Se sentó encima y nunca jamás se movió. Lo vieron ascender en el mismo sitio, apoltronado, en un ramito primero y luego en el árbol más alto del lugar. Tenía el tronco recio y se cubría por miles de plumas que desde las orejas hasta las raíces lo vestían. Y allá en la cumbre crecían flores azules que planeaban el amanecer.
Chiste de cacahuetes: ¿Qué piensa un cacahuete oriental?________Soy una chinita.
16/12/11.- En Bacaramanga las fotografías retratan el instante. No se sabe si es el momento adecuado pero sí que es el preciso. Ser fotógrafo aquí es costoso y están muy valorados porque no solo es darle la orden a la máquina…Las personas, las cosas o los paisajes se sienten interesantes y paran. Llaman al fotógrafo de turno y solo se mueven cuando ya está hecha la toma. Cuando llega, sabe en qué lugar exacto ha de colocarse y no tiene que alentar a la sonrisa porque esto va unido con la instantánea. Curioso ver al viejo árbol con sus retoños, allí, tan felices ellos. Siempre hay algún espontaneo que no deja de arrejuntarse y es bien recibido. El sol sale poniendo caras, haciendo gestos. Ellos, los fotógrafos, llevan una gran maleta donde guardarán los botes y tarros para que no se pierda nada. Se ocupan de recoger el olor, el sabor o el tacto del lapso. Todo se guarda debidamente etiquetado. Las estampas se distribuyen con complementos. Ha habido casos en los que se tuvo que hacer otro anexo a la casa para poder ponerlas. Cuando te acercas al lugar se abren las puertas y sabes que eres bien recibido. La exposición es itinerante y lo mismo la encuentras en un bosque que en un amanecer. Las fotografías no se mueven, son ellos los que no las dejan quietas porque los recuerdos son inalterables.
UN ANIVERSARIO 16/12/11.- En Bacaramanga una pareja se amaba tanto que compartían el corazón. Lo tenían acomodado en un arcón de recuerdos. Ellos no usaban electricidad porque la fuerza de su entusiasmo era suficiente. A veces lo sacaban a pasear; en el parque las flores y los arboles se confundían y pensaban que la primavera había llegado. Cuando se separaban las pecas de ella se encendían y mandaban mensajes calientes que le decían a él que le esperaba. Curiosamente con el tiempo compartían hijos, amigos, gustos…sin dejar de crecer a la par. Ellos, eran dos, pero bien podían ser uno; amor no tiene plural.
17/12/11.- Un día a Bacaramanga llego un pájaro enamorado. Son dignos de ver y dan una pena singular. Menos mal porque su belleza es tal que puede hacer que le entre el hambre más voraz y de no ser por la pena que da te lo comerías. Es un ave con pocas plumas, pero muy grandes que le cubren desde las orejas hasta las uñas de sus palmípedas patas. Le llaman ave porque vuela, sin adivinar como lo consigue. Se enamora sin remedio de las flores azules que salen debajo de las tejas rojas. Llegó metiendo un ruido extraño y asustó un poco a todos. Hasta las nubes se habían apartado. Carraspeaba como si algo fino se habría instalado en su garganta. Tenía los ojos de un tono verde preocupante. Un amor apasionado lo apretó contra su pecho y le hizo escupir una semilla. Todos allí miraron la chispa y le dieron la enhorabuena. Se sentó encima y nunca jamás se movió. Lo vieron ascender en el mismo sitio, apoltronado, en un ramito primero y luego en el árbol más alto del lugar. Tenía el tronco recio y se cubría por miles de plumas que desde las orejas hasta las raíces lo vestían. Y allá en la cumbre crecían flores azules que planeaban el amanecer.
10/12/11.- En Bacaramanga pusieron música y los peces bailaban con las gaviotas en la orilla. Las olas hacían el amor con la arena como la primera vez y el sol brillaba al compás de contento que estaba. Un enorme barco verde cielo, se acercó a saludar y en esas que todos subieron. Los del mar que son loborderos estaban contentos. Abrían todas las puertas para enseñar y en esas los peces, las gaviotas y el agua también se emocionaron. Nunca habían visto estos secretos guardados siempre a cubierta. De un extremo pende un cabo con el amanecer sujeto, es lo que tira con fuerza para buscar el amor perfecto. Las entrañas se hacían grandes al recibir y palpitaban con ruidos extraños que más parecía un habla que un sentir. En cada pared se salpicaban los asideros que invitaban a la caricia. El barco no podía más y comenzó a bailar. Todos querían tener una buena perspectiva y a la playa bajaron. Tanto les gustó que tonterías le decían para ver si con ellos se quería quedar. Y se quedó. Ahora vive en el cuarto izquierda de un corazón abandonado.
12/12/11.- En Bacaramanga están un poco preocupados. Vieron detenerse a una Prisa. Es curioso porque siempre funcionan muy bien y aunque no sirven de mucho se les tiene por incansables. Suelen hacer trabajos para la comunidad, como poner los adornos en las fiestas o servir bollos en la entrada del cine. “Empezó bien, con el auge que le caracteriza y poco a poco se iba apaciguando hasta pararse.” Comentaron algunas de sus compañeras a la prensa. Los vecinos, relatan que ya llevaba unos días intranquila y es posible que sea a causa del Amor. ¿Qué hace un Amor con una Prisa? Es imposible que esto acabe bien. Porque de todos es sabido, que el uno siempre renegó de las prisas y solo se saludan por cumplir. Los dejaron solos en un parque; los arboles perdieron las hojas, las flores se calculaban a sí mismas con el “me quiere, no me quiere”. Salió la luna. Por ver el caso.
Todo volvió a la normalidad; las prisas continúan siendo decoradoras y siguen dando bollos en los cines….Se recuerda la historia como un hecho luctuoso. El Amor se comió a la Prisa y ahora enamorarse es un poco más rápido para todos.
13/12/11.- En Bacaramanga el autobús se retrasa. La espera es grata y el Tiempo Perdido encontró amigos con los que conversar. Se habla en pasado del futuro al que no llegaran porque no viene la tartana. En esas llega la que no está. Su pelo roza el suelo unos metros atrás e ilumina la parada con la mirada. No hay más que verla para sentirse feliz. Todos se acomodaron entre los tirabuzones y hacían esfuerzos para no dormir. Es lánguido el trayecto.
Es una princesa de cuento que se cayó de un libro de aventuras.
En Bacaramanga los libros se cuidan mucho y cuando se transportan se agarran con fuerza para evitar desgracias. Es fácil perder un personaje o una decoración. Una vez se dio el caso, todo un capítulo se vino al suelo. Se instaló a las afueras y los autores se acercan a renovarlo porque es de obligada excursión los días de sol. Corren, los personajes perdidos, por todas partes buscando un quehacer y cuando paseas se acercan a contar su mellada historia. No se saben más que la parte que les hizo protagonistas pero todos ponen cara de admiración. A veces hacen trabajos extraños y complicados, como en este caso, el de la princesa de largos cabellos, que rescata pasajeros del olvido.
14/12/11.- En Bacaramanga la Suerte esta tumbada a la orilla del mar. Medita ella sobre los quereres; busca un amor desinteresado que le haga sonreír. Una ola revoltosa se acerca demasiado y le ha mojado los zapatos. En una roca los puso a secar y el sol creyó que de comida se trataba. Ahora tostados están. Enfadada se subió a una montaña con ánimo de dormir; las nubes creyeron que tenia calor de roja que la vieron y le salpicaron refresco. Se estaba poniendo enferma de tan raro había salido el día y en esas un árbol que por allí paseaba le ofreció unas ramas. Creyó ver el amor y balanceándose compartieron historias. La rama, que por suave era fina, se rompió y cayó al suelo. No se lo podía creer, hoy no era su racha.
Se infló tanto que de ellas chispas salían y el eco en su afán por repetir las hacia grandes. Abajo, en el pueblo pararon por un rato. Los regalos luminosos gustan mucho aquí y nadie desaprovecha la ocasión para sentirse feliz. Cuando la Suerte bajó la fiesta estaba preparada. Todos le abrazaron contentos y ella no pudo menos que sonreír. Las olas remojan los pies a todos y el sol está preparando la cena. Las nubes soplan para que el humo corra y cien niños se balancean en las ramas. Aun anda el eco iluminando el cielo y todos le dan las gracias por sentir que tienen por vecina a la buena Suerte.
12/12/11.- En Bacaramanga están un poco preocupados. Vieron detenerse a una Prisa. Es curioso porque siempre funcionan muy bien y aunque no sirven de mucho se les tiene por incansables. Suelen hacer trabajos para la comunidad, como poner los adornos en las fiestas o servir bollos en la entrada del cine. “Empezó bien, con el auge que le caracteriza y poco a poco se iba apaciguando hasta pararse.” Comentaron algunas de sus compañeras a la prensa. Los vecinos, relatan que ya llevaba unos días intranquila y es posible que sea a causa del Amor. ¿Qué hace un Amor con una Prisa? Es imposible que esto acabe bien. Porque de todos es sabido, que el uno siempre renegó de las prisas y solo se saludan por cumplir. Los dejaron solos en un parque; los arboles perdieron las hojas, las flores se calculaban a sí mismas con el “me quiere, no me quiere”. Salió la luna. Por ver el caso.
Todo volvió a la normalidad; las prisas continúan siendo decoradoras y siguen dando bollos en los cines….Se recuerda la historia como un hecho luctuoso. El Amor se comió a la Prisa y ahora enamorarse es un poco más rápido para todos.
13/12/11.- En Bacaramanga el autobús se retrasa. La espera es grata y el Tiempo Perdido encontró amigos con los que conversar. Se habla en pasado del futuro al que no llegaran porque no viene la tartana. En esas llega la que no está. Su pelo roza el suelo unos metros atrás e ilumina la parada con la mirada. No hay más que verla para sentirse feliz. Todos se acomodaron entre los tirabuzones y hacían esfuerzos para no dormir. Es lánguido el trayecto.
Es una princesa de cuento que se cayó de un libro de aventuras.
En Bacaramanga los libros se cuidan mucho y cuando se transportan se agarran con fuerza para evitar desgracias. Es fácil perder un personaje o una decoración. Una vez se dio el caso, todo un capítulo se vino al suelo. Se instaló a las afueras y los autores se acercan a renovarlo porque es de obligada excursión los días de sol. Corren, los personajes perdidos, por todas partes buscando un quehacer y cuando paseas se acercan a contar su mellada historia. No se saben más que la parte que les hizo protagonistas pero todos ponen cara de admiración. A veces hacen trabajos extraños y complicados, como en este caso, el de la princesa de largos cabellos, que rescata pasajeros del olvido.
14/12/11.- En Bacaramanga la Suerte esta tumbada a la orilla del mar. Medita ella sobre los quereres; busca un amor desinteresado que le haga sonreír. Una ola revoltosa se acerca demasiado y le ha mojado los zapatos. En una roca los puso a secar y el sol creyó que de comida se trataba. Ahora tostados están. Enfadada se subió a una montaña con ánimo de dormir; las nubes creyeron que tenia calor de roja que la vieron y le salpicaron refresco. Se estaba poniendo enferma de tan raro había salido el día y en esas un árbol que por allí paseaba le ofreció unas ramas. Creyó ver el amor y balanceándose compartieron historias. La rama, que por suave era fina, se rompió y cayó al suelo. No se lo podía creer, hoy no era su racha.
Se infló tanto que de ellas chispas salían y el eco en su afán por repetir las hacia grandes. Abajo, en el pueblo pararon por un rato. Los regalos luminosos gustan mucho aquí y nadie desaprovecha la ocasión para sentirse feliz. Cuando la Suerte bajó la fiesta estaba preparada. Todos le abrazaron contentos y ella no pudo menos que sonreír. Las olas remojan los pies a todos y el sol está preparando la cena. Las nubes soplan para que el humo corra y cien niños se balancean en las ramas. Aun anda el eco iluminando el cielo y todos le dan las gracias por sentir que tienen por vecina a la buena Suerte.
3/12/11.- En Bacaramanga los “casis” están mal mirados. Se anda con cuidado porque de nada vale decir: “Casi, me caigo”. O te caes o no te caes; “Casi”…lo hago, lo digo, lo siento, lo amo…Hazlo! Dilo! Ama!...con todas, arriesgando, sintiendo tuyo el poder del que puede y quiere o el que no tiene ganas. Porque, poder, todo se puede aquí. Y cuando algo parece imposible, mil vueltas le dan. Se cambia de nombre, se le pone sombrero o…y esto pasa en muchas ocasiones…se le cuelga unas instrucciones. Suerte que todos hablan el mismo idioma y en ese están escritas. El que desea ser amado y se pone duro, concretando hacia otro, se puede tatuar la boca con una señal inequívoca roja. Estas señales, las Inequívocas tienen diferentes colores. Falsas ellas desde nacimiento solo las de carmín se saben ciertas. Juegan las bromistas con los “casis” porque no hay nada más temerario que un amor inequívocado.
5/12/11.- En Bacaramanga todos escriben su biografía después del desayuno. No es de recibo verse ante la incertidumbre sin saber que opción tomar. Es fácil escribir sobre lo que hizo uno sin haberlo vivido. Por lo general lo escrito no se concreta y es cuando acaba el día que se cotejaran los datos. Subrayan lo que no es importante porque lo será mañana. Puede darse el caso de que una misma acción se repita casi a diario, es entonces cuando hay que tomar cartas en el asunto. No hay nada más triste, una semblanza que aburrida, se instala en las páginas. Es por esto que de vez en cuando se llevan los cuadernos a los músicos. Ellos sí que saben hacer que unas repeticiones adquieran rango de estrofa. Todo parece adecuado con música y cuanto más te suene, más te acompañara. Las mejores vidas vienen con partitura y en todos los casos es mucho mejor el principio porque el final, es predecible.
7/12/11.- En Bacaramanga hay cosas que no tienen remedio y quedarán imborrables en la memoria que tocaron. Un reencuentro, un sabor, un estar…El amor apasionado se marca como un tatuaje en la piel, y está bien, pero la Vida no dejará de lado los pequeños instantes. Lo cotidiano, eso que hacen desde la costumbre, son los dedos de la Vida. Todo lo tocan sin pensar y escriben párrafos cortos que terminaran siendo historia. Los tomos pueden ser grandes volúmenes con recias tapas pero también cuadernillos blandos con los más bellos poemas. Se guardan a cobijo en la plaza porque no te pertenecen. Son imborrables pero no inamovibles y bien se puede dar nuevas formas según se mire. La historia es un pasado con el que jugar; por eso sirve para crear nuevas expectativas. Tocándolo todo como tocas las cuerdas de una guitarra; a veces con tacto, otras con brío y en ocasiones desgarrando las cuerdas para que vibre hasta el pisar.
8/12/11.- En Bacaramanga la Libertad corre descontrolada, salta de un lugar a otro buscando su sitio y no lo encuentra. Ella sabe que no siempre es bien recibida. Las nubes le dijeron que la sentían madre; los Entusiasmos tienen camisetas con su nombre e incluso el agua usa su apellido. Llega a los lugares y da un pequeño empujón a lo que toca, espera que salgan chispas y corran con ella. Las rocas no le hacen caso y las personas la ven venir sin inmutarse. Todos saben que solo puede vivir tranquila en los lugares donde se carece y aquí se torna inútil. Cuchichea con las sombras y les habla de expansión. Ellas se ríen porque no desean otra cosa que la pertenencia. Le explican que son suyos los densos. Tiene la necesidad de pertenecer a un grupo; sueña con poder amar y busca al Albedrio para que le haga carantoñas. Entra por las ventanas en ráfaga, es el polvo y los papeles que convence por un instante. El uno por viejo quiere seguir siendo manto y los otros, los papeles darían su vida por calentar unas palabras. Todo vuelve a la normalidad.
9/12/11.- En Bacaramanga cuando te sientas el suelo que a tus pies se posa, se relaja. Mantiene el tipo en las pisadas y disfruta con los bailes que le hacen cosquillas. Siente que sostiene a todos y orgulloso esta por ser cuna y madre. Salta ante la ofensa y el abuso, controlando el impulso. No se puede medir el calor que siente cuando lo besan, se atusa el pelo, que son los verdes y abre puertas. A veces algunos valerosos entran dentro y descubren que por sus venas el agua corre amaestrada. Late silencioso, queriendo pasar desapercibido, él que es de los grandes. Se enamoro de una culebra que le acariciaba. Tuvieron un hijo que vomitaba rocas y una hija que las deshacía cuando las tocaba. Muchas de ellas hicieron montañas y las de ella, amables playas. Los que se posan se sienten acunados y escuchan como les canta una balada de rock.
5/12/11.- En Bacaramanga todos escriben su biografía después del desayuno. No es de recibo verse ante la incertidumbre sin saber que opción tomar. Es fácil escribir sobre lo que hizo uno sin haberlo vivido. Por lo general lo escrito no se concreta y es cuando acaba el día que se cotejaran los datos. Subrayan lo que no es importante porque lo será mañana. Puede darse el caso de que una misma acción se repita casi a diario, es entonces cuando hay que tomar cartas en el asunto. No hay nada más triste, una semblanza que aburrida, se instala en las páginas. Es por esto que de vez en cuando se llevan los cuadernos a los músicos. Ellos sí que saben hacer que unas repeticiones adquieran rango de estrofa. Todo parece adecuado con música y cuanto más te suene, más te acompañara. Las mejores vidas vienen con partitura y en todos los casos es mucho mejor el principio porque el final, es predecible.
7/12/11.- En Bacaramanga hay cosas que no tienen remedio y quedarán imborrables en la memoria que tocaron. Un reencuentro, un sabor, un estar…El amor apasionado se marca como un tatuaje en la piel, y está bien, pero la Vida no dejará de lado los pequeños instantes. Lo cotidiano, eso que hacen desde la costumbre, son los dedos de la Vida. Todo lo tocan sin pensar y escriben párrafos cortos que terminaran siendo historia. Los tomos pueden ser grandes volúmenes con recias tapas pero también cuadernillos blandos con los más bellos poemas. Se guardan a cobijo en la plaza porque no te pertenecen. Son imborrables pero no inamovibles y bien se puede dar nuevas formas según se mire. La historia es un pasado con el que jugar; por eso sirve para crear nuevas expectativas. Tocándolo todo como tocas las cuerdas de una guitarra; a veces con tacto, otras con brío y en ocasiones desgarrando las cuerdas para que vibre hasta el pisar.
8/12/11.- En Bacaramanga la Libertad corre descontrolada, salta de un lugar a otro buscando su sitio y no lo encuentra. Ella sabe que no siempre es bien recibida. Las nubes le dijeron que la sentían madre; los Entusiasmos tienen camisetas con su nombre e incluso el agua usa su apellido. Llega a los lugares y da un pequeño empujón a lo que toca, espera que salgan chispas y corran con ella. Las rocas no le hacen caso y las personas la ven venir sin inmutarse. Todos saben que solo puede vivir tranquila en los lugares donde se carece y aquí se torna inútil. Cuchichea con las sombras y les habla de expansión. Ellas se ríen porque no desean otra cosa que la pertenencia. Le explican que son suyos los densos. Tiene la necesidad de pertenecer a un grupo; sueña con poder amar y busca al Albedrio para que le haga carantoñas. Entra por las ventanas en ráfaga, es el polvo y los papeles que convence por un instante. El uno por viejo quiere seguir siendo manto y los otros, los papeles darían su vida por calentar unas palabras. Todo vuelve a la normalidad.
9/12/11.- En Bacaramanga cuando te sientas el suelo que a tus pies se posa, se relaja. Mantiene el tipo en las pisadas y disfruta con los bailes que le hacen cosquillas. Siente que sostiene a todos y orgulloso esta por ser cuna y madre. Salta ante la ofensa y el abuso, controlando el impulso. No se puede medir el calor que siente cuando lo besan, se atusa el pelo, que son los verdes y abre puertas. A veces algunos valerosos entran dentro y descubren que por sus venas el agua corre amaestrada. Late silencioso, queriendo pasar desapercibido, él que es de los grandes. Se enamoro de una culebra que le acariciaba. Tuvieron un hijo que vomitaba rocas y una hija que las deshacía cuando las tocaba. Muchas de ellas hicieron montañas y las de ella, amables playas. Los que se posan se sienten acunados y escuchan como les canta una balada de rock.
jueves, 1 de diciembre de 2011
10/11/11.- En Bacaramanga hacer cada uno lo que le viene en gana es premisa. Antes de emprender aquello que desean se paran delante, lo miran, lo estudian como si hubiese que pasar un examen y le ponen una apreciación. Si la nota es alta, no se lo piensan dos veces; ahora bien si no tiene trazas de ser exitosa puede ser que lo dejen para otro día o vayan a pedir consejo al vecino. A veces puedes ver unas cuantas personas mirando un querer, que nunca es un imposible, solo un sencillo “vamos a pensar”. Se han dado casos fundando una nueva plaza con jardín y robustos arboles para la sombra; zona infantil y barbacoa. Que no es cosa de querer y no poder.
11/11/11.- A Bacaramanga le salen setas por los rincones. No es que la humedad se haya instalado y que la locura este invadiendo este bello lugar, no. Aquí a la que llegando está el invierno salen estas pequeñas formas que ellas mismas se sienten mensajeras y cena para una noche de vientos. Son los recuerdos que el tiempo no puede borrar. A veces simples propósitos para un buen día que no llega nunca; otras, instantes que quisiéramos perpetuar. Siempre importantes, en reserva y mejorando. Las setas emergen dignas por doquier y brillan. Te acercas, lees el mensaje y al tiempo se van. Curiosamente solo lees aquello que te pertenece, en compañía de la soledad, que amiga es de los pensamientos ocultos y las ideas confusas. Puedes ir recogiendo las leídas, sobre todo aquellas que la importancia dejo borrosas y preparar un revuelto que puede ser te solucione la vida.
14/11/11.- En Bacaramanga tanto si lo que pasa o pasó es causa de la acción de alguien nunca se escuchará un: “He sido yo”. Nadie nunca hizo cosa alguna para causar otra cosa que no sea el bien. Incluso si se entendieron mal las instrucciones el resultado es tomado como variante que provee de nuevos recursos a las actividades. Aun sabiendo que el Sol se despistó y salió por la noche…Aun el Viento que en sus correrías voló con las cuartillas y se desordenaron…O los despistados que no encuentran su sitio…Y es que vivir de por si es toda una experiencia a la que sacarle provecho. ¿Dirá el nogal que son suyas las nueces que ruedan hasta los pies del manzano? Jamás. Algunos creen que las nueces son los pequeños cerebros de las manzanas. Y eso, está bien pensado.
15/11/11.- En Bacaramanga hay ocasiones en que tienes que adivinar el devenir. Aguantas la respiración y escuchas. El sonido juega contigo. Como en una distracción la Certeza rondará a la Duda. El mar confunde al viento y usa paraguas. El sol cosquillea los carrillos de las flores y dan frutos pequeñitos que se esconden bajo el rocío. Pensaras que llovieron caramelos…es celofán que suena a mojado. La lluvia toca el tambor y bailando baja al piano que se escucha encima de una tarta de chocolate. Ellas, la Certeza y la Duda se amaron por un instante y todos sentimos una angustia feliz que nos hizo pensar en el fin.
16/11/11.- En Bacaramanga se han reunido para afianzar los nombres. Hubo un tiempo en que miraban a su alrededor y cuando querían contar lo visto les faltaba esa palabra única que identifica. Uno decía: “He ido al sitio verde y he visto un…que vuela y canta a la vez…con el pico rojo y ojillos simpáticos…” Y los demás se hacían a la idea. Claro que este modo de contar las cosas se hacía larguísimo y a veces en la escucha se perdían la merienda. Juntaron a todos. Los que vuelan o corren y los que se agarran a la tierra. Salió a la luz lo que hay debajo de las piedras y lo que se esconde detrás de las nubes. Cada uno pensó como quería llamarse y se pasaron unos cuantos días en esto. Por lo menos cinco años estuvieron con los nombres resaltando en los pechos. Ahora parece que nacieron con la identidad puesta. Si quieren cambiarlo solo tienen que editar de nuevo los pechos. Se reunieron para felicitarse por esta gran idea y muchos se innovaran antes de morir.
17/11/11.- En Bacaramanga los relojes no marcan el tiempo común. Solo signan la calidad de un instante. Marcan el lapso necesario para pedir un abrazo; el justo para darlo. Constatan el espacio que hay entre una pregunta difícil y una respuesta acertada o el sentimiento que se tiene al pedir y el júbilo al ofrecer. Como en todas partes hay uno grande, orondo y singular que solo se lo pone el sol los domingos y que marca el tiempo en que todos se sienten bien. Va despacio y contando cada microsegundo porque la felicidad es aquí lo más necesario. Lo lento que suele ir es causado, a veces, por ese “pararse y mirarse” que usan algunos para reseñar su vida. Es, sin duda el reloj más sentido y celebrado; porque un avance es un llegar al destino, incluso no sabiendo donde está la meta.
18/11/11.- Un día llego una visita a Bacaramanga. Todos preguntaban a ver quien le había invitado y las respuestas que ante la duda callan, silbaban. No traía ni una mala bolsa de intención; vestía ropas de esas que valen para una primavera o una fiesta de escarabajos de tanta pelotilla que portaban. Miraba con los ojos guiños como si esto dejase ver otra dimensión o sirviese para leer unos indicadores que no existen. El cuerpo era blando, se sustentaba a base de interrogantes y a poco balanceaba con las miradas. Si hubiese estado lleno de respuestas no lo mueven ni las olas. Era un buscador cualquiera, esos que desean resolver sus incógnitas a base de las verdades ajenas. Lo curioso es que fue deshaciéndose a medida que cavilaba, porque las preguntas que no se portan bien, no sirven ni para sujetar deseos.
19/11/11.- En Bacaramanga el esfuerzo se mide como se mide la potencia de un rayo en la tormenta. Estos, los rayos, transportan avisos de un punto a otro y según sea su potencia así será la recepción. Si son flojos llegará un folio; si fuertes pueden hacer presente una enciclopedia. Los que más se usan son los suaves y pequeños que se pueden guardar en casa para gastarlos cuando quieras. Los botes son luminosos y se confunden con los de los esfuerzos. No todos los haceres tienen esfuerzos luminiscentes. Los habituales solo relucen la sonrisa y se guardan en el recuerdo de la sensación. Los otros, los grandes esfuerzos creados por uno o un grupo provocan una luminosidad espectacular. Siendo algo pastosa se puede trocear y guardar en tarros. Los colores dependerán de las situaciones; también la música de fondo que producen. Se usa cuando hay necesidad.
21/11/11.- En Bacaramanga a veces no aparece un Hurgar. Si llegase se levantarían al verlo y en el abrazo la voz se soltaría: No te conozco pero entraras en mi vida como la primera gota de agua. Y siendo un secreto pensarán contarlo a todos; porque los secretos no son como el amor. Se cruzan en tu vida un hurgando cualquiera y es en la punta de los dedos donde los guardas. Por eso tienen esa manía de hacer que todo parezca un tambor. El sonido que se repite no sabe traducirlo. Cambian de posturas por si en acomodándose encuentran su sitio y cuando por fin se ha aposentado es fácil que cambien de instrumento. Si se siente guitarra andará por entre las cuerdas; si piano se deslizará hasta componerte la vida. Hay que tener cuidado, no sea que en el juego ambos tres, el Hurgar, el Secreto y el Deseo se rompan.
22/11/11.- En Bacaramanga hace muchos años que usan el mirar más lejos como un juego del descubrir. No es motivo de engaño que se les nuble el razonar; ni es causa de pena que algunas ideas sean oscuras. Todo forma parte del aprender y es una alegría que esto dure por siempre. Comienza la diversión al despertar; tienen que adivinar en cuál de los mundos están, incluso se puede escoger campo. Las teorías sirven para ajustar los tiempos y las reglas para ordenarlos, siempre dependiendo de lo animoso que se levante uno. Los desordenados desayunan la merienda y tienen la sensación de regresar cuando aún no han salido. Sus ideas son más luminosas, pero solo para que ellos las puedan ver y tener en cuenta. La vida es decorada por plantas y pueden recrearse en el jardín o comérselo. Las ideas prietas son las que mejor se aprecian si te aúpa alguien que te quiere, se hace todo tan fácil que no se quieren bajar.
23/11/11.- Llueve en Bacaramanga y al compás de las gotas saltan hasta las casas. Las tejas que son previsoras se inflaron por si tienen que salir nadando y los Alirones siguen animando. Aquí las casas a fuerza de ser ellas necesarias se han ido consolidando y se decoran a sí mismas. No solo escogen cada día el mejor sitio para estar, también el color o la forma. Los Alirones andaban tristes. Nacen sin memoria y no saben quiénes son sus padres; por esto se pegan a modo de impronta a todo lo que se menea. De niños animan las cosas más tontas pero a medida que van creciendo se definen y pueden llegar a tener un valor incalculable. Lo saben y no desean hacer distingos; por esto se hicieron amigos de las casas y ahora son los encargados de velar por la sobrante agua y el exceso de ánimo que lanzan a todo el mundo. Salir de casa es una experiencia que se podría repetir salvo por el trabajo que da. Nunca sabes donde la encontraras y en mirando una por una, los Alirones no paran de animar.
24/11/11.- En Bacaramanga andan mirando al infinito horizonte, tan lejano que parece hasta que un día se acerca y quiere ser tu amigo. No se habían dado cuenta del porque siempre anda tan lejano. Allí se presentó en la plaza como si nunca se hubiese ido y todos se quedaron sin saber que decir. Es esta la causa de que siempre ande lejos. Provoca la pérdida del habla. Las Prisas que siempre andan corriendo de tanto llegar a ningún sitio acaban a su lado y con ellas tiene confianza. Lo miraban curiosos, incluso los niños pasaban sus dedos por la recta silueta. Alguien puso música. Las notas relajaron el ambiente. Se esforzaban y de sus bocas solo salían tildes y signos que se mezclaban sin significado. Triste se volvió por donde había venido. De vez en cuando estiran un dedo y siguen su línea; el siente la caricia y se curva un poco.
26/11/11.- En Bacaramanga andan despistados. El mundo de buena mañana esta tan claro, que no pueden remediar tirarse a él, como quien se sube a un tobogán. Aquí estos altos y tortuosos trastos solo los usan los atrevidos. Muy atrevidos. Mira la escalera, es tan alta que pareciese se inclina; sube despacio, pensando en el cambio que tiene el aire con las alturas. Las vistas son tremendas y retiene cada una en la memoria para luego poder contarlo. Es curioso que la meta esta abajo y no arriba. Allí, solo, se encuentra en un reducido espacio personal, donde todo se ve de otra manera; piensa con intensidad. El dilema tiene un color escurridizo; la sensación está caliente y siente que el seguir es importante. Duda y esto le da empuje. Podría retroceder y siempre quedaría el recuerdo pero no lo hace. Los que miran no importan. Si empieza es un no parar. La chirristra es suave y la velocidad, de vértigo. Ha durado tan poco que tendrá que meditar las sensaciones. Los niños en su ceguera volverán a intentarlo, una y otra vez.
27/11/11 .- Un día llegó a Bacaramanga una gota fresquita. Se deslizaba de hoja en hoja, saltaba de un pétalo a una brizna de polvo canturreando. Se detenía al ver un quehacer y sonreía sintiendo las risas de los que juegan. Se mezcló con el sudor del que se esfuerza y con la lágrima del emocionado y sintió el calor. Es reportera de la prensa mojada y ahora en su propio charco escribe para los húmedos y les cuenta que hay un lugar donde la vieja vida se detiene a desayunar y los que allí viven le piden consejo. Parece ser que la Esperanza no les abandonó. Pasea sentada en una calesa tirada por el Entusiasmo. Termina la crónica deseando que esta buena vida dure por muchos años y ánima a las aguas a regar tanta benevolencia con prudencia que cuando se juntan, las muy osadas, hacen turbión y aunque canten bonito, no saben parar.
29/11/11.- En Bacaramanga felices están. Cuando los sueños se marchan a dormir ellos se levantan estirando del hilo para ver como terminan los inconclusos. Calzan zapatillas de andar por entre los gustos y salen a ver el sol. Se estiran mucho, tanto que a veces crecen un poquito. Lo suyo es otear el suelo. Las plantas saludan, los gusanos bailan y las gallinas hacen gestos para que encuentres un huevo para desayunar. Uno se dio cuenta de que ellas, siempre generosas andaban buscando lugar y construyo un gallinero. Es caliente y luminoso con grandes espacios para la charla y el vermú. Enseguida todos se dieron prisa por visitarlo y ahora allí se llegan de buena mañana, de buena tarde o mejor noche. Las plumosas tienen preparada una coreografía. Solo se saben una canción y con ella la bienvenida dan. Si de hilar sueños o juntar vecinos se trata, aquí siempre saben qué hacer. Hasta las gallinas soñaron que una casa tenían y en ella todos venían a incubar las ideas que a veces huevos son.
30/11/11.- En Bacaramanga nada es inamovible. Ni siquiera una montaña que un día la encuentras robusta, imponente en la lejanía y al atardecer ha seguido la senda del sol para ponerse morena. Aquí todo cambia por decisión de un parpado. La Certeza a veces se enfada y se pasa el tiempo escribiendo largos legajos con sus convicciones. Los niños se ponen muy contentos porque cuando encuentran alguno lo usan de cometa. Volando andan las seguridades. Las letras que tienen vértigo a las alturas saltan asustadas sobre las nubes y estas se agitan como los perros mojados. A veces, sentados en la plaza, tomando algo caen letras en los vasos, que se retiran con los lapiceros de mina blanca que nunca sirvieron para otra función. Se dieron cuenta un día de verano, la mina es puro dulce. Las cucharillas sirven para lanzar las letras a los amigos. Hay gente que termina estas fiestas pareciendo un libro. Al llegar a casa su compañía le destapa…nunca antes hacer el amor fue tan instructivo.
1/12/11.- En Bacaramanga no existen Intermedios. Hace tiempo se dieron cuenta de que estos, los Intermedios eran como si la vida tuviese grietas y los cosieron. Había algunos que eran tan anchos que tenían que ponerse de acuerdo los de un lugar y los de otro. Se hablaban a gritos al borde de la hondonada y el eco jugaba con palabras haciéndolas diferentes. Era difícil el entendimiento. Por ejemplo: si uno decía “cariño” el del otro lado entendía mal y le mostraba a su hijo…Cosas así de bobas les pasaba. Los pájaros que de esto saben un rato porque también les pasa a ellos, quisieron ayudar y tomaban las palabras de una parte y las soltaban en la otra. Costó tiempo llegar a entenderse. Se fue pespunteando y a medida que desaparecían las grietas, la gente se sentía más y más contenta. Hubo quien en sus ratos libres hizo bordados primorosos, llenos de flores que olían a junturas. Dicen que los Intermedios servían para pensar hasta llegar al otro lado pero cuando se hacen largos y profundos no sirven más que para despistar y olvidar.
11/11/11.- A Bacaramanga le salen setas por los rincones. No es que la humedad se haya instalado y que la locura este invadiendo este bello lugar, no. Aquí a la que llegando está el invierno salen estas pequeñas formas que ellas mismas se sienten mensajeras y cena para una noche de vientos. Son los recuerdos que el tiempo no puede borrar. A veces simples propósitos para un buen día que no llega nunca; otras, instantes que quisiéramos perpetuar. Siempre importantes, en reserva y mejorando. Las setas emergen dignas por doquier y brillan. Te acercas, lees el mensaje y al tiempo se van. Curiosamente solo lees aquello que te pertenece, en compañía de la soledad, que amiga es de los pensamientos ocultos y las ideas confusas. Puedes ir recogiendo las leídas, sobre todo aquellas que la importancia dejo borrosas y preparar un revuelto que puede ser te solucione la vida.
14/11/11.- En Bacaramanga tanto si lo que pasa o pasó es causa de la acción de alguien nunca se escuchará un: “He sido yo”. Nadie nunca hizo cosa alguna para causar otra cosa que no sea el bien. Incluso si se entendieron mal las instrucciones el resultado es tomado como variante que provee de nuevos recursos a las actividades. Aun sabiendo que el Sol se despistó y salió por la noche…Aun el Viento que en sus correrías voló con las cuartillas y se desordenaron…O los despistados que no encuentran su sitio…Y es que vivir de por si es toda una experiencia a la que sacarle provecho. ¿Dirá el nogal que son suyas las nueces que ruedan hasta los pies del manzano? Jamás. Algunos creen que las nueces son los pequeños cerebros de las manzanas. Y eso, está bien pensado.
15/11/11.- En Bacaramanga hay ocasiones en que tienes que adivinar el devenir. Aguantas la respiración y escuchas. El sonido juega contigo. Como en una distracción la Certeza rondará a la Duda. El mar confunde al viento y usa paraguas. El sol cosquillea los carrillos de las flores y dan frutos pequeñitos que se esconden bajo el rocío. Pensaras que llovieron caramelos…es celofán que suena a mojado. La lluvia toca el tambor y bailando baja al piano que se escucha encima de una tarta de chocolate. Ellas, la Certeza y la Duda se amaron por un instante y todos sentimos una angustia feliz que nos hizo pensar en el fin.
16/11/11.- En Bacaramanga se han reunido para afianzar los nombres. Hubo un tiempo en que miraban a su alrededor y cuando querían contar lo visto les faltaba esa palabra única que identifica. Uno decía: “He ido al sitio verde y he visto un…que vuela y canta a la vez…con el pico rojo y ojillos simpáticos…” Y los demás se hacían a la idea. Claro que este modo de contar las cosas se hacía larguísimo y a veces en la escucha se perdían la merienda. Juntaron a todos. Los que vuelan o corren y los que se agarran a la tierra. Salió a la luz lo que hay debajo de las piedras y lo que se esconde detrás de las nubes. Cada uno pensó como quería llamarse y se pasaron unos cuantos días en esto. Por lo menos cinco años estuvieron con los nombres resaltando en los pechos. Ahora parece que nacieron con la identidad puesta. Si quieren cambiarlo solo tienen que editar de nuevo los pechos. Se reunieron para felicitarse por esta gran idea y muchos se innovaran antes de morir.
17/11/11.- En Bacaramanga los relojes no marcan el tiempo común. Solo signan la calidad de un instante. Marcan el lapso necesario para pedir un abrazo; el justo para darlo. Constatan el espacio que hay entre una pregunta difícil y una respuesta acertada o el sentimiento que se tiene al pedir y el júbilo al ofrecer. Como en todas partes hay uno grande, orondo y singular que solo se lo pone el sol los domingos y que marca el tiempo en que todos se sienten bien. Va despacio y contando cada microsegundo porque la felicidad es aquí lo más necesario. Lo lento que suele ir es causado, a veces, por ese “pararse y mirarse” que usan algunos para reseñar su vida. Es, sin duda el reloj más sentido y celebrado; porque un avance es un llegar al destino, incluso no sabiendo donde está la meta.
18/11/11.- Un día llego una visita a Bacaramanga. Todos preguntaban a ver quien le había invitado y las respuestas que ante la duda callan, silbaban. No traía ni una mala bolsa de intención; vestía ropas de esas que valen para una primavera o una fiesta de escarabajos de tanta pelotilla que portaban. Miraba con los ojos guiños como si esto dejase ver otra dimensión o sirviese para leer unos indicadores que no existen. El cuerpo era blando, se sustentaba a base de interrogantes y a poco balanceaba con las miradas. Si hubiese estado lleno de respuestas no lo mueven ni las olas. Era un buscador cualquiera, esos que desean resolver sus incógnitas a base de las verdades ajenas. Lo curioso es que fue deshaciéndose a medida que cavilaba, porque las preguntas que no se portan bien, no sirven ni para sujetar deseos.
19/11/11.- En Bacaramanga el esfuerzo se mide como se mide la potencia de un rayo en la tormenta. Estos, los rayos, transportan avisos de un punto a otro y según sea su potencia así será la recepción. Si son flojos llegará un folio; si fuertes pueden hacer presente una enciclopedia. Los que más se usan son los suaves y pequeños que se pueden guardar en casa para gastarlos cuando quieras. Los botes son luminosos y se confunden con los de los esfuerzos. No todos los haceres tienen esfuerzos luminiscentes. Los habituales solo relucen la sonrisa y se guardan en el recuerdo de la sensación. Los otros, los grandes esfuerzos creados por uno o un grupo provocan una luminosidad espectacular. Siendo algo pastosa se puede trocear y guardar en tarros. Los colores dependerán de las situaciones; también la música de fondo que producen. Se usa cuando hay necesidad.
21/11/11.- En Bacaramanga a veces no aparece un Hurgar. Si llegase se levantarían al verlo y en el abrazo la voz se soltaría: No te conozco pero entraras en mi vida como la primera gota de agua. Y siendo un secreto pensarán contarlo a todos; porque los secretos no son como el amor. Se cruzan en tu vida un hurgando cualquiera y es en la punta de los dedos donde los guardas. Por eso tienen esa manía de hacer que todo parezca un tambor. El sonido que se repite no sabe traducirlo. Cambian de posturas por si en acomodándose encuentran su sitio y cuando por fin se ha aposentado es fácil que cambien de instrumento. Si se siente guitarra andará por entre las cuerdas; si piano se deslizará hasta componerte la vida. Hay que tener cuidado, no sea que en el juego ambos tres, el Hurgar, el Secreto y el Deseo se rompan.
22/11/11.- En Bacaramanga hace muchos años que usan el mirar más lejos como un juego del descubrir. No es motivo de engaño que se les nuble el razonar; ni es causa de pena que algunas ideas sean oscuras. Todo forma parte del aprender y es una alegría que esto dure por siempre. Comienza la diversión al despertar; tienen que adivinar en cuál de los mundos están, incluso se puede escoger campo. Las teorías sirven para ajustar los tiempos y las reglas para ordenarlos, siempre dependiendo de lo animoso que se levante uno. Los desordenados desayunan la merienda y tienen la sensación de regresar cuando aún no han salido. Sus ideas son más luminosas, pero solo para que ellos las puedan ver y tener en cuenta. La vida es decorada por plantas y pueden recrearse en el jardín o comérselo. Las ideas prietas son las que mejor se aprecian si te aúpa alguien que te quiere, se hace todo tan fácil que no se quieren bajar.
23/11/11.- Llueve en Bacaramanga y al compás de las gotas saltan hasta las casas. Las tejas que son previsoras se inflaron por si tienen que salir nadando y los Alirones siguen animando. Aquí las casas a fuerza de ser ellas necesarias se han ido consolidando y se decoran a sí mismas. No solo escogen cada día el mejor sitio para estar, también el color o la forma. Los Alirones andaban tristes. Nacen sin memoria y no saben quiénes son sus padres; por esto se pegan a modo de impronta a todo lo que se menea. De niños animan las cosas más tontas pero a medida que van creciendo se definen y pueden llegar a tener un valor incalculable. Lo saben y no desean hacer distingos; por esto se hicieron amigos de las casas y ahora son los encargados de velar por la sobrante agua y el exceso de ánimo que lanzan a todo el mundo. Salir de casa es una experiencia que se podría repetir salvo por el trabajo que da. Nunca sabes donde la encontraras y en mirando una por una, los Alirones no paran de animar.
24/11/11.- En Bacaramanga andan mirando al infinito horizonte, tan lejano que parece hasta que un día se acerca y quiere ser tu amigo. No se habían dado cuenta del porque siempre anda tan lejano. Allí se presentó en la plaza como si nunca se hubiese ido y todos se quedaron sin saber que decir. Es esta la causa de que siempre ande lejos. Provoca la pérdida del habla. Las Prisas que siempre andan corriendo de tanto llegar a ningún sitio acaban a su lado y con ellas tiene confianza. Lo miraban curiosos, incluso los niños pasaban sus dedos por la recta silueta. Alguien puso música. Las notas relajaron el ambiente. Se esforzaban y de sus bocas solo salían tildes y signos que se mezclaban sin significado. Triste se volvió por donde había venido. De vez en cuando estiran un dedo y siguen su línea; el siente la caricia y se curva un poco.
26/11/11.- En Bacaramanga andan despistados. El mundo de buena mañana esta tan claro, que no pueden remediar tirarse a él, como quien se sube a un tobogán. Aquí estos altos y tortuosos trastos solo los usan los atrevidos. Muy atrevidos. Mira la escalera, es tan alta que pareciese se inclina; sube despacio, pensando en el cambio que tiene el aire con las alturas. Las vistas son tremendas y retiene cada una en la memoria para luego poder contarlo. Es curioso que la meta esta abajo y no arriba. Allí, solo, se encuentra en un reducido espacio personal, donde todo se ve de otra manera; piensa con intensidad. El dilema tiene un color escurridizo; la sensación está caliente y siente que el seguir es importante. Duda y esto le da empuje. Podría retroceder y siempre quedaría el recuerdo pero no lo hace. Los que miran no importan. Si empieza es un no parar. La chirristra es suave y la velocidad, de vértigo. Ha durado tan poco que tendrá que meditar las sensaciones. Los niños en su ceguera volverán a intentarlo, una y otra vez.
27/11/11 .- Un día llegó a Bacaramanga una gota fresquita. Se deslizaba de hoja en hoja, saltaba de un pétalo a una brizna de polvo canturreando. Se detenía al ver un quehacer y sonreía sintiendo las risas de los que juegan. Se mezcló con el sudor del que se esfuerza y con la lágrima del emocionado y sintió el calor. Es reportera de la prensa mojada y ahora en su propio charco escribe para los húmedos y les cuenta que hay un lugar donde la vieja vida se detiene a desayunar y los que allí viven le piden consejo. Parece ser que la Esperanza no les abandonó. Pasea sentada en una calesa tirada por el Entusiasmo. Termina la crónica deseando que esta buena vida dure por muchos años y ánima a las aguas a regar tanta benevolencia con prudencia que cuando se juntan, las muy osadas, hacen turbión y aunque canten bonito, no saben parar.
29/11/11.- En Bacaramanga felices están. Cuando los sueños se marchan a dormir ellos se levantan estirando del hilo para ver como terminan los inconclusos. Calzan zapatillas de andar por entre los gustos y salen a ver el sol. Se estiran mucho, tanto que a veces crecen un poquito. Lo suyo es otear el suelo. Las plantas saludan, los gusanos bailan y las gallinas hacen gestos para que encuentres un huevo para desayunar. Uno se dio cuenta de que ellas, siempre generosas andaban buscando lugar y construyo un gallinero. Es caliente y luminoso con grandes espacios para la charla y el vermú. Enseguida todos se dieron prisa por visitarlo y ahora allí se llegan de buena mañana, de buena tarde o mejor noche. Las plumosas tienen preparada una coreografía. Solo se saben una canción y con ella la bienvenida dan. Si de hilar sueños o juntar vecinos se trata, aquí siempre saben qué hacer. Hasta las gallinas soñaron que una casa tenían y en ella todos venían a incubar las ideas que a veces huevos son.
30/11/11.- En Bacaramanga nada es inamovible. Ni siquiera una montaña que un día la encuentras robusta, imponente en la lejanía y al atardecer ha seguido la senda del sol para ponerse morena. Aquí todo cambia por decisión de un parpado. La Certeza a veces se enfada y se pasa el tiempo escribiendo largos legajos con sus convicciones. Los niños se ponen muy contentos porque cuando encuentran alguno lo usan de cometa. Volando andan las seguridades. Las letras que tienen vértigo a las alturas saltan asustadas sobre las nubes y estas se agitan como los perros mojados. A veces, sentados en la plaza, tomando algo caen letras en los vasos, que se retiran con los lapiceros de mina blanca que nunca sirvieron para otra función. Se dieron cuenta un día de verano, la mina es puro dulce. Las cucharillas sirven para lanzar las letras a los amigos. Hay gente que termina estas fiestas pareciendo un libro. Al llegar a casa su compañía le destapa…nunca antes hacer el amor fue tan instructivo.
1/12/11.- En Bacaramanga no existen Intermedios. Hace tiempo se dieron cuenta de que estos, los Intermedios eran como si la vida tuviese grietas y los cosieron. Había algunos que eran tan anchos que tenían que ponerse de acuerdo los de un lugar y los de otro. Se hablaban a gritos al borde de la hondonada y el eco jugaba con palabras haciéndolas diferentes. Era difícil el entendimiento. Por ejemplo: si uno decía “cariño” el del otro lado entendía mal y le mostraba a su hijo…Cosas así de bobas les pasaba. Los pájaros que de esto saben un rato porque también les pasa a ellos, quisieron ayudar y tomaban las palabras de una parte y las soltaban en la otra. Costó tiempo llegar a entenderse. Se fue pespunteando y a medida que desaparecían las grietas, la gente se sentía más y más contenta. Hubo quien en sus ratos libres hizo bordados primorosos, llenos de flores que olían a junturas. Dicen que los Intermedios servían para pensar hasta llegar al otro lado pero cuando se hacen largos y profundos no sirven más que para despistar y olvidar.
31/10/11.- En Bacaramanga cuando tienen cosas que hacer, no las hacen todas. Dejan unas cuantas a la puerta de casa para los caminantes. Ellos se encargan de tomar una o dos y llevarlas a otra parte. Cuando menos lo esperas alguien se acerca y te hace alguna. Esto no se agradece porque aprovechas el tiempo para ir a casa de otro y realizar esa tarea que a tu casa llegó. A la hora de comer varían los hambrientos porque nunca sabes donde estas o quien llega. Magnífica oportunidad para cambiar de vida o de impresiones.
1/11/11.- En Bacaramanga hay comidas que afectan el razonar. Todos los cocinados tienen apellido y es de gusto ser recordado por esto. Se dicen alabanzas rememorando amigos: “Oh! Es Ese, que hacia pasteles de flores…” Incluso se puede llegar a decir: “…es Aquel, que comía suspiros de lentejas con deleite…” Tanto el guisador, como el comedor serán recordados por esto. Tan importante es el que trajina como el que da rienda al engullir porque las recetas que no se guisan, lloran de pena. Lo mismo que los paisajes que no se visitan o la música que no se escucha.
2/11/11.- En Bacaramanga nadie dice un “no puedo”; siendo singular no se conoce razón. Todos se dan cuenta de un hacer costoso y allá que se arriman; uno, dos o treinta y en compañía se resuelve. Si es grande el esfuerzo antes de empezar, almuerzan; si no, unos caramelos de entusiasmo serán suficientes para terminar. No se agradece esta ayuda porque eso, ayudar al otro, es parte de su carácter. Cierto es que siempre están al tanto para hacer esto; unos hacen música, otros guisan o aúpan. Los “podemos” vibran al final y la fiesta será recordada porque pueden.
3/11/11.- En Bacaramanga la Vida tiene hermanas. Son gemelas pero siempre hay algo que las distingue. Eso lo puedes comprobar cuando se presentan. Todas tienen ansias pero muy mala memoria y llegan como si no les conocieses. No vienen juntas por lo que uno puede pensar que andan enfadadas y solo es que trabajan. Pendientes están de tu despertar y corren a saludarte. Puede llegar la dicharachera que anda iluminada por el sol y ganas da de irse de fiesta; o la que se ve borrosa porque no para quieta…Todas las vidas te visitan y solo un buen café las reposa. Se les pone música adecuada; veras como escuchan tus poemas.
04/11/11.- En Bacaramanga llueve y la tierra se moja de gusto. Las plantas hacen fiesta que no hay bebida que más le guste que la sopa de polen y salvia. Ante la transparencia se viste el campo de esperanza rabiosa…la que muerde los tobillos y hace que bailes bajo la lluvia.
1/11/11.- En Bacaramanga hay comidas que afectan el razonar. Todos los cocinados tienen apellido y es de gusto ser recordado por esto. Se dicen alabanzas rememorando amigos: “Oh! Es Ese, que hacia pasteles de flores…” Incluso se puede llegar a decir: “…es Aquel, que comía suspiros de lentejas con deleite…” Tanto el guisador, como el comedor serán recordados por esto. Tan importante es el que trajina como el que da rienda al engullir porque las recetas que no se guisan, lloran de pena. Lo mismo que los paisajes que no se visitan o la música que no se escucha.
2/11/11.- En Bacaramanga nadie dice un “no puedo”; siendo singular no se conoce razón. Todos se dan cuenta de un hacer costoso y allá que se arriman; uno, dos o treinta y en compañía se resuelve. Si es grande el esfuerzo antes de empezar, almuerzan; si no, unos caramelos de entusiasmo serán suficientes para terminar. No se agradece esta ayuda porque eso, ayudar al otro, es parte de su carácter. Cierto es que siempre están al tanto para hacer esto; unos hacen música, otros guisan o aúpan. Los “podemos” vibran al final y la fiesta será recordada porque pueden.
3/11/11.- En Bacaramanga la Vida tiene hermanas. Son gemelas pero siempre hay algo que las distingue. Eso lo puedes comprobar cuando se presentan. Todas tienen ansias pero muy mala memoria y llegan como si no les conocieses. No vienen juntas por lo que uno puede pensar que andan enfadadas y solo es que trabajan. Pendientes están de tu despertar y corren a saludarte. Puede llegar la dicharachera que anda iluminada por el sol y ganas da de irse de fiesta; o la que se ve borrosa porque no para quieta…Todas las vidas te visitan y solo un buen café las reposa. Se les pone música adecuada; veras como escuchan tus poemas.
04/11/11.- En Bacaramanga llueve y la tierra se moja de gusto. Las plantas hacen fiesta que no hay bebida que más le guste que la sopa de polen y salvia. Ante la transparencia se viste el campo de esperanza rabiosa…la que muerde los tobillos y hace que bailes bajo la lluvia.
24/10/11.- En Bacaramanga hay sucedidos y ocurrencias que no se deben perder. Cada uno se las guarda en su rincón; las suyas, las que pasan o las que se miran. Que la acción de ver te hace protagonista. Usase para esto arcas grandes y de madera forrada con queso; los ratones agradecen el gesto y no tocan el papel, solo chupan algunas fotografías por lo dulce que es el color. Se apunta la vida en papelitos, a lápiz, por si hubiese gusto de cambiar algo. Que el tiempo reaviva los recuerdos y les pone dulce. Solo por los ratones.
24/10/11.- En Bacaramanga se rompió la elipse de tan paseada como estaba. Se desgastó por gusto. Hubo reuniones para concretar y parecía imposible restaurarla. Aquí no se saben los caminos; aparecen por sorpresa y nunca se pararon a pensar como. De tanto andar el camino se ilumina primero, luego se hace liso para dar el siguiente paso. Llamaron al Azar que en sus ratos libres es constructor y ahora tienen un nuevo paseo. Llamado De las Posibilidades por la cantidad de opciones que da.
26/10/11.- En Bacaramanga el silencio corre con zancadas grandes, agarrándose la cabeza para que no se le caiga por el camino. Tiene arrebatos que le hacen querer cantar y es entonces cuando se va. Llega a dónde va el segundo; siempre le recibe el Sonido. Tiene que hacerse hueco porque este es tan fuerte y grande que casi lo ocupa todo. Son amigos inseparables y nunca andan alejados por mucho tiempo. En verdad son como la respiración; suspira el ruido, expira el silencio.
27/10/11.- Un día a Bacaramanga llego la Nada. Se quedó a la entrada con miedo de no sentirse bien recibida. Es así como quiere estar, esperando a Nadie, retorciendo los dedos como si esto pudiese llenar los huecos. En sitios como este es fácil que nadie esté, ni siquiera para verla. Si pasa, si camina despacio como solo ella sabe hacerlo, la ven con curiosidad y todos la desnudan con la mirada. Se deshace en halagos para con nadie y llora lagrimas de hielo que con el calor de la emoción se derriten.
28/10/11.- En Bacaramanga cuando alguien se va deja dos cosas. Una es un arcón lleno de recuerdos; que no solo lo completa él, lo llenan entre todos porque también son parte de eso. Otra cosa que deja es un vacío. Un agujero en el espacio que se llena con las miradas de los que lo sienten alejarse. Tiene un color determinado y se instalará cerca del mar. Con el tiempo se lo lleva la marea y se disuelve en el agua. Por eso sabe tan salada; son los instantes en que el que mira rememora lo vivido. No se puede beber, hay que sentirlo.
29/10/11.- En Bacaramanga han empezado a maquillarse…Una cosa especial que remarca las facciones y dura mucho.
Llueve; no obedece la lluvia ni al sol que a pesar de estar en fiestas controla el cielo. Se está emocionando al ver que todo el escenario le resulta familiar. Le entretienen contándole cuentos; le invitaron al vermú y dejó la aceituna…ya parece que sea una bolla verde en un mar de salpicones.
Se maquillan porque tanta agua borra los rasgos y luego hay confusiones en las camas…a disfrutar nuevamente.
30/10/11.- En Bacaramanga hay alcancías para casos extraordinarios. Redondas, a modo de bolas que se guardan por los rincones. En ellas se va guardando los excesos de los momentos únicos. El sentir de un prolongado beso; la pasión de un amanecer acompañado o la saciedad al final de una buena comida.
Tómese la sensación y extiéndase en una mesa. Doblarla, plegarla hasta que parezca un libro pequeño e introdúzcase por la ranura. Esto es tan habitual que las ranuras dan las gracias. En caso de necesidad láncese al aire; la presión romperá el recipiente.
24/10/11.- En Bacaramanga se rompió la elipse de tan paseada como estaba. Se desgastó por gusto. Hubo reuniones para concretar y parecía imposible restaurarla. Aquí no se saben los caminos; aparecen por sorpresa y nunca se pararon a pensar como. De tanto andar el camino se ilumina primero, luego se hace liso para dar el siguiente paso. Llamaron al Azar que en sus ratos libres es constructor y ahora tienen un nuevo paseo. Llamado De las Posibilidades por la cantidad de opciones que da.
26/10/11.- En Bacaramanga el silencio corre con zancadas grandes, agarrándose la cabeza para que no se le caiga por el camino. Tiene arrebatos que le hacen querer cantar y es entonces cuando se va. Llega a dónde va el segundo; siempre le recibe el Sonido. Tiene que hacerse hueco porque este es tan fuerte y grande que casi lo ocupa todo. Son amigos inseparables y nunca andan alejados por mucho tiempo. En verdad son como la respiración; suspira el ruido, expira el silencio.
27/10/11.- Un día a Bacaramanga llego la Nada. Se quedó a la entrada con miedo de no sentirse bien recibida. Es así como quiere estar, esperando a Nadie, retorciendo los dedos como si esto pudiese llenar los huecos. En sitios como este es fácil que nadie esté, ni siquiera para verla. Si pasa, si camina despacio como solo ella sabe hacerlo, la ven con curiosidad y todos la desnudan con la mirada. Se deshace en halagos para con nadie y llora lagrimas de hielo que con el calor de la emoción se derriten.
28/10/11.- En Bacaramanga cuando alguien se va deja dos cosas. Una es un arcón lleno de recuerdos; que no solo lo completa él, lo llenan entre todos porque también son parte de eso. Otra cosa que deja es un vacío. Un agujero en el espacio que se llena con las miradas de los que lo sienten alejarse. Tiene un color determinado y se instalará cerca del mar. Con el tiempo se lo lleva la marea y se disuelve en el agua. Por eso sabe tan salada; son los instantes en que el que mira rememora lo vivido. No se puede beber, hay que sentirlo.
29/10/11.- En Bacaramanga han empezado a maquillarse…Una cosa especial que remarca las facciones y dura mucho.
Llueve; no obedece la lluvia ni al sol que a pesar de estar en fiestas controla el cielo. Se está emocionando al ver que todo el escenario le resulta familiar. Le entretienen contándole cuentos; le invitaron al vermú y dejó la aceituna…ya parece que sea una bolla verde en un mar de salpicones.
Se maquillan porque tanta agua borra los rasgos y luego hay confusiones en las camas…a disfrutar nuevamente.
30/10/11.- En Bacaramanga hay alcancías para casos extraordinarios. Redondas, a modo de bolas que se guardan por los rincones. En ellas se va guardando los excesos de los momentos únicos. El sentir de un prolongado beso; la pasión de un amanecer acompañado o la saciedad al final de una buena comida.
Tómese la sensación y extiéndase en una mesa. Doblarla, plegarla hasta que parezca un libro pequeño e introdúzcase por la ranura. Esto es tan habitual que las ranuras dan las gracias. En caso de necesidad láncese al aire; la presión romperá el recipiente.
18/10/11.- En Bacaramanga se levantaron inspirados; tanto que alguno sacudía la almohada para que los sueños que allí se guardan viesen el buen día. No están acostumbrados, los sueños, a la luz. No son noctámbulos porque quieran; lo son por pura necesidad. Es en el dormir cuando ellos abren la puerta. Pasas y escoges lo que harás como si estuvieses en tu casa. Allí sacudes la almohada para que los “otros” sueños espabilen. Que soñando se anda siempre; bien sea dormido o en el más real de los despertares.
19/10/11.- En Bacaramanga lo esperaban; siempre se da el caso y por mucho que tiren de sus rayos, el bueno del sol se marcha de vacaciones. Siendo un responsable les ha prometido enviar luces varias todos los días y algo de calor para animar el invierno. Hoy esta mas radiante que nunca y aprovechan tumbándose en la hierba o en la playa. Se colocan boca abajo porque los culos se han sublevado. Hartitos están de no ser considerados. Se acerca el tiempo de chocolate y jazz. Beben el sol los carrillos independientes.
20/10/11.- En Bacaramanga han recibido un regalo. La maquina no huele a persona por lo que todos piensan que se hizo a sí misma. La miran desde los ángulos obtusos del que no sabe hacer funcionar algo. Le dicen y solo cuando recibe el toque indicador se espabila. Largo viaje tuvo. El sol de lata la recarga y comienza a vivir. Alguno se ha enfadado; las maquinas no viven, solo existen. Vieron asombrados como absorbe el sentido de los que la tocan. Canta con voces de otros; es posible que estén dentro.
21/10/11.- A Bacaramanga llegó hecha mil pedazos. Le gusta el juego y es que no tiene otra cosa que hacer. Mas entrado el tiempo tendrá otras tareas pero ahora, ahora solo juega a romperse y mojar. A veces uno piensa…¿serán sus hijos? Y no lo son; es solo Agua, que gusta jugar con nosotros y reírse de nuestro asombro. Se sabe cien modos y nos moja en la mayoría de ellos. Tanto le gustamos que la bebemos con gozo. Si calienta, sube; si enfría, endurece y cuando menos te lo esperas te toca para hacerte parte de ella.
Parece un acertijo…y es que nunca dejan de sorprenderse con la Lluvia. La mas cotilla que todo lo quiere saber y se mete en todas partes, mojándolo todo.
19/10/11.- En Bacaramanga lo esperaban; siempre se da el caso y por mucho que tiren de sus rayos, el bueno del sol se marcha de vacaciones. Siendo un responsable les ha prometido enviar luces varias todos los días y algo de calor para animar el invierno. Hoy esta mas radiante que nunca y aprovechan tumbándose en la hierba o en la playa. Se colocan boca abajo porque los culos se han sublevado. Hartitos están de no ser considerados. Se acerca el tiempo de chocolate y jazz. Beben el sol los carrillos independientes.
20/10/11.- En Bacaramanga han recibido un regalo. La maquina no huele a persona por lo que todos piensan que se hizo a sí misma. La miran desde los ángulos obtusos del que no sabe hacer funcionar algo. Le dicen y solo cuando recibe el toque indicador se espabila. Largo viaje tuvo. El sol de lata la recarga y comienza a vivir. Alguno se ha enfadado; las maquinas no viven, solo existen. Vieron asombrados como absorbe el sentido de los que la tocan. Canta con voces de otros; es posible que estén dentro.
21/10/11.- A Bacaramanga llegó hecha mil pedazos. Le gusta el juego y es que no tiene otra cosa que hacer. Mas entrado el tiempo tendrá otras tareas pero ahora, ahora solo juega a romperse y mojar. A veces uno piensa…¿serán sus hijos? Y no lo son; es solo Agua, que gusta jugar con nosotros y reírse de nuestro asombro. Se sabe cien modos y nos moja en la mayoría de ellos. Tanto le gustamos que la bebemos con gozo. Si calienta, sube; si enfría, endurece y cuando menos te lo esperas te toca para hacerte parte de ella.
Parece un acertijo…y es que nunca dejan de sorprenderse con la Lluvia. La mas cotilla que todo lo quiere saber y se mete en todas partes, mojándolo todo.
jueves, 10 de noviembre de 2011
18/10/10.- En Bacaramanga cuando hablas las palabras saben qué hacer. Viajan a las orejas interesadas refrescadas por el aire. No son presuntuosas pero cuando se ven guapas se escriben a sí mismas en cuadernos hechos con memoria. Estos recopilatorios quedan a merced de todos y bien se pueden mejorar usando la inquietud o un dedo. Las manos son independientes y hablan por si solas; callaran sin gesticular, amaran con suaves caricias. PUBLICADO DOS DIAS
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18/10/11.- En Bacaramanga se levantaron inspirados; tanto que alguno sacudía la almohada para que los sueños que allí se guardan viesen el buen día. No están acostumbrados, los sueños, a la luz. No son noctámbulos porque quieran; lo son por pura necesidad. Es en el dormir cuando ellos abren la puerta. Pasas y escoges lo que harás como si estuvieses en tu casa. Allí sacudes la almohada para que los “otros” sueños espabilen. Que soñando se anda siempre; bien sea dormido o en el más real de los despertares.
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19/10/11.- En Bacaramanga lo esperaban; siempre se da el caso y por mucho que tiren de sus rayos, el bueno del sol se marcha de vacaciones. Siendo un responsable les ha prometido enviar luces varias todos los días y algo de calor para animar el invierno. Hoy esta mas radiante que nunca y aprovechan tumbándose en la hierba o en la playa. Se colocan boca abajo porque los culos se han sublevado. Hartitos están de no ser considerados. Se acerca el tiempo de chocolate y jazz. Beben el sol los carrillos independientes.
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20/10/11.- En Bacaramanga han recibido un regalo. La maquina no huele a persona por lo que todos piensan que se hizo a sí misma. La miran desde los ángulos obtusos del que no sabe hacer funcionar algo. Le dicen y solo cuando recibe el toque indicador se espabila. Largo viaje tuvo. El sol de lata la recarga y comienza a vivir. Alguno se ha enfadado; las maquinas no viven, solo existen. Vieron asombrados como absorbe el sentido de los que la tocan. Canta con voces de otros; es posible que estén dentro.
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21/10/11.- A Bacaramanga llegó hecha mil pedazos. Le gusta el juego y es que no tiene otra cosa que hacer. Mas entrado el tiempo tendrá otras tareas pero ahora, ahora solo juega a romperse y mojar. A veces uno piensa…¿serán sus hijos? Y no lo son; es solo Agua, que gusta jugar con nosotros y reírse de nuestro asombro. Se sabe cien modos y nos moja en la mayoría de ellos. Tanto le gustamos que la bebemos con gozo. Si calienta, sube; si enfría, endurece y cuando menos te lo esperas te toca para hacerte parte de ella.
Parece un acertijo…y es que nunca dejan de sorprenderse con la Lluvia. La mas cotilla que todo lo quiere saber y se mete en todas partes, mojándolo todo.
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24/10/11.- En Bacaramanga hay sucedidos y ocurrencias que no se deben perder. Cada uno se las guarda en su rincón; las suyas, las que pasan o las que se miran. Que la acción de ver te hace protagonista. Usase para esto arcas grandes y de madera forrada con queso; los ratones agradecen el gesto y no tocan el papel, solo chupan algunas fotografías por lo dulce que es el color. Se apunta la vida en papelitos, a lápiz, por si hubiese gusto de cambiar algo. Que el tiempo reaviva los recuerdos y les pone dulce. Solo por los ratones.
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24/10/11.- En Bacaramanga se rompió la elipse de tan paseada como estaba. Se desgastó por gusto. Hubo reuniones para concretar y parecía imposible restaurarla. Aquí no se saben los caminos; aparecen por sorpresa y nunca se pararon a pensar como. De tanto andar el camino se ilumina primero, luego se hace liso para dar el siguiente paso. Llamaron al Azar que en sus ratos libres es constructor y ahora tienen un nuevo paseo. Llamado De las Posibilidades por la cantidad de opciones que da.
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26/10/11.- En Bacaramanga el silencio corre con zancadas grandes, agarrándose la cabeza para que no se le caiga por el camino. Tiene arrebatos que le hacen querer cantar y es entonces cuando se va. Llega a dónde va el segundo; siempre le recibe el Sonido. Tiene que hacerse hueco porque este es tan fuerte y grande que casi lo ocupa todo. Son amigos inseparables y nunca andan alejados por mucho tiempo. En verdad son como la respiración; suspira el ruido, expira el silencio.
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27/10/11.- Un día a Bacaramanga llego la Nada. Se quedó a la entrada con miedo de no sentirse bien recibida. Es así como quiere estar, esperando a Nadie, retorciendo los dedos como si esto pudiese llenar los huecos. En sitios como este es fácil que nadie esté, ni siquiera para verla. Si pasa, si camina despacio como solo ella sabe hacerlo, la ven con curiosidad y todos la desnudan con la mirada. Se deshace en halagos para con nadie y llora lagrimas de hielo que con el calor de la emoción se derriten.
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28/10/11.- En Bacaramanga cuando alguien se va deja dos cosas. Una es un arcón lleno de recuerdos; que no solo lo completa él, lo llenan entre todos porque también son parte de eso. Otra cosa que deja es un vacío. Un agujero en el espacio que se llena con las miradas de los que lo sienten alejarse. Tiene un color determinado y se instalará cerca del mar. Con el tiempo se lo lleva la marea y se disuelve en el agua. Por eso sabe tan salada; son los instantes en que el que mira rememora lo vivido. No se puede beber, hay que sentirlo.
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29/10/11.- En Bacaramanga han empezado a maquillarse…Una cosa especial que remarca las facciones y dura mucho.
Llueve; no obedece la lluvia ni al sol que a pesar de estar en fiestas controla el cielo. Se está emocionando al ver que todo el escenario le resulta familiar. Le entretienen contándole cuentos; le invitaron al vermú y dejó la aceituna…ya parece que sea una bolla verde en un mar de salpicones.
Se maquillan porque tanta agua borra los rasgos y luego hay confusiones en las camas…a disfrutar nuevamente.
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30/10/11.- En Bacaramanga hay alcancías para casos extraordinarios. Redondas, a modo de bolas que se guardan por los rincones. En ellas se va guardando los excesos de los momentos únicos. El sentir de un prolongado beso; la pasión de un amanecer acompañado o la saciedad al final de una buena comida.
Tómese la sensación y extiéndase en una mesa. Doblarla, plegarla hasta que parezca un libro pequeño e introdúzcase por la ranura. Esto es tan habitual que las ranuras dan las gracias. En caso de necesidad láncese al aire; la presión romperá el recipiente.
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31/10/11.- En Bacaramanga cuando tienen cosas que hacer, no las hacen todas. Dejan unas cuantas a la puerta de casa para los caminantes. Ellos se encargan de tomar una o dos y llevarlas a otra parte. Cuando menos lo esperas alguien se acerca y te hace alguna. Esto no se agradece porque aprovechas el tiempo para ir a casa de otro y realizar esa tarea que a tu casa llegó. A la hora de comer varían los hambrientos porque nunca sabes donde estas o quien llega. Magnífica oportunidad para cambiar de vida o de impresiones.
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1/11/11.- En Bacaramanga hay comidas que afectan el razonar. Todos los cocinados tienen apellido y es de gusto ser recordado por esto. Se dicen alabanzas rememorando amigos: “Oh! Es Ese, que hacia pasteles de flores…” Incluso se puede llegar a decir: “…es Aquel, que comía suspiros de lentejas con deleite…” Tanto el guisador, como el comedor serán recordados por esto. Tan importante es el que trajina como el que da rienda al engullir porque las recetas que no se guisan, lloran de pena. Lo mismo que los paisajes que no se visitan o la música que no se escucha.
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2/11/11.- En Bacaramanga nadie dice un “no puedo”; siendo singular no se conoce razón. Todos se dan cuenta de un hacer costoso y allá que se arriman; uno, dos o treinta y en compañía se resuelve. Si es grande el esfuerzo antes de empezar, almuerzan; si no, unos caramelos de entusiasmo serán suficientes para terminar. No se agradece esta ayuda porque eso, ayudar al otro, es parte de su carácter. Cierto es que siempre están al tanto para hacer esto; unos hacen música, otros guisan o aúpan. Los “podemos” vibran al final y la fiesta será recordada porque pueden.
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3/11/11.- En Bacaramanga la Vida tiene hermanas. Son gemelas pero siempre hay algo que las distingue. Eso lo puedes comprobar cuando se presentan. Todas tienen ansias pero muy mala memoria y llegan como si no les conocieses. No vienen juntas por lo que uno puede pensar que andan enfadadas y solo es que trabajan. Pendientes están de tu despertar y corren a saludarte. Puede llegar la dicharachera que anda iluminada por el sol y ganas da de irse de fiesta; o la que se ve borrosa porque no para quieta…Todas las vidas te visitan y solo un buen café las reposa. Se les pone música adecuada; veras como escuchan tus poemas.
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04/11/11.- En Bacaramanga llueve y la tierra se moja de gusto. Las plantas hacen fiesta que no hay bebida que más le guste que la sopa de polen y salvia. Ante la transparencia se viste el campo de esperanza rabiosa…la que muerde los tobillos y hace que bailes bajo la lluvia.
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5/11/11.- Un día a Bacaramanga llegó una ¡Sorpresa! Envuelta en papel de colores con fondo de expectación y lazos que quieren enlazar. Allí en medio de todos miraba curiosa a ver quién era el más templado y se acercaba a desembalar. Miraban, miraba……….sonidos acústicos de pensamientos flotaban junto a los pájaros que trinaban bajito animando……..Uno preguntó si alguien había encargado una sensación. Otro miraba su agenda por si estaba prevista. Se levanto brisa de las cabezas que dicen no y en la misma, en silencio, se perdieron entre patatas fritas, aceitunas y una copita de vermú. Siempre hay tiempo para tener una conmoción.
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6/11/11.- En Bacaramanga aman los viajes por lo que de descubrir tienen; mas aun por el gusto de recordarlos o mirar las instantáneas de un descubrimiento. La calle del viajar la tienen cuesta arriba y tan empinada es que a veces organizan excursiones en la propia casa o a la casa de un amigo que vive al otro lado del pueblo. Hacer el equipaje es lo mejor porque sin duda meterán en la maleta aquello que mas aman y disfrutan. Luego al rato, en otro momento distante la abren y gozan de esto. Hacen departamentos donde meter los recuerdos; envuelven los imborrables porque si bien no desaparecen se pueden romper y luego hay que ir montando el puzle; siempre tienen más piezas de las que son.
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07/11/11.- Un día a Bacaramanga no llegó nadie. El aire esperaba sentado en un pretil y silbaba canciones de aguardo. Esperar no gusta por eso cuando alguien dice que llega ni le escuchan. Siempre se anda expectante por si se da el caso y miran desde dentro a la calle con la sonrisa puesta. Imaginan la vida sin sorpresas y se besan a media luz para jugar al despiste. Caminan por la calle donde no ha llegado ninguno; ven sonrisas en las casas y hacen un esfuerzo. El aire aburrido se arrima y juntos entonan un dúo abierto que pronto se convertirá en coral. ¿Quién repitió “nadie”? Es la música que no termina de llegar; el son es un sinfín.
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08/11/11.- Hoy en Bacaramanga es un gran día de fiesta. Los niños como día especial irán al colegio. El lugar es un sitio donde resguardarse los días en que llueve ignorancia a cantaros. No es una biblioteca; aquí se guardan los libros especiales que hacen posible alcanzar aquellos otros en los que se guardan las emociones. Hay números consentidos y caprichosos por todas partes, campando a sus anchas y cuando te ven llegar se alinean para que escojas y juegues con ellos. Fotografías de personajes insignes que marcaron pautas para el saber y todos los miran con admiración. La excursión termina recibiendo notas que no marcarán el resto de la vida de nadie. Volverán porque el aprender necesita del saber.
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09/11/11.- En Bacaramanga los anuncios no son Por Palabras. Tampoco se recurre a las estampas. Cuando alguien quiere anunciar algo usa las dos maneras que por aquí acostumbran. Siendo noticia pueden esperar que el viento la lleve de casa en casa metiéndose por las narices de los interesados. Si es cuestión de busca y captura se pone en marcha el sistema gesto. Vestirán acorde a la circunstancia y comienzan el paseo; paran en las plazas y las esquinas para llamar la atención de los caminantes. Hacen gestos que indican las necesidades y el que lo entiende no tiene más remedio que ayudar. Si no puede solventarla se adhiere a la petición. En lo difícil aparece un pueblo que baila sin música; por esto se puede silbar.
· 30/08/11.- En Bacaramanga se han reunido en la playa. Le ves dando ánimos y aplaudiendo; besando el suelo y aconsejando. Y es que despiden de los pequeños granos de arena que vinieron de vacaciones. Restos quedan de las felices fiestas; castillos que aun tienen princesas dentro o las formas que hacen para que los cuerpos encajen en ellos. Los aman porque cuando te acercas a la playa los pequeños granos te hacen cosquillas en los pies incluso se dan casos en que se van a tu casa contigo.
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31/08/11.- En Bacaramanga la Unión se proporciona en conformidad con los siguientes términos y condiciones:
.- Es unión cuando se juntan.
.- Es juntura cuando se unen y no se despegan.
.- Pegamento a base de roce, une pero no junta.
.- Engrudo de salivas une y puede que junte si ambos componentes se complementan.
Lo que en aquiescencia en buenas condiciones se dio, no termina nunca.
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1/09/11.- Un día a Bacaramanga llego uno que sabiendo mucho pensó un rato. Montó una mesa con ventana. Un cuaderno gordo y un lápiz oscuro escondían su intención. Puso un gran cartel, Consulta. Allí llegaron ilusionados…¿Dónde va el aroma de los pasteles?; ¿Por qué solo tengo dos ojos si soy vigía? ¿Por qué no puedo estar en dos sitios a la vez?...Se fue con el viento fresco de la mañana que llego por la tarde para facilitar la salida. Ahora es funcionario en un país sin alegría.
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2/09/11.- En Bacaramanga saben que hay infinito por uno que hace listas. A veces todos se ponen a la tarea y crean cosas para que tenga más componentes que apuntar. Las estrellas se han dividido en pedacitos. El sol lanza nuevos rayos y los ciempiés ya calzan cuatrocientos. Nunca usa palabras concretas ni las que apelan a la cantidad. Era finito de aspecto; lo remedió comiendo infinidad de haches pasadas por agua. Un día comenzó a caminar contando sus pasos. Murió en el camino y de tanto andar volvió a la vida que no tiene fin
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04/09/11.- En Bacaramanga los vestidos son solo un preludio. Un tener deseos de ser fruta. Adorno de manjar; distintivo de felicidad. Por eso se pueden comer con los dedos. Si acaricias se hacen salsa y otro cuerpo será el mejor pan. Hacen cambalache con las flores y se quedan con la mejor parte. Te vistes únicamente para poder correr el telón y dar paso a la mejor de las funciones que terminan solo con un aplauso a cuatro manos.
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06/09/11.- En Bacaramanga las medias y los cuartos miran con desdén a los que descansan. La Hora que teje colchas para la noche anda preocupada, no tiene mucho tiempo para educar a sus hijos. Siempre están jugando y avanzan a trompicones o se retrasan a la hora de comer. Le dijeron que el Tiempo todo lo cura y allá se fue con ellos. No hubo manera porque son familia y a lo más que llegó es a darles unos minutos de propina. La merienda se les fue en un suspiro.
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07/09/11.- En Bacaramanga hay ventanas que se sienten protectoras. Si pasa por su frente algo que no te aportará nada se ponen opacas. Si por el contrario es algo que te hace ilusión gritan. El sonido varía según la novedad; pasa de un suave canto de las gotas de lluvia cuando la rozan al crujido de mil cristales besándose. Tienen la facultad de guardarse los roces y repetirlos. Te avisan si el que pasa es un amigo; si el sol calienta demasiado o ya maduró esa fruta que tanto te gusta. Son los ojos de las casas.
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08/09/11.- En Bacaramanga los músicos estaban un tanto desalentados. Sienten que las canciones son hijos, aunque sean nacidos de la voluptuosidad. Se van, los dejan ir; a veces los ven rondando orejas y no deja de ser triste. Les dicen que esto es lo normal. Ante tal cuita pidieron consejo. Las estrellas que tienen padres quitaron importancia. Las nubes lloraron por las gotas de rocío; el cartero por sus cartas de amor…Solo el Sol puso orden. Les regaló letras para las canciones y ahora no paran de hablar.
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8/09/09.- Un día a Bacaramanga llego un aire fresquito. Sorprendidos por la novedad le hicieron mil preguntas a las que respondía sin pensar. Los curiosos a medida que esto hacían más frio tenían y comenzaron a enhojarse. Que no es enfadarse, es, taparse con hojas. Los arboles cansados de tanta poda soplaron con fuerza. El aire se calentó tanto que absorbió el contenido de los vasos. Llovió chocolate caliente. A lamerse jugaron; saben que el chocolate no tiene respuestas, solo sentimientos.
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9/09/011.- En Bacaramanga cuando te levantas por las mañanas te sientes bandera. Ondulas por el cuarto hasta llegar al nacimiento del rio domestico. El agua se acerca a ti con el cariño oportuno y para demostrártelo se trae el jabón. Estas fresco y te iluminas; te miras en el espejo y has crecido. Los días con menos especialidades puedes menguar si vas al huerto o tus pies se aplanan si has de nadar… Hoy es un día especial; iras a la montaña, harás votos con el eco y no parara de repetir…TE QUIERO.
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10/09/11.- En Bacaramanga el Sol esta esplendoroso. Las nubes a un lado rezuman exuberancia; han conseguido unas formas y colores tan hermosos que están a punto de llorar por la emoción. Los que miran desde abajo creen ver intenciones en tales signos y tumbados miran con un ojo la luz y con el otro la expresión. De tanto mirar olvidaron que hoy es el día en que las aves se reúnen para determinar. Piensan en el largo viaje que harán. Muchos ya han preparado las alforjas; no son pájaros y aun así tienen muy buen agüero.
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11/09/11.- En Bacaramanga el día se siente un poco militar y todos se ríen. Pasa las noches escondido detrás de un reloj. Prepara edictos para mañana que estarán a la orden del Día; nadie acatará. El pobre es desgraciado. Le hacen fiestas organizando especialidades y no se consuela. Siente envidia de la noche donde todos cantan y sueñan. La luna se puso delante del sol para que probase y se tomo un vermú con unas gafas muy raras.
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13/09/11.- En Bacaramanga nadie es humilde. No se necesita porque tampoco ninguno es vanidoso. No hay meta a la que llegar, ni premio que ganar; vivir y disfrutar es una constante. La naturaleza enseña el esplendor y la belleza es tal que será difícil desechar la imagen. Haces algo singular y se aplaude. Es en el agradar donde lo cotidiano vive recordando que hubo una primera vez, que la vida se compone de únicos instantes. Se sabe que todo tuvo un único momento y en las viejas piedras quedará escriturado.
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14/09/11.- En Bacaramanga cuentan que cuento cuentos. Dicen que cuantos más cuentos cuento, más ellos viven del cuento.
Comen historias para desayunar que animaran para tener un buen día…Bollos que parecen lunas; chocolate que suena como una marea alta o las frutas, que juntas cantan a capela. Las cucharillas intentan seguir el ritmo y el azúcar se esparce por todas partes para que no desentonen. Al terminar la mesa entera es una fiesta que se relaja a la espera de una comida con orquesta.
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15/09/09.- Un día llego uno a Bacaramanga que se lo pasaba bien en soledad. Jugaba consigo y contento estaba porque siempre ganaba. Se hacía preguntas; ecuaciones que bien se resolvían solas o en sueños. Podía desterrar una duda a la otra punta del pensamiento donde están las cosas inacabadas durmiendo. La gente le parecía extraña y él a ellos un sin vivir. Se acercaron poco a poco. Primero con caramelos de saludo; luego, un roce aquí, otro allí…Al final hasta le cambiaron de nombre, que ser Yo es muy feo.
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Un día llego uno a Bacaramanga que se lo pasaba bien en soledad. Jugaba consigo y contento estaba porque siempre ganaba. Las preguntas que se hacía eran ecuaciones que bien se resolvían solas o en sueños y podía desterrar una duda a la otra punta del pensamiento donde están las cosas inacabadas durmiendo. La gente le parecía extraña y él a ellos un sin vivir. Se le fueron acercando poco a poco. Primero con caramelos de saludo; luego con un roce aquí, otro allí…al final hasta le cambiaron de nombre, que ser Yo es muy feo. Siguió su camino y ahora sin curar busca un Quiéreme para pasar la tarde.
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16/09/11.- En Bacaramanga el Día anda de paseo. Es un orgulloso porque se sabe único. Al atardecer hay que hacerle mimos; cae en la cuenta de que no conoce a sus hermanos y que mañana será otro el que camine por donde el pasó. Algunos, antes de dormir le relatan la historia de su tiempo y le inventan hechos importantes para que no se entristezca con la despedida. Por eso hay gente que rellena páginas con los sucedidos, por si se da el caso del olvido. Otros hacen calendarios intentando ordenar la vida.
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17/09/11.- En Bacaramanga el aire hace de mensajero. Lleva las voces de los que lejos están. Esto sería muy útil de no ser porque como es un romántico anda adornando las frases. Le dijo al explorador que la cocinera le amaba; le contó al manzanero que un dentista veía su rostro en el marfil y a una marina que las rocas del rio se rompían por sus huesos…Le gusta jugar con la ironía e inventar frases que se quedan pegadas en las patatas. Luego cuando se fríen el aceite se parte de risa y no necesitan sal.
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19/09/11.- En Bacaramanga miras las piedras y le cuentas un cuento…bonitas estarían sobre la montaña más alta; insuperable el castillo con ellas construido…Miras la hierba y le cuentas el mantel que le pondrías. Las viandas que tristes esperan tener verdes adornos…Al amigo que espera el bus y le describes la carroza de la princesa que podría parar. El amor imposible que comerá perdices con perejil y vivirá en un castillo de piedras hecho. Y es que por soñar contando te quieren; que la realidad es otro cuento.
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20/09/11.- En Bacaramanga a veces llueve por Anhelo. Miras al cielo y el sol anda a sus cosas; las nubes salieron de compras, solo los pájaros rondan el hueco azul. Sientes las pequeñas gotas, te mojan la cara y los zapatos intentan bailar en espejos finos que se sienten charcos. Haces el gran gesto, muestras tu palma esperando un regalo. Se moja. No recordabas la frescura del agua; no recordabas cuando llovía vermú o los baños nadando en vertical…Es la Impaciencia que por una vez aclara su ropa y se detiene.
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21/09/11.- En Bacaramanga se da muy a menudo eso que se llama “generación espontanea”. En los parques pasa mucho a esto, por eso hay que tener cierto cuidado cuando te adentras en uno. Aparecen pequeños animales en tu brazo sin que les hayas invitado; o bancos que salen como una seta delante de ti y que desaparecen si no te sientas en ellos. Se ha dado ocasiones de visualización selectiva donde los niños ven kioscos para tomar helados. Incluso las palabras salen sin pensar. Esto les pasa a los enamorados.
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22/09/11.- En Bacaramanga se preparan para una excursión. Llevan días empaquetando regalos para los que se encuentren por el camino. Son perlas de recuerdo. En ellas los recuerdos se contendrán por siempre o podrán tragarlas y revivir el momento. Las esferitas salen por los rincones a causa de la pelusa que deja el pensamiento lúdico y de eso aquí hay mucho. También se puede mezclar con la bebida y esta se tornara celeste con chispas. Es como beberse los fuegos artificiales. Eructaran como si tal cosa y aplaudirán.
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· 27/09/11.- Los de Bacaramanga ya están de vuelta. Empezaron a andar y al ver que el mundo no se acaba decidieron girar con la idea del regreso. Los pies que siempre andan bailones no paraban y en las vueltas vieron nuevos paisajes. Un buen mareo es lo que ofrece. Un lugar es más bonito que el anterior…y así hasta llegar a casa.
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29/09/11.- En Bacaramanga las Opciones son gordas. Ocupan tanto espacio que se les manda a la playa a que pasen el día. Por las noches sirven como calientes mantas que uno usa para dormir soñando un sinfín de posibilidades. Mirar a un lado u otro para escoger es tarea difícil si la vida se presenta con música. El viento que se las sabe todas por mirar desde muchos ángulos te sopla en la espalda. El viento y el aire son lo mismo, solo que uno es más animoso que el otro que siempre medita lo que hace.
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30/09/11.- A veces los de Bacaramanga se sorprenden mirándose el ombligo. No tienen costumbre, incluso suelen obviarlo y es que no para de hablar. Interrumpe las meditaciones con frases sarcásticas o cuando lees el también lo hace susurrando. Esto se podría usar y dejarle que lea en voz alta pero comienza por el final y es un lio. No sabe cantar, solo silba. Se conserva porque cuando nadas el te va contando lo que hay en el fondo del mar. En el amor…se besan los ombligos.
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En Bacaramanga hay uno que se siente inspirado. Todos le aplauden cuando pasa y le invitan a merendar. Tiempo atrás se dieron cuenta de que las estrellas andaban apesadumbradas. No recordaban sus nombres y cuando se hablaban se decían cosas como: “Bonita brillosa” “Chispeante hermosura” o “Caliente chispa” Les gustaba distinguirse porque son tantas que se equivocan al encontrarse. Un regalo fue nombrarlas. Pronto se cansaron de tal tarea y el inspirado después de espirar se ofreció. En esas anda jugando con las letras, formando palabras que dan unicidad a las estrellas.
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1/10/11.- En Bacaramanga no hay correo. Las noticias llegan de diferentes modos. Las aves traen las consultas que se hacen a los cielos. Son las referentes al día que hará; por preparar el almuerzo para el paseo. Nunca llegan a tiempo porque se entretienen con las nubes; son muy cotillas. Otra forma es el agua que al poner la oreja te cuenta las novedades que otro le contó al besarla. El viento también se dedica a esto. En un susurro a la oreja te cuchichea noticias. Se usa mucho porque enciende el amor.
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En Bacaramanga más que pasear…te deslizas sobre la tierra. Se hace suavemente como quien anda por la piel de un amigo; sin dolor, sin abusar. En esas oyes alguien que te nombra; miras a un lado, a otro. Arriba por si son las aves que te traen un recado o al suelo. Miras con cuidado porque seguramente es una Lucilia que te pertenece. Aquí cuando naces, nacen también unas moscas que si bien viven a su aire, son como tus hermanas. Rondan tu vida. Seguramente anda enamorada y se quiere independizar.
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3/10/11.- En Bacaramanga más que pasear…te deslizas sobre la tierra. Se hace suavemente como quien anda por la piel de un amigo; sin dolor, sin abusar. Oyes, alguien te nombra; miras a un lado, a otro. Arriba por si son las aves que te traen un recado; al suelo. Ojeas con cuidado porque seguramente es una Lucilia que te pertenece. Aquí cuando naces, nacen también unas moscas que si bien viven a su aire, son como tus hermanas. Rondan tu vida. Seguramente anda enamorada y se quiere independizar. Al hacerlo, tu creces.
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03/10/11.- En Bacaramanga un decaído pasea a la orilla del mar. De reojo las gambas lo miraban y se daban golpecitos con las antenas. Algún pez le escupía a la cara para espabilarlo; a punto estaba un pulpo de tirarse a sus brazos para consolarle. El viento le acariciaba el pelo. Las olas se contenían; el ambiente oscurecía hasta los mejores rayos del sol. Su sombra recogía el ánimo esparcido y a fuerza de consuelos lo iba restableciendo. Hicieron del desaliento un blues y por fin levantaron ese espíritu.
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04/10/11.- En Bacaramanga cada vez que alguien te desea Buena Suerte te ríes. Son un par de palabras de broma que todos usan. Si la Suerte fuese una cosa; se comería. Si fuese un estado; te sentarías en el. Podría ser un dejar que todo funcione sin control; se controlaría. Porque nadie espera tener algo bueno de lo que no se crea. Lo Bueno aquí es norma y todos los elementos que componen Bacaramanga trabajan para que esto no cambie. Porque solo Tu puedes hacerlo y siendo muchos…mejor Suerte.
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05/10/11.- Llega el Otoño a Bacaramanga. A recibirle sale en bañador el cansado Verano rodeado de luz y cargado de risas. Siempre lo envidió, porque a él le toca poner prenda y decirle al sol que no sea tan exagerado. Recibirá vientos del norte que buscando calor se sientan en las chimeneas, esperando una buena lumbre. Aun es pronto y el animar a las nubes a que trabajen se deja para otro día. Ya les hace guiños; les regala cacao para que vuelva a llover chocolate caliente.
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6/010711.- En Bacaramanga el Progreso no tiene amigos. Es el que mira al que trabaja y cuando quieres saludarle ya se ha ido. Corre tanto que nadie lo puede alcanzar. Aquí las novedades se deslizan por las calles encima de carros decorados y lanzan parabienes envueltos en papel de caramelo. A veces el sabor no es muy agradable; eso no quiere decir que no esté bueno, solo que no dio con la lengua adecuada. El Progreso tiene hijos inventores que usan capas para disimular que no lo saben todo.
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7/10/11.- En Bacaramanga hay días que se colorean de una manera especial. Aquí el esfuerzo es de color naranja. Los arboles cuando juegan a ser padres, cuando sueltan al mundo los brotes que luego serán frutos se tornan anaranjados; las olas en su intento por ser andantes en camino se tiñen y las nubes si se exprimen. El sol es un esforzado, por eso tiene este tono de continuo. Solo dura un instante, como cuando pasas corriendo al lado de una flor. Las gentes poco chispan naranja, ser feliz no cuesta nada.
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08/10/11.- En Bacaramanga hoy hay una feria. No encontraban un titulo mejor y la llamaron: Feria de la Risa y el Confort. Casetas repletas de novedades conocidas, cada uno con sus padres clamando las ventajas. Kioscos con lo mejor de cada casa que sin duda merecen un monumento. Sillas especiales donde situar un culo especial. Comida de fiesta para diario. Luces que antes estaban apagadas. Ventanas que se abren sin voluntad…De la Risa es porque de esto nada se necesita. Increíble el trabajo que dan.
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10/10/11.- En Bacaramanga la velocidad de la Luz es discutible. Te levantas con la aurora para acompañar al amanecer y a veces se retrasa. Allí todos esperando con cara de meditación y pensamientos fatuos, llega la Luz disimulando; cuenta que ha dado varias vueltas al planeta y te camela con historias de penumbras necesitadas. Los colores, que son muy amigos, la excusan. No es de extrañar…es bonita la calmosa esta. Engañados nos tiene con esa personalidad de diva que ilumina por donde pasa la muy fulgurosa.
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11/10/11.- En Bacaramanga cuando terminan los sueños se despiertan. Pasan un rato en la horizontal intentando recordar que hicieron en esa otra vida y reciben retazos que sirven para reseñar el camino de vuelta. Un día nuevo les espera y como tal hay que prepararse. Sonidos familiares acompañan el desayuno y el interés por el mundo se acrecienta con el primer café. La vida inconexa del sueño se aparca a un lado y parece un secreto. Es pronto para determinar lo real porque una caricia te hace sentir especial.
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12/11/10.- En Bacaramanga a la hora en la que el sol se mece sobre sus rayos hay que hacer esfuerzos para oír. Unas hojas que frotan la rama; unas flores que dan esquinazo a una abeja o el siseo que produce el pensar. Están allí, sentados, mirando lo que no se ve. Sin aplausos vitorean la calma que dan los amigos. Los hielos en un vaso están de fiesta con las aceitunas y empiezan a ver un mundo feliz. El vermut que copa los vasos copa también las palabras y entre silencios se ve el paladar.
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13/10/11.- En Bacaramanga hay tres cuerdas finísimas que se trenzan casi todo el tiempo formando el hilo con el que se teje la existencia. Todos tienen tres cabos e irán colgando lo que les rodea. Uno sostiene los pensamientos, las sensaciones o las ideas…todo aquello que a pesar de su peso no se ve. Otro apoya sin remedio las personas que te rozan, y las cosas, los objetos que acompañan la vida…El tercero sirve para dejar al sol lo que brilla poco, o el amor que nunca saben si es cosa, casa o caso.
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14/10/11.- En Bacaramanga cuando hablas las palabras saben qué hacer. Viajan a las orejas interesadas refrescadas por el aire. No son presuntuosas pero cuando se ven guapas se escriben a sí mismas en cuadernos hechos con memoria. Estos recopilatorios quedan a merced de todos y bien se pueden mejorar usando la inquietud o un dedo. Las manos son independientes y hablan por si solas; callaran sin gesticular, amaran con suaves caricias. NO SE PUBLICÓ…VOLVER.
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15/10/10.- En Bacaramanga cuando alguien resulta raro o diferente lo empaquetan. Lo envuelven bien con un papel de bonitos motivos y un lazo que lo aprisiona. Es colgado de un árbol a la salida del lugar. Probable es que los curiosos lleguen y no lo abran porque suelen ser miedosos. Otros le sacaran fotos y tomaran notas de prensa, pero no se lo llevan a casa. Alguno le hará la pregunta. La contestación romperá los lazos.
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